Cómo saber si un conejo es macho o hembra: guía fácil
Cómo saber si un conejo es macho o hembra no es fácil porque son como dos gotas de agua. Sin embargo, con estos consejos podrás determinar el sexo de tu conejo en un santiamén.
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Con la castración, el veterinario elimina las gónadas. En los machos, estas son los testículos y en las hembras, los ovarios, las trompas de Falopio y el útero. Pero ¿cuáles son los pros y los contras de castrar a un conejo y cómo funciona el procedimiento?
La castración y la esterilización de conejos son dos intervenciones diferentes, siendo la castración la más frecuente.
Para castrar a un conejo, el veterinario extrae las gónadas del animal en su totalidad (testículos u ovarios). En cambio, en la esterilización de conejos, el veterinario separa los conductos deferentes o las trompas para mantener las gónadas.
Como muchas intervenciones quirúrgicas, la castración de un conejo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Habla de ello con el veterinario para decidir si proceder con la castración o no.
La castración de un conejo tiene muchas ventajas y, por eso, mucha gente se decanta por esta intervención:
Por naturaleza, los conejos tienen camadas varias veces al año. En cada camada llegan al mundo entre seis y ocho gazapos. De ahí viene el dicho ser una coneja referido a mujeres que dan a luz a muchos hijos.
La castración puede ser una buena opción para evitar que los conejos se reproduzcan incontroladamente, llenando las ya abarrotadas protectoras o llegando a la naturaleza.
Si el veterinario extrae las gónadas femeninas, ya no podrán formarse quistes hormonales en los ovarios. De lo contrario, estos podrían causar embarazos psicológicos, estrés y agresiones.
Además, está demostrado que las conejas no castradas corren mayor riesgo de contraer tumores (p. ej., mamarios o adenocarcinomas uterinos malignos). Por otro lado, sufren más a menudo de piometra (infección del útero).
De modo similar, el riesgo de los conejos machos de sufrir cáncer de testículo se reduce.
Los conejos castrados son menos agresivos que los no castrados porque el nivel hormonal cambia considerablemente con la castración.
Así pues, castrar a un conejo puede hacer que varios conejos de distintos sexos puedan convivir pacíficamente. Además, desaparecen las brutales peleas territoriales y las crías inesperadas.
Aunque es raro que surjan complicaciones durante la castración o después, cualquier intervención quirúrgica tiene sus riesgos. Los más conocidos son estos:
Igual que las personas, los animales también pueden sufrir una reacción negativa a la anestesia.
Esto es menos frecuente que antes gracias a los nuevos anestésicos y a las medidas de control más estrictas. Sin embargo, en el peor de los casos, el animal podría morir.
Durante la operación o, más frecuentemente, después, pueden producirse hemorragias internas. Estas últimas ocurren principalmente cuando el conejo no descansa lo suficiente y se mueve demasiado.
Si tu conejo está débil o tiene las mucosas pálidas después de la castración, llévalo inmediatamente al veterinario.
Si la herida de la operación se inflama tras la castración, el conejo podría tener una infección posoperatoria. Lo reconocerás porque la herida está roja y un poco inflamada. A veces también sale pus amarillento por la herida.
Es posible que el conejo se haya lamido mucho la herida o haya tenido demasiado contacto con suciedad. En este caso, también debes informar al veterinario por precaución.
Esto puede pasar si el cuerpo del conejo reacciona al material utilizado para los puntos. Como consecuencia, puede formarse una herida profunda que el veterinario posiblemente deberá tratar después.
La extirpación de las gónadas podría provocar un cambio de ciertos niveles de hormonas. Un estudio de 2007 reveló que la castración de un conejo macho influye en la actividad de enzimas importantes en el tracto urinario inferior.
Según varios informes, la castración también podría ocasionar sobrepeso. Así pues, asegúrate de darle a tu conejo una alimentación acorde a la especie.
Además, si castras a tu conejo demasiado pronto, esto podría influir en el crecimiento óseo y provocar malformaciones.
Según la raza y el desarrollo, los conejos alcanzan la madurez sexual entre tres y seis meses después de nacer. Los veterinarios suelen castrarlos entre el cuarto y el sexto mes de vida. Castrar a un conejo es una intervención rutinaria.
