Las verrugas en perros se describen a menudo como con forma de coliflor y pueden aparecer solas o en grupo. Sin embargo, no todas son iguales, ya que el color y la forma pueden variar. Incluso la consistencia puede ser distinta, entre blanda y sólida. Como las verrugas en los perros se forman dentro de la piel o encima, pueden moverse con la piel.
Si se produce una infección bacteriana en la verruga, esta se puede inflamar. Esto se manifiesta con hinchazones, rojeces y, en algunos casos, pus.
Tamaño
Al principio, las verrugas parecen pápulas con un tamaño de entre medio y un centímetro. Poco a poco, pueden crecer hasta los dos centímetros.
¿Dónde aparecen con mayor frecuencia?
Como tumores cutáneos que son, las verrugas en perros pueden salir en cualquier zona del cuerpo con piel. Así, pueden aparecer en las orejas, las extremidades y las almohadillas, pero también en las mucosas bucales y el esófago. Algunas incluso se asientan en los órganos genitales externos.
¿Cuándo hay que ir al veterinario?
Como las verrugas pueden parecerse a otros tumores, es importante que le muestres al veterinario cualquier excrecencia que detectes. Él podrá examinarla con precisión y distinguir entre tumores cutáneos benignos y malignos.