Pienso para perros diabéticos

La diabetes mellitus es un diagnóstico que conmociona a cualquiera que tenga perros. La buena noticia es que, con una alimentación adaptada y con una tenencia y unos cuidados correctos, tu perro con diabetes puede llevar una larga y saludable vida.

• Aumento de la sed
• Micción frecuente
• Apatía
• Vómitos
• Cataratas
• Aumento o disminución del apetito (según la fase de la enfermedad)

A veces las causas de la diabetes están ocultas incluso para el veterinario y a menudo no se encuentra una explicación de por qué tu fiel amigo ha desarrollado esta enfermedad. Sin embargo, existe una serie de factores que propician la aparición de la diabetes mellitus en perros, como la edad y el sexo del perro. Aunque tanto machos como hembras, perros jóvenes y mayores pueden desarrollar diabetes, las estadísticas muestran que las hembras y los perros mayores suelen estar afectados con más frecuencia.

Cuando a tu perro le diagnostican diabetes canina, es normal que primero necesites digerir la noticia. Lo bueno es que al menos sabes qué es lo que tiene tu perro y que con un tratamiento específico y un cambio de alimentación puedes ayudar a tu amigo canino a mejorar. El tratamiento con insulina o a base de pastillas no es suficiente. El éxito también engloba apostar por un pienso para perros diabéticos de calidad. Esto significa que hay varias costumbres que vas a tener que cambiar para adaptar tu rutina diaria a la de un perro con la enfermedad del azúcar. Algunas cosas que al principio son inusuales y que pueden resultar problemáticas, como por ejemplo la inyección de insulina, con el tiempo van a ser cada vez más fáciles para ti.

Las preguntas sobre cuál es el mejor pienso para perros diabéticos, al igual que la pregunta sobre cuál es la comida ideal para perros sanos, no tiene una respuesta absoluta. Todos los perros son diferentes y en consecuencia tienen necesidades distintas. Los perros grandes tienen una demanda energética y nutricional diferente a la de los pequeños, los atléticos una diferente a la de los perros más sedentarios, y los perros mayores una diferente a la de los cachorros. Es decir, que la alimentación correcta depende de la edad, la raza, el peso, el sexo y la cantidad de ejercicio. Para averiguar cuál es la comida adecuada para tu perro, lo mejor es que consultes a tu veterinario o a un experto en alimentación canina.

Sin embargo, nunca está de más saber cuáles son los ingredientes correctos para un perro diabético y cuáles debes evitar. Por lo que la comida, ya sea húmeda, pienso o casera, ha de tener un alto contenido de proteína y fibra alimentaria, como por ejemplo fibra cruda de guar o de salvado de trigo. La fibra alimentaria ralentiza la absorción de azúcares en la sangre, ayudando a mantener estable la glucemia. Los hidratos de carbono y las grasas no solo son difíciles de digerir, además fomentan la subida de peso, por lo que han de reducirse. Ten cuidado también con la fruta, pues contiene un elevado nivel de fructosa. El azúcar, los endulzantes o las golosinas están totalmente prohibidos.

El cuándo y cómo tomar las comidas es igual de importante que los ingredientes. Una rutina muy regulada es determinante para un perro con diabetes. Lo mejor es dividir la ración diaria (muy importante que se respete esta cantidad) en dos o tres comidas. Los horarios de las tomas deben ser fijos. Asegúrate de limpiar el comedero al terminar, sobre todo cuando tu peludo no se lo haya comido todo. Los descansos entre las comidas han de cumplirse a rajatabla para mantener equilibrado el nivel de azúcar en la sangre. Con cada tentempié o snack aumenta el nivel de azúcar en la sangre. Es aconsejable hablar no solo con los familiares, sino también con los amigos y vecinos sobre estas nuevas y estrictas normas. Ten en cuenta también que nunca debe faltarle agua fresca en el bebedero.

En caso de que tengas que inyectarle insulina, el mejor momento es después de su ración de pienso para perros diabéticos. Así, la insulina hará efecto cuando el azúcar de la comida haya llegado a la sangre. Inyectarla antes de la comida puede causar hipoglucemia, lo que es peligroso, pues puede que de repente tu can decida que no le apetece comer.

Una cantidad adecuada de ejercicio contribuye a la buena salud de tu perro. El movimiento frecuente ayuda a mantener un peso saludable e influye positivamente en los niveles de azúcar en la sangre, pero debe ser tan regular como las comidas de su pienso para perros diabéticos. La extensión y la duración deben ser las mismas todos los días: los ejercicios demasiado extenuantes podrían disminuir los niveles de azúcar en la sangre de tu peludo.

Tanto tu fiel compañero como tú tenéis que acostumbraros a estas estrictas reglas. Para evitar complicaciones es importante cumplir el ritmo diario desde el primer día. Tus esfuerzos serán recompensados: con la ayuda de una alimentación adaptada y un programa de ejercicio, pronto verás que tu perro diabético puede llevar una vida feliz, sana y llena de energía.