Sin embargo, los animales mayores o enfermos corren mayor riesgo de sufrir complicaciones. Por tanto, habla con tu veterinario sobre si la castración es una buena opción y cuándo habría que hacerla.
Lectura recomendada: a veces no es tan fácil determinar la edad de los conejos. Lee nuestro artículo para averiguar cómo hacerlo.
Si tu conejo es macho, puedes castrarlo antes (castración temprana) o después (castración tardía) de que alcance la madurez sexual.
No obstante, la castración temprana es más complicada, ya que la anatomía del animal aún es muy pequeña. Por eso, los veterinarios realizan este tipo de castración con menos frecuencia. Sin embargo, tiene la ventaja de que no deberás tenerlo en cuarentena después de la intervención porque nunca habrá sido fértil y, después, no presentará conductas masculinas (p. ej., marcaje).
El proceso de castrar a un conejo consta de las fases siguientes:
Todos sabemos que los animales y las personas no deben comer nada durante las horas previas a una operación.
En cambio, los conejos no deben ir en ayunas porque su sistema digestivo depende de una ingesta de alimento regular. Esto significa que, por naturaleza, nunca deben tener el estómago vacío.
El veterinario examina al conejo ampliamente y comprueba la función cardíaca y pulmonar, entre otras cosas.
Si todos los valores están en orden, le aplica la anestesia. Puede inyectársela con una jeringuilla o administrársela por inhalación.
A continuación, afeitará, limpiará y desinfectará la zona que abrirá para la castración.
Para poder extraer los testículos, el veterinario abre las capas circundantes. A continuación, extrae los testículos y cierra la herida.
Castrar a un conejo hembra es un proceso más largo porque hay que abrir la pared abdominal y ligar varios vasos. A continuación, se extirpan los ovarios (ovariectomía) y, en algunos casos, también el útero (ovariohisterectomía). Por último, el veterinario cierra la herida con puntos.
Para aliviar el dolor y prevenir infecciones, administrará analgésicos y antibióticos.
Una vez cerrada la herida, la mayoría de conejos aún se encuentran bajo los efectos de la anestesia. Ahora hay que esperar a que tu conejo despierte.
Cuando lo haga, es posible que esté aturdido durante unas horas. Ofrécele un lugar para descansar y dale al menos un día para recuperarse del esfuerzo.
Para que la herida reciente del conejo pueda curarse, debes asegurarte de que el entorno de la conejera esté limpio. También es importante que el conejo no se mueva mucho y que no se lama la herida. Para ello, puedes colocarle un collar isabelino.
Si tu conejo macho ya había alcanzado la madurez sexual antes de castrarlo, deberás tenerlo en una jaula separada las seis semanas posteriores a la castración.
Esto es importante porque, durante este tiempo, sigue siendo fértil pese a haberle extirpado los testículos. El motivo es que pueden quedar espermatozoides en los conductos deferentes no extirpados.
Pasados unos diez días, el veterinario puede retirar los puntos. Si la herida se ha infectado entre tanto o tu conejo parece débil, llévalo a la consulta por precaución.
Si quieres comprarte un conejo, antes de hacerlo debes tener en cuenta el precio de la castración. El precio no solo incluye la operación en sí, sino también la primera visita, las analíticas y la medicación.
Castrar a un conejo macho es más económico que a una hembra porque la intervención es menos laboriosa. El precio de la intervención se sitúa entre los 100 y los 150 euros, según la clínica.
Como decíamos, a esto hay que añadir el precio de la visita, los análisis y los medicamentos. Infórmate en tu veterinario de antemano sobre los costes de la operación.
La castración de las conejas es más cara porque es más complicada. Una ovariectomía puede costar 200 euros o más y la ovariohisterectomía es más cara.
Así pues, si sumamos las analíticas, medicamentos, etc., el precio final puede ascender tranquilamente a 300 euros. Como decíamos antes, infórmate de antemano sobre los costes antes de tomar una decisión.
Cómo saber si un conejo es macho o hembra no es fácil porque son como dos gotas de agua. Sin embargo, con estos consejos podrás determinar el sexo de tu conejo en un santiamén.
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