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Un veterinario examinando la articulación de la rodilla de un perro
La rotura del ligamento cruzado en perros es una de las lesiones ortopédicas más comunes. Esta rotura es menos frecuente por accidentes. La mayoría de perros padecen una degeneración progresiva lenta con la ruptura posterior del ligamento cruzado anterior.
¿Es peligrosa una rotura del ligamento cruzado en perros?
La rotura del ligamento cruzado en perros es una lesión muy temida por quienes tienen perro. Esta lesión es muy dolorosa para el perro y, a la larga, provoca artrosis en la articulación de la rodilla. Por eso, si notas que tu perro cojea, es imprescindible que lo lleves al veterinario.
Síntomas: signos de una rotura del ligamento cruzado en perros
Si la rotura del ligamento cruzado en perros se debe a un traumatismo, el síntoma principal es una cojera intensa. Además, el perro expresa claros síntomas de dolor durante el accidente.
Con una rotura parcial o pequeños desgarros de algunas fibras, el perro muestra una ligera cojera durante unos días. Esta cojera puede incluso desaparecer por sí sola. Si el ligamento cruzado ya estaba dañado, puede romperse del todo con una carga mínima. Después, la cojera es mucho más marcada. El perro descarga la pierna al caminar y estar de pie, y la estira de lado cuando está tumbado. Además, la articulación de la rodilla está hinchada y caliente. Si el menisco también está afectado, no es raro que el perro sufra una cojera más marcada.
Diagnóstico: ¿cómo se diagnostica?
La información del cuidador y los síntomas ya hacen sospechar al veterinario de una rotura del ligamento cruzado. La exploración ortopédica posterior incluye varias pruebas.
La prueba del cajón es muy sensible y fiable. Consiste en colocar al perro tumbado de lado y agarrar la pata afectada por encima y debajo de la rodilla. Si la parte superior e inferior de la pata pueden desplazarse una contra la otra, existe rotura del ligamento cruzado.
La prueba de compresión tibial puede realizarse más fácilmente que la anterior en perros con una musculatura del muslo fuerte. El veterinario agarra el muslo del perro y dobla el corvejón mientras la articulación de la rodilla está estirada. Si se ha roto el ligamento cruzado anterior, la cabeza de la tibia se desplaza hacia delante.
También se puede realizar un test de extensión y comprobar la estabilidad de rotación. Los métodos de imagen, como las radiografías, las TRM y las TC, pueden ofrecer más pistas sobre los daños articulares. En algunos casos, también puede ser necesaria una artroscopia de la articulación afectada.
Tratamiento: ¿qué opciones hay?
Existen muchísimas técnicas quirúrgicas para tratar una rotura del ligamento cruzado en perros. El objetivo de todas ellas es estabilizar la articulación de la rodilla permanentemente. Existen métodos para sustituir el ligamento cruzado por estructuras de tejido conjuntivo propias o materiales artificiales y tensar la cápsula articular. También hay técnicas para modificar la biomecánica de la articulación desviando las fuerzas que actúan sobre la articulación.
Las dos más frecuentes son la osteotomía niveladora del plato tibial (TPLO) y el avance de la tuberosidad tibial (TTA). Ambas técnicas sirven para evitar que la tibia se deslice hacia delante cuando el perro pone peso en la pata.
Todos estos métodos tienen ventajas y desventajas. El veterinario sopesará cada uno para averiguar cuál es el mejor para cada perro.
¿Se puede curar sin operación?
Con un tratamiento conservador (no quirúrgico) se intenta recuperar el uso indoloro de la articulación con medicamentos, fisioterapia, reposo y alimentación.
Sin embargo, esto, si acaso es posible, solo tiene sentido en perros ligeros de baja estatura. Debido al daño permanente de la articulación de la rodilla, los veterinarios suelen desaconsejar un tratamiento conservador.
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?
Las probabilidades de curación de una rotura del ligamento cruzado en perros dependen de varios factores. Por ejemplo, que se diagnostique y trate (a ser posible, quirúrgicamente) lo antes posible es un factor determinante. Cuanto más tiempo esté el perro con la rotura del ligamento, más se dañará la articulación de la rodilla. En este caso, aunque se podría operar la rotura con éxito, el perro tendría artrosis de por vida.
Causas de la rotura del ligamento cruzado en perros
Los ligamentos cruzados forman parte del aparato ligamentoso de la rodilla. Los ligamentos anterior y posterior impiden que la parte superior e inferior de la pata se desplacen una contra otra. Evitan que la parte inferior de la pata se gire hacia dentro y su desplazamiento respecto al muslo. También previenen una hiperextensión de la rodilla.
El ligamento cruzado anterior está expuesto a más esfuerzos que el posterior, por lo que se rompe con más frecuencia. En los perros, la degeneración y la predisposición genética son las causas principales de esta rotura.
Las causas de la degeneración aún no están claras del todo. Se barajan desalineaciones de las extremidades, trastornos circulatorios en el ligamento cruzado, enfermedades articulares degenerativas e inflamaciones articulares. Los cambios de la edad y el sobrepeso también contribuyen a una mayor probabilidad de rotura del ligamento cruzado. En estos casos, el ligamento cruzado está debilitado y se rompen algunas fibras. Estas pueden cicatrizar, pero esto va acompañado de una pérdida de elasticidad y estabilidad. Una rotura parcial puede convertirse lentamente en una rotura total.
Con frecuencia, esta rotura también se produce en la otra rodilla porque la degeneración y la sobrecarga raramente son unilaterales. En muchos casos, también se daña el menisco. Es posible que este también se rompa o quede dañado por la inestabilidad crónica de la articulación. Es menos común que la causa sea un accidente, como una hiperextensión repentina o una caída en un agujero. Esto les pasa más a menudo a los perros jóvenes. Los perros de razas grandes (labrador, golden retriever o rottweiler) son los más afectados por una rotura del ligamento cruzado. También son propensos los perros con sobrepeso.
Prevención ¿cómo se puede prevenir?
Justamente en las razas grandes, que suelen ser las más afectadas, hay procurar que la alimentación sea saludable. Conviene prevenir el sobrepeso, ya que puede acabar sobrecargando las articulaciones y los ligamentos.
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