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Las ratas domésticas pueden llegar a ser muy confiadas y disfrutar del contacto humano.
A las ratas les gustan los arrumacos de las personas y tienen una capacidad de aprender asombrosa. Son animales fascinantes cuya tenencia es posible incluso para trabajadores a tiempo completo y niños mayores. El cuidado de ratas domésticas es relativamente sencillo, pero no hay que subestimar el tiempo que requiere, especialmente para principiantes.
Las ratas son animales inteligentes y sociales. Observarlas, jugar con ellas y enseñarles truquitos puede ser divertidísimo. Como cuando más activas están es por la tarde, la noche y de madrugada, son ideales para gente que trabaja.
Los niños mayores también pueden asumir la responsabilidad y el cuidado de ratas domésticas con sus padres. Sin embargo, ten en cuenta que las ratas viven una media de solo dos años. La muerte de un animal puede ser muy dolorosa para ellos, aunque para los adultos también.
Las ratas domésticas que se tienen como animales de compañía provienen de la rata parda. Las hay de varios colores, como negro, marrón, crema y blanco con manchas. Además, existen ejemplares blancos con ojos rojos, los albinos.
Si quieres adoptar una o varias ratas, deberías echar un vistazo a la protectora de tu ciudad. En estos centros hay muchas ratas domésticas que buscan familia. Por una pequeña donación, podrás llevarte una a casa.
Lo importante para el cuidado de ratas domésticas es que nunca estén solas en la jaula porque son animales gregarios. Para llevar una vida acorde a la especie, necesitan como mínimo una pareja. Sin embargo, lo ideal es tener entre tres y seis.
Para que no tengan crías indeseadas, es mejor que elijas ratas del mismo sexo. Además, las hembras se llevan mejor que los machos. Otra opción es tener hembras y machos castrados juntos. ¿Quieres ampliar el grupo de ratas? En ese caso, deberás añadir una rata joven al grupo de adultos.
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¿Cuánto espacio necesita una rata? Para un grupo de entre dos y seis ratas se recomienda una jaula amplia de 100 × 50 × 120. Además, debe tener varios pisos que las hábiles escaladoras puedan alcanzar con escaleras o ramas.
El suelo se debe cubrir con virutas de madera blandas sin polvo. Además, estos limpios roedores necesitan un baño esquinero con arena para gatos o para chinchillas. Para completar su hogar, necesitarás una casita acolchada con heno o paja no tratados. También deberás añadir muchos escondites y juguetes, como tubos de cartón.
Por muy grande y variada que sea la jaula, las excursiones diarias son imprescindibles para el cuidado de ratas domésticas. Deben tener la oportunidad de explorar la habitación protegida bajo supervisión varias horas al día. Para ello, deberás retirar los cables de corriente, libros, plantas tóxicas y todo lo que no deban roer.
Los juegos forman parte del cuidado de ratas domésticas. Ya sea en la jaula o cuando las dejes salir, necesitan mucha variedad para estar estimuladas física y mentalmente.
Puedes usar cajas de cartón sin estampar rellenas de papel arrugado para que se metan trepando y escarben. Además, con cartones y libros viejos puedes construir laberintos y colocar golosinas, como trozos de pepino, para que las encuentren.
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A diferencia de muchos otros animales pequeños, las ratas a menudo son muy confiadas. Esto suele suceder si han tenido mucho contacto con personas desde pequeñas. Cuantas más cosas hagas con ellas, más mansas y mimosas serán. A muchas les gusta ponerse en el hombro de su cuidador/a y disfrutan del contacto físico.
Consejo: si quieres coger una rata de la jaula, coloca una mano cuidadosamente bajo el vientre y la otra sobre el lomo a modo de protección. A las ratas no les gusta que las cojan de la cola porque la tienen muy sensible.
Las ratas son omnívoras, pero comen más alimentos vegetales que animales. Les gustan los copos de avena y las mezclas de granos, pero también la verdura fresca, como pepino, lechuga y zanahoria. Con excepción de los cítricos, su dieta también incluye fruta.
La proteína animal la ingieren en forma de huevos duros, requesón, yogur o gusanos de la harina. Como premios para entre horas puedes darles nueces, pan tostado o biscotes.
Si el cuidado de ratas domésticas es acorde a la especie, rara vez se pondrán enfermas. El pelo apagado, las legañas y los orificios nasales taponados son indicios de que algo no va bien. Otros síntomas de enfermedad son los ruidos respiratorios, la inapetencia y la apatía.
En este caso, debes llevarlas al veterinario de inmediato, a ser posible a uno especializado en animales pequeños. Las infecciones de las vías respiratorias y los tumores son dos de las enfermedades típicas de las ratas.
Las ratas son animales muy prolíficos. Las hembras pueden quedarse embarazadas ya con cinco o seis semanas de vida. Tienen una media de diez crías por camada y vuelven a estar listas para concebir inmediatamente después del parto. Una hembra tiene cuatro camadas al año de media, es decir, cuarenta crías.
Para que el cuidado de ratas domésticas no se te vaya de las manos, debes prestar atención al sexo a la hora de componer el grupo. Además, es mejor dejar la cría a los profesionales.
Las ratas domésticas son más adecuadas como animales de compañía (no solo para niños) que las cobayas o los conejos. A diferencia de estos animales, que huyen por naturaleza, no suelen tener miedo de que las toquen y las acaricien. De hecho, disfrutan de la presencia de sus personas de referencia y les encantan los arrumacos.
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