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Un golden retriever mayor con los ojos enturbiados
Si tu perro se ha quedado ciego, ahora, más que nunca, necesita tu ayuda y tus cuidados. En este artículo te explicamos cómo se quedan los perros ciegos y qué hay que tener en cuenta.
Los perros ciegos tienen la vista enormemente limitada, por lo que necesitan nuestra ayuda en el día a día. Te damos siete consejos para ayudar a tu perro y mejorar su calidad de vida a pesar de la ceguera:
Consejo 1
Evitar el ruido
Si tu perro se ha quedado ciego, puede que se vuelva más asustadizo que los demás perros. Ten esto en cuenta y procura evitar los ruidos fuertes y repentinos. Anuncia tu llegada antes de entrar en la estancia.
Consejo 2
Distribuir comederos por la casa
Los perros tienen un sentido del olfato extraordinario y pueden encontrar la comida, aunque estén ciegos. Sin embargo, podemos ayudarlos a encontrar la comida y el agua de forma más rápida y segura distribuyendo varios comederos por la casa.
Otro consejo: coloca una alfombrilla debajo del comedero para mantener la zona limpia.
Consejo 3
Zonas llanas
Las casetas con entrada pequeña y las camas con borde alto pueden suponer todo un desafío para los perros ciegos. Por eso, es aconsejable ofrecerles mantas planas para reposar y equipar las zonas de descanso de difícil acceso con rampas.
Consejo 4
Zonas de descanso
Para los perros ciegos, el día a día es más difícil de superar que para los perros sanos. Por eso, necesitan más opciones de descanso para reponer fuerzas. Ofrécele suficientes refugios en los que se pueda alejar del tumulto cotidiano.
Consejo 5
Protección contra peligros
Si bien los perros ciegos tienen buen olfato, hay muchos objetos inoloros que no ven, como muebles o escaleras. Por lo tanto, mantén la casa ordenada y cierra las puertas. Puedes vallar los obstáculos peligrosos y cubrir las esquinas puntiagudas con protectores blandos cuando sea posible.
Consejo 6
Correa
Retozar en la naturaleza o en un prado sin la correa puede desconcertar a tu perro ciego. Podría tropezar, torcerse la pata o pasar por alto otros peligros. Por lo tanto, a partir de ahora, tiene que confiar en ti. Fuera del jardín o la casa, llévalo con la correa para que pueda orientarse por ti.
Consejo 7
Paciencia
Importante: por desgracia, ahora a tu perro le costará más seguir tus órdenes. Por eso, dale tiempo para concentrarse en sus otros sentidos (olfato, tacto y oído).
Síntomas: ¿cuáles son los signos más importantes de la ceguera en perros?
Los síntomas dependen del porcentaje de visión que haya perdido el perro. Si los ojos ya no ven nada, el cuadro clínico es más claro que cuando solo ha perdido la vista de un ojo.
En función de lo limitada que esté la vista del perro, puedes observar los síntomas siguientes:
Apatía
Desorientación: el perro tropieza con objetos o choca contra las paredes.
Actitud asustadiza
Cambios de conducta: busca más tu cercanía o está agresivo.
Puede que tenga uno o los dos cristalinos enturbiados.
Pupilas dilatadas
En función de la causa, el ojo afectado está inflamado o menguado.
Puede que expulse una secreción transparente o purulenta (epífora).
Diagnóstico: ¿cómo se reconoce a los perros ciegos?
Si quieres saber si tu perro se está quedando ciego, deberás llevarlo a que lo vea el veterinario. Este realizará un examen ocular especial que incluirá las pruebas siguientes. Estas pruebas las puedes hacer tú mismo/a en casa:
Prueba de reflejos
El veterinario puede inspeccionar la función ocular provocando el reflejo de amenaza (cerrar los párpados al acercarse un objeto) y el de deslumbramiento (dilatación de las pupilas al incidir la luz). Si el perro no responde con ningún reflejo, esto indica que el ojo tiene sus funciones limitadas.
Prueba del algodón
El veterinario deja caer un algodón delante del perro a una distancia de unos 30 centímetros. Este algodón es inodoro y no hace ruido. Si los ojos del perro no siguen el algodón, esto indica que el animal tiene problemas visuales. Pero cuidado, ya que esta prueba solo funciona si el perro está atento.
