Hipotermia en perros

Hipotermia en perros

Nieve, frío, viento helado y humedad: el invierno es un desafío, tanto para los humanos como para los animales. Mientras nosotros nos envolvemos en bufandas, gorros y guantes gruesos, los perros tienen su cálido pelaje. Pero ¿es este suficiente o los perros también pasan frío? ¿cómo saber si mi can tiene frío y evitar la hipotermia en perros?

¿Los perros pasan frío?

Los lobos, los ciervos, los conejos, los jabalíes… muchos animales salvajes se pasan el inverno al aire libre y no parece que pasen frío. Al fin y al cabo, están protegidos por su pelaje, que repele con éxito el frío y la humedad. Pero ¿el pelaje de los perros funciona de la misma manera? Como descendientes de los lobos, los canes, en general, también tienen un grueso pelaje que les protege del frío. A la mayoría de los peludos parece afectarles bastante el calor, mientras que cuando nieva, hay tormenta o sopla un viento frío, están como si nada. Pero esta impresión puede ser errónea. De hecho, es posible que los perros pasen frío e, incluso, pueden padecer hipotermia. ¿A qué se debe esto?

¿Por qué hay perros que tienen más frío que otros?

Con la domesticación de los perros, el mejor amigo del hombre se ha adaptado, cada vez más, a nuestras condiciones de vida. Si antes los canes se empleaban como meros perros de trabajo y se pasaban la vida en el exterior, hoy en día viven con nosotros en casa y se han acostumbrado, al igual que nosotros, al aire seco del interior y a la calefacción. Con la cría de perros domésticos y de moda, la necesidad de tener un pelaje protector para el invierno ha desaparecido. Algunas de las conocidas razas de hoy en día ya no tienen ese subpelo que protege a los grandes perros pastores y de trabajo del frío invernal. Sobre todo, los canes pequeños, de pelo corto y fino, sienten el frío con rapidez. También los perros que proceden de países cálidos sienten el frío mucho más que los perros de trineo, que siempre han estado acostumbrados a la nieve y al viento helado.

¿Qué influye en la sensación de frío de un perro?

Que un perro tenga frío o no depende mucho de la raza y de la cantidad de pelo. Los dóberman, los greyhound, los bóxer y todos los perros miniatura sienten el frío mucho más que, por ejemplo, los huskies o los boyeros de Berna. Pero también hay otros factores que pueden influenciar la sensación de frío de los canes. Cuando se trata de saber si un perro puede pasar mucho frío o no, la edad, el estado de salud y el peso tienen un papel importante. Los perros con artritis reaccionan de manera muy sensible al frío, también los perros mayores o muy delgados tienen menos resistencia a las bajas temperaturas. En resumen, el hecho de que a tu perro le entre frío con mayor rapidez depende de los siguientes factores:

  • Raza
  • Calidad del pelaje
  • Edad
  • Estado de salud
  • Peso

Cómo saber si mi perro tiene frío

Por supuesto que el hecho de que tu perro sea de los que tienen una sensación de frío más fuerte no significa que en efecto esté pasando frío. Incluso un perro pequeño con poco subpelo puede estar a gusto en la nieve, si se mueve mucho, salta o corretea detrás de una pelota. Al fin y al cabo, los músculos se calientan al estar en movimiento. Pero ¿cómo puedes saber si la temperatura externa es demasiado baja para tu perro y es hora de volver a casa? Si observas bien a tu perro, puedes interpretar a tiempo los síntomas y evitar una posible hipotermia. Una serie de comportamientos y expresión corporal indican que tu peludo tiene frío. Entre ellos están los siguientes:

  • Postura corporal forzada: el perro encoge la espalda y la cola.
  • Escalofríos: el perro eriza su pelaje y comienza a temblar.
  • Inquietud: el perro tiene síntomas claros de malestar. Lloriquea o presiona para volver a casa.
  • Apatía: el perro camina con lentitud, parece cansado y sin ganas.

Si tu perro tiene uno o varios de estos síntomas, debes volver a casa lo antes posible y buscar un lugar cálido. Por cierto, los temblores no siempre son una señal de frío, hay diferentes enfermedades que pueden causarlos. En este caso, los escalofríos no cesan una vez estén de vuelta en casa.

