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Animales exóticos escamosos: las iguanas impresionan por su aspecto de dinosaurio.
Las iguanas son muy variadas, pero todas las especies tienen una cosa en común: su aspecto misterioso fascina a expertos y principiantes de la terrariofilia por igual. En este artículo te explicamos si este animal exótico es adecuado para tu hogar y cómo cuidarlo como es debido.
Las iguanas son reptiles del orden de los escamosos y parecen dragones de cuento o dinosaurios. Habitualmente tienen las patas traseras más fuertes que las delanteras. Además, la cola es más larga que el resto del cuerpo en muchos ejemplares. Incluso algunas especies la tienen equipada con espinas.
En las iguanas, lo importante es la variedad. Las numerosas especies que existen a veces son extremadamente diferentes en cuanto a su aspecto. Hay ejemplares que miden pocos centímetros y otros que llegan a los dos metros de largo.
El manto de escamas puede ser de rayas o manchas. Hay iguanas grises y otras azules, rojas, marrones o naranjas. La variante más famosa en todo el mundo, sin duda, es la iguana verde.
La determinación del sexo de una iguana no es posible hasta pasado un año o dos. Para distinguir los machos de las hembras, hay que guiarse por el tamaño de los poros femorales. Estas glándulas están en la cara interna del muslo y son más marcadas en los machos que en las hembras.
En iguanas mayores, los machos también destacan por sus órganos de imposición. Estos son, por ejemplo, la papada, las crestas o las grandes espinas de la cola. Todos estos rasgos son más llamativos en los machos que en las hembras.
Las iguanas son escaladoras profesionales, nadadoras excepcionales y adictas al sol. Empiezan tomando el sol un buen rato, para lo que se visten de colores oscuros para almacenar el calor. Para no calentarse demasiado a mediodía, cambian a un tono más claro. De hecho, las iguanas son maestras del transformismo, como el camaleón.
Una conducta típica que se observa a menudo en las iguanas es el movimiento de asenso con la cabeza. Con él, los machos quieren imponerse a la hembra o intimidar a sus rivales.
A diferencia de otras especies de lagartos, las iguanas no son venenosas. Sin embargo, si se cometen fallos de tenencia, pueden ser peligrosas. Por ejemplo, usan la fuerte cola como si fuera un látigo cuando es necesario. Además, las uñas afiladas les sirven para trepar en la naturaleza. En un hogar, les pueden plantar cara a los gatos con ellas.
Todas las especies ponen huevos. Los animales alcanzan la madurez sexual aproximadamente a los tres años y se reproducen en la estación seca. Esta fase se debe simular en el terrario con los ajustes correctos.
Además, el cambio de color también desempeña un papel durante la época de apareamiento. En esta fase, el macho cambia de color y luce tonos rojos o naranjas intensos.
El tamaño de la puesta varía de una especie a otra. Por ejemplo, una iguana verde pone hasta 70 huevos. La hembra pone los huevos pasados dos meses en un sustrato arenoso, donde los bebés nacen entre 70 y 90 días después.
Para que una iguana se sienta como en casa contigo, necesitará la compañía de otras iguanas y un terrario. Este debe ofrecer suficiente espacio y parecerse tanto como sea posible a su hábitat natural.
Una iguana necesita mucho espacio, por lo que es mejor no tener en casa la más famosa, la iguana verde. Esta es la especie más grande y puede llegar a medir dos metros. Por lo tanto, necesita un terrario grande o, lo que es mejor, una habitación entera o una terraza acristalada. Este animal solo es apto, si acaso, para expertos en reptiles.
Por suerte, hay una gran variedad de especies de iguanas y muchas de ellas son animales pequeños aptos para principiantes. Con un lagarto de collar o una lagartija espinosa, los interesados pueden tantear con cuidado el mundo de los lagartos.
Para lograr una tenencia acorde a la especie, deberías tener dos machos y una o dos hembras. Dado que distinguir entre sexos en animales jóvenes es difícil, incluso para los criadores, deberías comprar animales mayores o empezar con uno solo. Cuando sepas el sexo más tarde, puedes adoptar dos hembras más o un macho y una hembra.
Si te compras dos animales que resultan ser machos, mostrarán un comportamiento agresivo entre ellos. Los machos se ven mutuamente como rivales y no dudan en sacar las uñas para medir sus fuerzas.
La mayoría de iguanas aptas para la tenencia en casa no son de notificación obligatoria. Sin embargo, siempre es aconsejable preguntar por su origen al criador o al vendedor.
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El tamaño del terrario de iguanas depende de la especie que vaya a albergar. Dado que hay diferencias de tamaño enormes entre especies, no se puede generalizar en este sentido.
En internet encontrarás diferentes datos: por ejemplo, para lagartos de collar se recomiendan 120 x 60 x 60 centímetros (longitud x anchura x altura) como mínimo. Para iguanas verdes, el tamaño mínimo es de 150 x 200 x 250 centímetros.
Básicamente, cuanto más espacio tengan a su disposición los reptiles, mejor. Además, recuerda que las iguanas jóvenes aún tienen que crecer. Por lo tanto, el terrario debe ofrecer suficiente espacio como para que los animales adultos tengan libertad de movimiento.
