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Un cangrejo ermitaño terrestre enterrándose en la arena de la playa
El cangrejo ermitaño terrestre solo vive en el agua cuando es una larva. Después, se adapta a la vida en tierra. ¿Qué requisitos de tenencia tienen estos graciosos cangrejos en manos de las personas? En este artículo te ofrecemos la información más importante.
El aspecto del cangrejo ermitaño terrestre (Coenobitidae) varía en función de la especie. No obstante, todos tienen cinco pares de patas y un cuerpo dividido en tres segmentos.
Las pinzas de tamaño variable están en las patas delanteras y la izquierda siempre es más grande que la derecha. Estas pinzas les sirven a los cangrejos para la ingesta de alimento y para defenderse. Las patas centrales las usan para caminar y los pares traseros, para sostener la concha.
Con sus mandíbulas (herramientas bucales) también pueden comer y limpiarse las antenas. Estas se encuentran en la cabeza junto a los ojos.
Una de las especies más pequeñas y populares es el Coenobita rugosus, también llamado ruggie. Este cangrejo puede ser de varios colores con acentos marrones, rojos o violetas.
Otros animales pueden ser de color negro, azul, rosa o blanco. Las dos pinzas con rayas y puntos, y las patitas lucen un tono rojo vivo. En cambio, otras especies no tienen rayas en las pinzas.
Mientras que el C. rugosus solo puede alcanzar los 1,2 centímetros como máximo, otras especies pueden medir hasta 16, como el C. brevimanus.
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El cangrejo ermitaño terrestre es muy simpático y sociable. Nunca hay que tenerlo solo, sino en grupos de entre tres y cinco ejemplares.
No es conveniente que estos cangrejos tengan contacto con otros animales. Únicamente las especies de cangrejo del mismo tamaño del género Coenobita son aptas para convivir con el cangrejo ermitaño terrestre.
Si les dedicas suficiente tiempo a tus cangrejos, se acostumbrarán a ti paulatinamente. La mayoría incluso comen de la mano de su cuidador/a. Si están muy contentos, te lo dicen con un ruidito que producen frotándose las pinzas.
Durante el periodo de muda, el cangrejo ermitaño terrestre no abandona su casita, a veces durante meses. En este tiempo, pierde el caparazón de quitina y produce nuevas capas gradualmente. Mientras tanto, se alimenta de su antiguo exoesqueleto, que contiene nutrientes importantes.
Para la tenencia acorde a la especie del cangrejo ermitaño terrestre puedes usar acuarios o terrarios (paludario). Estos deben tener unas dimensiones mínimas de 80 × 40 × 40 centímetros. Eso sí, cuanto más grande sea el terrario, mejor.
La temperatura debe encontrarse entre 26 y 28 °C, sin superar los 30 °C. Por la noche puedes bajarla a 21 °C como máximo. Controla estos valores con un termómetro integrado.
Además, la humedad del aire del terrario debe situarse entre el 70 y el 90 por ciento. Para conseguirlo, puedes pulverizar el terrario con agua cuando sea necesario. No obstante, asegúrate de que no se forme moho. Para comprobar la humedad del aire puedes usar un higrómetro.
Para el sustrato puedes colocar gravilla, arena, humus o corteza de pino con una altura de diez centímetros como mínimo. Los cangrejos podrán usar este sustrato para escarbar y la madera almacena la humedad. Para mantener el calor necesario en el terrario, también puedes instalar una lámpara infrarroja.
Importante: Los cangrejos son muy buenos escaladores y siempre encuentran una manera de escapar de terrarios mal protegidos. Así pues, asegúrate de que el terrario sea a prueba de fugas. Para que, aun así, los cangrejos puedan trepar a placer, debes colocar piedras, raíces o esteras de coco.
Además, el cangrejo ermitaño terrestre debe tener zonas de agua poco profundas a su disposición. Coloca en un cuenco agua dulce para que beba y se humedezca las branquias y en otro agua salada para que ingiera nutrientes importantes, como calcio.
Las plantas le sirven de escondite y le ofrecen material para jugar. Para ello, puedes utilizar prácticamente cualquier planta sin sustancias nocivas que esté adaptada a las condiciones climáticas necesarias (p. ej., helecho o musgo). Por último, un hueso de sepia le proporciona la fuente de calcio que necesita.
El Coenobitidae crece a lo largo de su vida. Para ello, va cambiando la concha, que, junto con el caparazón fino de quitina, lo protege de los factores externos. En particular, el abdomen depende de una casa protectora porque no está acorazado. Por tanto, ofrécele conchas adecuadas de distintos tamaños.
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El cangrejo ermitaño terrestre es omnívoro y, por tanto, necesita variedad en su dieta. Puedes darle comida para cangrejos convencional.
Como complemento puedes darle verduras sin sustancias nocivas (p. ej., coliflor, guisantes o maíz) y fruta (como piña, plátano o uvas). También puedes servirle carne desmenuzada sin condimentar (p. ej., pollo), pescado e invertebrados (p. ej., gambas). Si los cangrejos están llenos y quedan sobras en el acuario, debes eliminarlos periódicamente por motivos de higiene.
No les des alimentos con azúcar o sal. Los dulces, las sobras de comida humana y la repostería perjudicarían gravemente su salud.
Dato interesante: el color de estos cangrejos depende en gran medida de lo que comen. La comida con una alta proporción de zeaxantina, un valioso carotenoide, favorece una coloración viva entre amarilla y roja. Además, esta sustancia los protege de la dañina radiación solar.
Con un precio de entre cuatro y doce euros por ejemplar, el cangrejo ermitaño terrestre es un animal doméstico económico. Sin embargo, a esto se añaden otros gastos que no debes subestimar.
Por un lado, debes contar con el equipamiento básico y la tecnología necesaria. Por otro lado, deberás pagar gastos corrientes de comida, condiciones de tenencia y veterinario.
En general, el estrés nunca favorece la salud de los animales, pero el cangrejo ermitaño terrestre es particularmente sensible. No le exijas demasiadas excursiones ni lo cojas muy a menudo. El estrés también puede provocarle problemas de muda, que, desgraciadamente, podrían acabar con su vida.
La esperanza de vida de estos cangrejos en la naturaleza es de entre diez y quince años. No obstante, hay quienes aseguran que el suyo ha vivido más de treinta.
Como ya habrás adivinado, el cangrejo ermitaño terrestre vive en el mar o cerca de él en regiones subtropicales y tropicales (p. ej., islas del Indopacífico). Además de agua salada, necesitan estar cerca de agua dulce para beber.
Si las hembras ponen los huevos en el mar, las crías salen del huevo inmediatamente. A continuación, los animales se convierten en cangrejos pequeños a través de varios estadios larvarios y buscan una concha adecuada.
Ahora ya no viven en el mar, sino en tierra. Durante el día buscan protección en cuevas y otros refugios, y por la noche despiertan.
El cangrejo ermitaño terrestre es un animal interesante que pueden cuidar incluso los principiantes. Si te informas ampliamente sobre el tema, en poco tiempo te convertirás en un profesional y podrás ofrecerle una vida acorde a la especie.
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