Hund glücklich im Schnee © K. Thalhofer / stock.adobe.com

¿Qué puedo hacer para que mi perro entre en calor?

De vuelta en el cálido hogar, el perro suele volver a entrar en calor con rapidez, con lo que los temblores cesarían y volvería a relajarse. Sin embargo, las corrientes de aire o el frío suelo (azulejos o laminado) deben evitarse. Procura que haya mantas y que tu cuadrúpedo esté cómodo y tenga una temperatura agradable en su lugar de descanso. Si a tu cuadrúpedo le gusta echarse al lado de su cama, sobre el suelo, son de gran ayuda las alfombras gruesas, una base de poliestireno o una manta térmica. Debido al alto riesgo de quemaduras, es importante que lo mantengas alejado de las calientes chimeneas y calefacciones.

¿Qué provoca la hipotermia?

A pesar de todas las precauciones y de observar los posibles síntomas, puede pasar que a tu perro le dé una hipotermia. Los perros pequeños y de pelo corto, que comienzan a pasar frío a temperaturas cercanas a la congelación, corren un riesgo particular de sufrir hipotermia. Pero incluso los perros más grandes con un pelaje largo y grueso no son completamente inmunes a la hipotermia. Un baño en el río helado en invierno, el pelo mojado cuando hace un frío helador o una espera larga fuera del supermercado sobre un suelo congelado pueden provocar hipotermia, incluso en perros grandes y robustos. El descenso de la temperatura corporal por debajo de los 30 °C puede provocar serios riesgos en la salud de tu fiel amigo canino. Si tu perro ya está frío cuando lo tocas o deja de temblar a pesar de que aún está fuera en el frío, es una señal de que su vida está en peligro. Pues los perros que ya están fríos no pueden temblar más. Por lo tanto, si detectas alguno de los siguientes síntomas, debes actuar de inmediato:

Síntomas de hipotermia en perros

  • Temblores fuertes y continuados
  • Mucosa oral brillante entre pálida y azulada
  • Orejas, patas y cola heladas
  • Temblor decreciente, a pesar de que el perro aún esté expuesto al frío
  • Respiración y pulso débiles
  • Aletargamiento (el perro está echado muy tranquilo)

Primeros auxilios para la hipotermia en perros

Si te das cuenta de uno de estos síntomas de hipotermia, debes llevar a tu perro a un lugar cálido de inmediato e implementar las siguientes medidas de primeros auxilios:

  1. Mide la temperatura corporal (si es posible)
  2. Frota a tu perro con cuidado con una toalla (sobre todo si tiene el pelo mojado) y envuélvelo en una manta. Si tienes una secadora, puedes calentar un poco la toalla antes.
  3. Envuelve una bolsa de agua caliente o un cojín térmico de huesos de cereza en una toalla y colócalo delante de la barriga, los codos o la región lumbar de tu peludo. Dado que los vasos sanguíneos en estas zonas se encuentran cerca de la piel, la temperatura corporal puede así elevarse con más rapidez. La manta debe cubrir la cabeza y la nariz de tu perro, pero que siempre le llegue suficiente aire y su respiración no esté limitada.
  4. Ofrécele algo de agua tibia o un caldo para que se caliente desde dentro.
  5. Si has conseguido estabilizar y calentar a tu perro con estas medidas, a continuación, deberías llevarlo al veterinario. En casos severos de hipotermia, la ayuda veterinaria inmediata puede salvar vidas. Pero incluso si ves que tu peludo está mucho mejor, es conveniente que un veterinario lo examine.

Evita el pánico y haz que entre en calor

Lo importante es que ayudes a tu cuadrúpedo a entrar en calor poco a poco. El peligro de calentar a un perro con hipotermia demasiado rápido, usando un secador o una manta eléctrica, no solo son las posibles quemaduras, sino una fibrilación ventricular, lo que puede ser mortal. También debes evitar reaccionar de forma precipitada y con pánico: intenta mantener la calma y, mientras vais de camino al veterinario, dale a tu peludo la sensación de que todo está bien y de que no hay por qué agitarse. Esto hace que tu perro se tranquilice y permite que su temperatura corporal se normalice.