La luz y el calor son vitales para la supervivencia de estos animales ectotermos. Puedes ofrecerles ambas cosas en el terrario con tecnología lumínica. Es importante que las iguanas no puedan acercarse demasiado a las lámparas caloríficas trepando. De lo contrario, podrían sufrir dolorosas quemaduras.
Además de la luz adecuada, una iguana necesita el equipamiento siguiente en el terrario:
Lo ideal sería que reinara una temperatura de entre 25 y 28 grados. Bajo las lámparas caloríficas, la temperatura puede ser de entre 35 y 37 grados. Por la noche, a las iguanas les gusta que haga más fresco y prefieren temperaturas de entre 20 y 25 grados.
La humedad del aire debe ser del 60-80 por ciento durante el día, en función de la especie. Por ejemplo, al lagarto de collar le gustan los ambientes un poco más secos. Por su parte, las iguanas de regiones tropicales prefieren niveles altos de humedad. Por la noche deberás aumentar la humedad hasta el 80-95 por ciento, según la especie.
Todos los días se deben retirar los restos de comida y las heces del terrario. Además, hay que limpiarlo periódicamente. También hay que eliminar los restos de piel, ya que las iguanas mudan partes de piel constantemente, especialmente en fase de crecimiento.
Dato interesante: algunas especies hibernan entre dos y tres meses. Durante este periodo, hay que ajustar las condiciones climáticas del terrario. Esto incluye ir bajando la temperatura gradualmente y aumentarla lentamente hacia el final de la hibernación.
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Algunas Iguanidae, como la iguana verde, son vegetarianas. Otras, en cambio, son omnívoras y comen hojas, plantas y hierbas, pero también insectos. Una pequeña parte de la alimentación de todas ellas, aproximadamente el cinco por ciento, puede constar de fruta y frutos.
La frecuencia con la que hay que darles comida fresca durante el día depende de cada especie. En muchos casos, deberás darles dos o tres raciones. Además, las iguanas necesitan agua fresca a diario. También es importante darles vitaminas y calcio a modo de suplementos. Eso sí, la cantidad debe ajustarse al peso del animal para evitar sobredosis.
Los errores de tenencia y una alimentación incorrecta provocan enfermedades típicas a las iguanas:
Observa a tus iguanas de cerca. Busca heridas visibles y signos de enfermedad, como inapetencia, apatía, pérdida de peso, diarrea o coloraciones inusuales de la piel. Lo mejor es que busques veterinarios especializados en reptiles antes de comprarte la iguana.
Esperanza de vida
Si te informas ampliamente sobre las necesidades de tu iguana y le proporcionas un hogar acorde a la especie, puede vivir feliz muchos años. La mayoría de iguanas domésticas celebran entre diez y veinte cumpleaños, según la especie.
Si eliges una iguana como animal doméstico, deberás buscar criadores. Tómate tu tiempo. Conviene que conozcas un poco al criador y sus animales antes de tomar una decisión. Elige criadores apasionados que tengan a sus reptiles en terrarios grandes y cuidados, y pidan precios razonables.
En las protectoras de animales también hay iguanas. No obstante, aquí lo más frecuente es encontrar iguanas verdes. Mucha gente subestima el tamaño de estos animales cuando crecen y no está dispuesta a cuidarlos durante veinte años.
Para principiantes, es aconsejable comprar animales adultos. Así, el sexo ya se puede determinar y el comportamiento es más fácil de valorar.
Evita comprar ejemplares salvajes importados. Los animales salvajes capturados perjudican la protección de las especies y la naturaleza. Además, la mayoría de animales llegan en un mal estado general.
El precio de una iguana adulta oscila entre los 100 y los 300 euros, siendo las jóvenes normalmente más baratas. A esto se añade el precio de compra del terrario, para el que deberás calcular 1000 euros como mínimo.
Las iguanas provienen de América y su área de distribución va desde el sur de EE. UU. hasta Paraguay. Hay especies que son oriundas de las islas del Caribe, las Galápagos y las Fiyi.
El hábitat de las iguanas es tan variado como sus especies. En la naturaleza viven en árboles, bosques y cerca de cuerpos de agua. También hay especies que habitan estepas y desiertos.
Durante mucho tiempo se registraban unos 50 géneros y 700 especies. Tres de estos géneros ya están extinguidos. Las iguanas que han sobrevivido se dividen en ocho géneros con hasta 15 especies:
Las iguanas son animales domésticos populares y, con unos cuidados acordes a la especie, se pueden tener en casa. Sin embargo, su tenencia requiere muchos conocimientos sobre estos reptiles y, según la especie, mucho espacio.
Si quieres empezar con algo sencillo en el mundo de la terrariofilia, puedes plantearte adoptar un dragón barbudo. Estos pequeños lagartos se pueden tener solos y, al igual que las iguanas, parecen dragones en miniatura.
No obstante, si al final te decides por una iguana, recuerda que estos animales viven más que muchos perros. Además, solo son aptos para personas que puedan invertir tiempo y dinero en ellos durante muchos años. Incluso las especies aptas para principiantes están asociadas a una gran responsabilidad y mucho trabajo.
También es importante saber que las iguanas no son compañeras de juegos ni peluches. Si te gusta observar a los animales, analizar minuciosamente su comportamiento y cuidarlos con cariño, disfrutarás un montón con estos fascinantes reptiles.
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