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Las cobayas y los conejos tienen muchas cosas en común, pero también diferencias.
Ojos redondos, carita adorable y un pelaje mullido: no es de extrañar que las cobayas y los conejos tengan enamorada a tanta gente. Sobre todo los niños son los que más desean tener cobayas o conejos como animales de compañía.
Antes de echar un vistazo a las diferencias, analicemos las similitudes entre cobayas y conejos. Estas nos ayudarán a entender si adoptar una de las dos especies y cuál.
Las cobayas y los conejos tienen una cosa muy importante en común: son tan monos que dan ganas de achucharlos. Sin embargo, este nunca debe ser el motivo para adoptar cobayas o conejos.
De hecho, estos son animales que tienden a huir. Tocarlos demasiado o incluso cogerlos en brazos sin que estén acostumbrados puede asustarlos. Con cautela, ambas especies pueden acostumbrarse a los arrumacos y los mimos. Esto es lo que los diferencia de los hámsteres, que son animales que solo hay que observar.
Que las cobayas y los conejos son herbívoros lo tiene claro todo el mundo. Ambas especies comen mucho heno y verdura fresca. Como los conejos son un poco más grandes, el coste de la alimentación puede ser algo más alto.
Ambas especies son propensas a los problemas digestivos. Así pues, infórmate ampliamente sobre la alimentación de los conejos y la de las cobayas.
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Los conejos y cobayas son animales muy sociales, por lo que, para ser felices, deben vivir con congéneres, nunca solos. Para lograr una tenencia acorde a la especie deberás tener al menos dos conejos o dos cobayas.
Para ambas especies, lo mejor es vivir en un grupo de tres animales o más. Así, pueden comunicarse, alimentarse, tumbarse y cuidarse el pelaje mutuamente.
Las dos especies son aptas para vivir en un parque exterior. Es importante que vivan fuera todo el año, es decir, que se acostumbren a las bajas temperaturas ya en otoño.
Atención: Las cobayas no tienen pelo en los pies. Por eso, es importante que tengan zonas secas y protegidas del calor en el suelo. Una excepción a la tenencia al aire libre la constituye el conejo rex y otros conejos sin capa de pelo exterior.
Lee este artículo sobre la tenencia de cobayas en el exterior.
Hasta aquí, las cosas en común. Entonces, ¿en qué se diferencian estas dos especies y su tenencia?
Muchos creen que los conejos y las cobayas son roedores, pero, en realidad, solo lo son las cobayas. Conforman la familia de los cávidos (Caviidae), que pertenece al orden de los roedores (Rodentia).
El miembro más grande de la familia es el capibara, que puede llegar a pesar 91 kilos. En cambio, los conejos pertenecen al orden de los lagomorfos (Lagomorpha).
Ambas especies tienen una esperanza de vida similar, de unos diez años. Más concretamente, las cobayas suelen vivir entre ocho y diez años. Por su parte, los conejos tienen una esperanza de vida algo más larga, de entre diez y doce años.
Tanto los conejos como las cobayas son animales aptos para niños. Sin embargo, la responsabilidad es de los adultos. Estos deben invertir suficiente tiempo en enseñar a los niños a tratar bien a las cobayas o conejos.
Lo mejor es hacerlo a la hora de darles de comer. Primero deben observarlos y, a continuación, ya pueden atraerlos con chucherías, como diente de león.
Estos animales son aptos para niños a partir de la edad escolar. Los expertos recomiendan las cobayas para niños a partir de ocho años y los conejos para niños de doce o más. Obviamente, esto depende en gran medida del desarrollo de cada niño.
Con alrededor de 1,5 kilos, los conejos enanos pesan más o menos un tercio más que las cobayas. Además, tienen un mayor dinamismo, por lo que necesitan una jaula o parque más grandes y más espacio para correr. Lo ideal es que cuenten con dos metros cuadrados por conejo. En el caso de las cobayas, basta con la mitad de espacio.
Ya sea saltar o escarbar, los conejos son mucho más dinámicos y, por ende, más habilidosos para escaparse. Si quieres tenerlos en un parque exterior, deberás tomar precauciones.
De hecho, también deberás tomar algunas con las cobayas. Al fin y al cabo, te interesa protegerlos del ataque de depredadores como zorros y aves de presa. Además, los gatos también pueden constituir un peligro para ellos en un parque.
Cuando una cobaya quiere comer, lo expresa chillando a todo volumen. Por su parte, los conejos son más silenciosos. Hay quienes creen que estos chillidos son muy monos, pero a otros les molestan.
Piensa bien a qué grupo de gente perteneces. En efecto, si tienes cobayas en casa deberás acostumbrarte a los ruidos: para decirte hola o para pedirte comida (y piensa que tienen mucho apetito).
Gruñidos, zumbidos y arrullos: lee el artículo del magazine de zooplus sobre los sonidos de las cobayas.
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¿No sabes si adoptar cobayas o conejos y estás pensando en adoptar ambos? Piensa que las cobayas y los conejos tienen poco de qué hablar. Además, no son felices sin la compañía de animales de su misma especie.
No obstante, es posible tener dos grupos de cobayas y conejos juntos en un parque de grandes dimensiones. Eso sí, deben tener suficientes refugios y mucho espacio.
Ten en cuenta la diferencia de caracteres. Por ejemplo, los chillidos de las cobayas podrían estresar a los conejos. A su vez, las cobayas podrían sentirse amenazadas por los brincos de los conejos. Así pues, para la convivencia de estas especies se requiere mucho tacto.
Tómate tu tiempo para decidir cuál será tu futuro animal doméstico. Si te lo piden tus hijos, aprovecha la ocasión para entender mejor los requisitos de cada especie. Visita a los animales en casa del criador o de una familia que ya tenga cobayas o conejos.
También puede resultarte útil visitar la protectora de animales de tu zona. Puede que allí encuentres justamente un animal que esté buscando familia y encaje con tus planes. Los trabajadores de la protectora pueden darte más consejos según tu situación concreta.
En nuestro magazine encontrarás más información sobre estas dos especies: información sobre conejos enanos e información sobre cobayas.
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