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Las garrapatas acechan a los perros principalmente en la hierba.
Cuando el invierno acaba, las garrapatas se convierten en una plaga para nuestros animales domésticos. Por eso, es muy importante deshacerse de ellas lo antes posible. En este artículo te explicamos cómo quitar garrapatas a un perro correctamente.
Las garrapatas no son solo un engorro para nosotros y los perros, sino que, además, estos parásitos transmiten muchas enfermedades. Por lo tanto, no hay que tomárselas a la ligera. La regla de oro es:
Cuanto antes se detectan y eliminan las garrapatas en perros, menor es el riesgo de que les transmitan enfermedades.
La mayoría de patógenos se encuentran en el intestino de la garrapata. Desde aquí, deben llegar a las glándulas salivales de la garrapata para infestar a otro huésped. Este proceso dura varias horas. Por eso, al eliminar garrapatas en perros a tiempo, se reduce el riesgo de transmisión de los patógenos.
Lo ideal es que examines al perro después de cada paseo para buscar picaduras de garrapata. Explórale todo el cuerpo a fondo, concentrándote en la cabeza, las orejas, el vientre y la parte interior del muslo. En efecto, las garrapatas prefieren las zonas con piel fina y poco pelo.
Las garrapatas a veces se ven mejor y a veces, peor. Su tamaño varía entre el de un alfiler y un hueso de cereza según la sangre que hayan ingerido.
Presta atención a los síntomas que puede presentar tu perro tras una picadura de garrapata. Estos pueden ser, por ejemplo, fiebre y falta de apetito, y pueden ser signo de una enfermedad.
Si el perro ha traído una garrapata a casa, es importante eliminarla lo antes posible. Te explicamos cómo sacar garrapatas a un perro:
Mucha gente se pregunta si las garrapatas son peligrosas para los perros. La respuesta es clara: ¡sí!
Esto se debe a que las garrapatas pueden transmitir muchos patógenos con su saliva. Estos, a su vez, pueden provocar enfermedades graves a tu perro. Estas son:
Especialmente con las garrapatas en perros, vale más prevenir que curar. Por eso, conviene que protejas a tu perro de antemano contra las picaduras de garrapata y el riesgo de transmisión de enfermedades.
Para ello, existen varios antiparasitarios que matan las garrapatas o evitan que se adhieran. Estas son las variantes que existen:
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Como en muchas otras cosas, existen numerosas leyendas sobre las garrapatas en perros y en otros animales. Te presentamos las más importantes:
De eso nada. Las garrapatas suelen acechar en la hierba alta o en los matorrales.
Si para quitar garrapatas a un perro te resulta más fácil girarlas, hazlo, pero no es necesario. Al fin y al cabo, las garrapatas no tienen rosca.
Si no puedes extraer la garrapata del todo, esto no es un problema en sí. La cabeza quedará envuelta por la costra de la herida y, tarde o temprano, acabará cayendo con ella. Por lo tanto, inspecciona la zona periódicamente y, si se inflama, lleva al perro al veterinario.
Obviamente, si la cabeza se queda en el cuerpo, en teoría, el riesgo de transmisión de patógenos sigue ahí. Por eso, procura siempre extraer la garrapata con cuidado.
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El tema de los remedios caseros contra las garrapatas tampoco puede faltar. Se dice que el aceite, el pegamento, el quitaesmalte o productos similares ayudan a quitar garrapatas a un perro.
Al revés. Al intentar matar las garrapatas con estos medios, es frecuente que lleguen aún más patógenos a la herida. Además, los pegamentos y los productos con alcohol pueden irritar la piel del perro. La extracción manual con pinzas es y será la única manera de quitar garrapatas a un perro.
Para prevenir las picaduras de garrapata también se habla de remedios caseros, como el aceite de árbol de té o ajenuz, los aceites esenciales como la lavanda y la menta o el ajo. Si bien hay informes que sugieren que los aceites esenciales poseen cierto efecto protector, este dura muy poco tiempo. Además, aún no se han realizado estudios científicos fiables sobre su eficacia.
Por otra parte, el mayor problema es que algunos remedios caseros son de todo menos sanos para los perros. Particularmente, el aceite de árbol de té y el ajo pueden ser tóxicos en dosis excesivas. Asimismo, los aceites con aromas intensos pueden molestar al fino olfato de algunos perros.
El European Scientific Counsel Companion Animal Parasites (ESCCAP), una agrupación de parasitólogos veterinarios europeos, desaconseja la mayoría de estos remedios.
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