Prueba con obstáculo
Para esta prueba, el veterinario coloca un objeto inodoro en la estancia. Ahora debes guiar al perro en dirección a este objeto. Si el perro no lo ve y tropieza con él, el veterinario concluirá que la vista del perro está dañada.
Si el veterinario sospecha que tu perro se ha quedado ciego, realizará más pruebas. Con una tira de papel comprobará la producción de lágrima del perro. Para observar la parte anterior del ojo en la oscuridad, utilizará una lámpara de hendidura.
Con el fin de evaluar la parte posterior del ojo, empleará un oftalmoscopio. A continuación, descartará posibles lesiones tiñendo el ojo con una tintura especial (fluoresceína). Para determinar la presión intraocular y descartar el glaucoma, usará un tonómetro.
Una veterinaria examinando el ojo de un pastor alemán con un oftalmoscopio
Tratamiento: ¿cómo se trata a los perros ciegos?
El tratamiento de la ceguera en perros siempre depende de la causa subyacente.
Si la retina del perro está intacta, el especialista puede tratar unas cataratas quirúrgicamente.
En cambio, el glaucoma se puede tratar, hasta cierto grado, con gotas y una terapia de infusión. No obstante, si el perro sigue teniendo mucho dolor, el veterinario también recomendará operar o extraer el ojo.
No existe un tratamiento general para un desprendimiento de retina. Este depende de la enfermedad subyacente y de la magnitud del desprendimiento.
Causas: ¿cuáles son los desencadenantes?
El ojo es un órgano sensorial complejo. Está compuesto por distintos tejidos y es indispensable para la vista del perro. Además de las influencias externas (p. ej., lesiones o estímulos químicos), hay otras enfermedades que pueden dañar el ojo y hacer que el perro se quede ciego total o parcialmente.
Ceguera debida a la edad
Es normal que la vista empeore con la edad. Esto se debe a que el núcleo del cristalino se va enturbiando gradualmente.
Cataratas
Hay enfermedades que provocan el enturbiamiento del cristalino, por lo que la luz ya no llega al fondo del ojo. En los perros, las cataratas pueden ser congénitas o adquiridas.
Esto último puede pasar, por ejemplo, si el perro se lesiona el ojo o sufre un trastorno metabólico. Si tu perro tiene diabetes, la concentración de azúcar en sangre aumenta y el azúcar se deposita dentro del cristalino.
De forma natural, el ojo forma humor acuoso que humedece la superficie. Si produce demasiado humor acuoso o este no puede salir, la presión intraocular aumenta. Esta presión va dañando el ojo y le provoca daños irreversibles y dolorosos. La consecuencia es que el perro se queda ciego.
En función de la causa, los especialistas dividen el glaucoma en primario y secundario:
Primario
Las malformaciones hereditarias en los ángulos iridocorneales hacen que estos sean demasiado estrechos y dificulten la expulsión. Las razas siguientes son las más propensas a contraer glaucoma primario:
Sin embargo, otros perros también pueden contraerlo si se produce una mutación genética espontánea en edad embrionaria.
Secundario
Si el humor acuoso no puede expulsarse por un obstáculo adquirido, los veterinarios hablan de glaucoma secundario. Por ejemplo, es posible que el ojo esté tan hinchado por una inflamación que el líquido no pueda salir.
Las gotas para reducir la presión pueden ayudar temporalmente contra el glaucoma.
Desprendimiento de retina
Si se desprende la retina neurosensorial del epitelio pigmentario, las células sensoriales de la retina necesarias para ver (fotorreceptores) mueren. Los líquidos inflamatorios o la hipertensión son causas frecuentes de que se separen estas dos capas.
Los tumores oculares o hemorragias por lesiones también pueden hacer que la retina se desprenda y provocar ceguera en perros.
La tos en perros, al igual que en los humanos, no es una enfermedad independiente. Es un síntoma de afecciones del aparato respiratorio u otros órganos. La tos puede ser también un reflejo para proteger al cuerpo de diferentes elementos, como cuerpos extraños o sustancias irritantes. A menudo la tos puede confundirse con vómitos o regurgitación, estornudos inversos, asfixia o jadeos intensos. Podemos diferenciar entre tos irritativa sin expulsión (tos no productiva) y tos húmeda con expulsión (tos productiva). Ambos tipos de tos pueden ser crónicos o agudos.
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