Examen rectal
En los machos, el veterinario realiza un examen rectal (palpación del recto y las estructuras colindantes) para medir el tamaño de la próstata.
Análisis de orina
Si un perro tiene problemas y dolor al orinar, es muy importante analizar la orina. Para ello, se utilizan unas tiras para ver si la orina contiene células inflamatorias, sangre y otras sustancias. Además, se determina el peso específico de la orina, que indica si es más bien acuosa o está bien saturada.
Sedimento urinario
El veterinario también analiza una gota de la orina bajo el microscopio (sedimento urinario). Aquí puede ver cuántas bacterias, células inflamatorias y glóbulos rojos hay presentes en la orina. En caso de cáncer de vejiga, puede haber células cancerígenas. En cambio, con una urolitiasis puede haber presencia de cristales, que son los antecesores de los cálculos urinarios.
Examen bacteriológico
En caso de una infección urinaria bacteriana, se analizará una muestra de orina, con examen bacteriológico incluido, en el laboratorio. De este modo, se determinará si hay bacterias en la orina y cuáles, así como el antibiótico que se administrará.
Análisis de sangre
También suele ser conveniente realizar un análisis de sangre para determinar el hemograma y los valores orgánicos.
Otros exámenes
Depeniendo del motivo por el que el perro no orina, es posible que el veterinario efectúe otros exámenes.
En caso de cálculos urinarios o un problema de próstata, las radiografías o ecografías resultan de gran ayuda. En ocasiones, también es necesario un examen del tracto urinario con medios de contraste o una endoscopia de la uretra (uretroscopia y cistoscopia).