El tratamiento habitual es la castración quirúrgica, por la que el veterinario extirpa ambos testículos, incluido el escroto, según el tipo de tumor. Si tu perro tiene criptorquidia, el tumor en la región abdominal se puede extirpar por laparoscopia.
Si quieres mantener la fertilidad del perro, en función de los resultados de las pruebas podría mantenerse un testículo sano.
¿Se extiende?
En general, un tumor testicular en perros se desarrolla a nivel local. Si bien tiende a extenderse al tejido circundante, tiene una baja propensión a la metástasis en otros órganos.
Se han publicado pocos estudios sobre el tratamiento de tumores testiculares con metástasis en perros. No obstante, la radioterapia ha conseguido la recesión del tumor en algunos perros.
Además, algunos estudios afirman que la quimioterapia (por ejemplo, con cisplatino o talidomida y ciclofosfamida) ofrece una mejoría temporal.
Pronóstico: ¿tiene cura?
El pronóstico del tumor testicular en perros depende del tipo de cáncer, de si el tumor es activo hormonalmente y de si hay metástasis.
Los tumores de células intersticiales casi siempre son benignos. Los seminomas o los tumores de células de Sertoli son benignos en más del ochenta por ciento de los casos. No obstante, también los hay malignos, con los que el pronóstico empeora. Estos son principalmente los ganglios linfáticos inguinales y lumbares con metástasis.
Nota: Si tu perro padece una anemia aplásica debida a una fuerte producción de estrógenos, el pronóstico es muy desfavorable.