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Los abscesos en conejos pueden aparecer en la mandíbula y en otras zonas.
Los conejos sufren desagradables abscesos con frecuencia, especialmente en la zona de la mandíbula. Te explicamos cómo detectar los abscesos en conejos y cómo funciona el tratamiento.
Si tu conejo tiene un absceso y no come bien, esto es una urgencia grave. El aparato digestivo del conejo solo funciona si se añade nuevo bolo alimenticio constantemente que empuja la comida antigua por el intestino.
Con una digestión alterada, el estómago y el intestino podrían hincharse (meteorismo) y, en el peor de los casos, desgarrarse. Por eso, es importante acudir al veterinario lo antes posible.
Un síntoma típico de los abscesos en conejos es una hinchazón o un bulto claro y pelado en el cuerpo. La zona afectada está enrojecida, duele y deviene sensible a la presión.
Si el conejo tiene dolor, presenta cambios de comportamiento. Se esconde, no tiene ganas de comer y pierde peso. Su estado general empeora con el avance de la infección y puede incluso desarrollar fiebre.
Si el absceso se encuentra en un órgano interno, no se puede detectar. Sin embargo, aunque se halle dentro del cuerpo, la inflamación se puede observar por los síntomas:
Si observas un absceso en tu conejo, es muy importante que lo lleves al veterinario. Solo así existirá la posibilidad de que se cure con un tratamiento adecuado.
Si la inflamación sigue propagándose, pueden surgir complicaciones. Las bacterias del absceso podrían llegar al torrente sanguíneo, extenderse por el cuerpo y provocar una septicemia. La consecuencia sería la inflamación de varios órganos o incluso un absceso cerebral.
Si el absceso en conejos viene provocado por problemas dentales, el veterinario deberá tratarlos para curar la inflamación.
Para elaborar el diagnóstico se requiere un chequeo general. El objetivo es detectar síntomas específicos y considerar los factores de riesgo. Estos incluyen dientes demasiado largos, malformaciones dentales, heridas, sobrepeso o trastornos metabólicos.
En general, el veterinario realizará las pruebas siguientes:
Antes de tratar los abscesos en conejos, el veterinario debe comprobar el alcance de la propagación de la infección. Si el absceso está empezando a formarse, suele bastar un antibiótico combinado con un analgésico.
No obstante, la mayoría de conejos no presentan síntomas hasta que la formación del absceso está ya avanzada. En este caso, el veterinario debe abrir la cápsula del absceso con anestesia. A continuación, vacía la cavidad por completo y enjuaga la zona inflamada.
Los abscesos grandes y ocultos se deben eliminar con una operación. Para ello, el veterinario debe extirpar gran parte del tejido inflamado.
A continuación, coloca un drenaje durante unos días para que pueda salir el exudado de la herida y el pus. Paralelamente a la cirugía, se administran analgésicos y antibióticos al conejo.
Si un absceso provoca una septicemia, el conejo puede morir de esta, pero este es un caso extremo. En general, los abscesos pueden evolucionar de forma muy distinta según la localización, el tamaño y el tipo de bacterias.
En general, un absceso grande tiende a reventar y, por consiguiente, a provocar una septicemia mortal.
El pronóstico es bueno si el absceso se trata a tiempo. Si las bacterias son resistentes o el absceso se encuentra en un lugar inaccesible, como la mandíbula superior o la pelvis, el tratamiento y el pronóstico son más complicados.
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Un absceso es una infección que se forma en una cavidad de tejido. Las bacterias penetran el tejido, donde reinan las condiciones ideales para crecer y reproducirse.
El sistema inmunitario del conejo reacciona a la infección enviando células inmunitarias, entre otras, a la zona inflamada. Esta reacción inflamatoria es la que provoca la formación de pus en la zona afectada.
Si el sistema inmunitario del conejo no consigue combatir las bacterias, existe el peligro de que la infección se propague. Para protegerse, el tejido afectado produce una piel alrededor del foco de la infección, que es la cápsula del absceso.
El resumen siguiente contiene varias causas de los abscesos en conejos.
Los conejos suelen padecer un crecimiento demasiado rápido de los dientes o malformaciones dentales.
Además, una gingivitis, una inflamación del periodonto (periodontitis), heridas por objetos extraños en la comida o sobras de comida en mal estado pueden ser causas de abscesos en la cavidad bucal.
Como en la boca hay numerosas bacterias, estas llegan a la mandíbula del conejo rápidamente a través de las raíces.
En las peleas entre rivales, los conejos suelen hacerse heridas por mordiscos. También un objeto extraño puntiagudo, como una espiga o una jeringa, pueden provocar un absceso si la zona se inflama.
Las heridas profundas, en particular, son focos de infección clásicos por los que penetran las bacterias.
A veces, los abscesos en conejos aparecen por infecciones en los tejidos colindantes.
Por ejemplo, una infección de la raíz dental puede provocar una osteomielitis y abscesos del globo ocular (retrobulbares).
Es poco frecuente que un conejo sufra una septicemia por heridas pequeñas o infecciones del ombligo en gazapos. Las bacterias se distribuyen por todo el cuerpo a través de la sangre. Esto hace que se formen abscesos en órganos internos, como el hígado.
A veces, los conejos que viven fuera inhalan gramíneas o aristas que se adhieren al pulmón con sus púas. Dado que estas contienen muchos gérmenes ambientales, pueden provocar úlceras en los pulmones.
En general, los abscesos en conejos pueden formarse en cualquier parte del cuerpo y en cualquier órgano. Las bacterias más comunes en conejos son gérmenes como los estafilococos, los clostridios o la Escherichia coli. Los abscesos estériles no infecciosos son menos frecuentes en conejos.
Algunos abscesos en conejos se pueden prevenir. Para ello, toma nota de lo siguiente:
Si tu conejo se ha hecho una herida o se ha clavado un objeto extraño, llévalo al veterinario. Él podrá tratar las heridas correctamente porque estas supuran enseguida en los conejos.
Le cortará el pelo alrededor de la herida, la limpiará con una solución salina estéril y aplicará un desinfectante.
Para que la herida se seque y se cure, no debes cubrirla. Ten controlada la herida en los días posteriores. Al primer signo de infección o empeoramiento del estado del conejo, vuelve a llevarlo al veterinario.
Si el conejo tiene problemas dentales, como dientes mal colocados o demasiado largos, el veterinario los recorta y los trata periódicamente para prevenir inflamaciones, enfermedades de la raíz y otras dolencias. Esto también reduce el riesgo de abscesos en conejos.
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