Cómo protejo a mi perro del frío y de una hipotermia

Cuando una hipotermia en perros no se trata a tiempo, en el peor de los casos, puede conducir a un coma y a la muerte. Incluso cuando tu peludo ha sobrevivido a una hipotermia, esta puede tener consecuencias duraderas en su salud. Los cuadrúpedos que han sufrido una hipotermia suelen enfriarse con más rapidez que los que están en perfecto estado de salud. Lo mejor es siempre evitar que esto suceda. Pero ¿cómo protejo a mi perro del frío y de una hipotermia?

Hund im schnee mit hundemantel und schuhe © photology1971 / stock.adobe.com

Prevenir es mejor que curar

Sobre todo, en invierno, cuando las temperaturas caen por debajo del punto de congelación, es importante poner especial atención y cuidados para prevenir el frío, el resfriado y la hipotermia. No salir a dar paseos al aire libre a diario no es una opción. Para que tu peludo esté equilibrado, satisfecho y en forma, necesita salir con frecuencia, incluso cuando hace frío. Como no queremos que pase frío o sufra una hipotermia, te damos los siguientes consejos:

  • Mejor dar varios paseos cortos a uno largo: cuando las temperaturas son muy bajas es mejor que salgáis con más frecuencia, pero dando paseos más cortos. El riesgo de una hipotermia es más elevado en paseos de más de una hora.
  • Procura que haga mucho ejercicio: cuánto más se mueva al aire libre, más entrará en calor y esto hará que una hipotermia sea poco probable. Si a tu perro le gusta que le tires objetos para recobrarlos, aprovecha esto llevándote a cada paseo una pelota, un frisbee u otros juguetes, que le puedes lanzar para que corra tras ellos. Otra forma de prevenir el frío son los paseos más extenuantes para el cuerpo, como los caminos de campo, en los cuales el perro tiene que saltar sobre piedras y raíces, o una escalera. Sin embargo, los perros muy jóvenes o con problemas articulares no deben pasarse con el ejercicio.
  • No le hagas esperar: durante el frío invierno es mejor que salgas a hacer la compra sin tu peludo. Mientras te espera fuera del supermercado, sentado sobre el cemento frío, puede enfriarse con mucha rapidez. Tampoco lo dejes solo en el coche, pues el interior de este también se enfría deprisa cuando en el exterior las temperaturas están bajo cero.
  • Sal al exterior cuando haga más calor: aunque tu can y tu estéis acostumbrados a salir siempre temprano por la mañana y por la noche, es mejor adaptar estos tiempos en invierno. Lo ideal es que salgáis por la tarde, cuando la temperatura exterior sea un poco más elevada. Si tu peludo no quiere renunciar al ritual matutino y nocturno, puedes sacarlo para dar un breve paseo y planear uno más largo al mediodía, cuando puede que incluso haya salido el sol y haga algo de calor.
  • Intensifica los cuidados del pelaje: las razas de pelo largo requieren unos cuidados regulares del pelaje, como el peinado y cepillado suave diario. Pero, sobre todo durante el invierno son indispensables, pues se evita la formación de nudos y, además, ayudan a mantener la función aislante del pelaje.
  • Seca siempre el pelo mojado: la fría humedad es bastante dañina, cuando las temperaturas son tan bajas puede ocasionar una hipotermia con rapidez. Cuando hay nieve, es bastante difícil evitar que el pelo se humedezca. Pero, una vez estés de vuelta en tu seco hogar, frota a tu cuadrúpedo con una toalla. Mientras el pelaje aún esté húmedo, deberías alejar a tu perro de las corrientes de aire y de una base fría, para que no desarrolle una pulmonía o una cistitis. Sal con tu perro solo si tiene el pelo seco, esto también se aplica a cuando lo acabas de bañar.
  • Evita la sequedad en la piel: el aire seco de la calefacción no solo puede escamar o agrietar la piel de las personas, sino también de los perros. Está claro que cuando la piel está irritada, es más sensible al frío que una piel saludable. Los remedios especiales, como la administración de aceite de pescado en la comida, pueden ser de gran ayuda aquí.
  • Intensifica el cuidado de las patas: las patas de tu perro están expuestas a un gran estrés durante el invierno, pues la sal para el deshielo en las calles y en las aceras es dañina para los pies de tu fiel amigo canino. Sobre todo, cuando las almohadillas ya están secas y agrietadas, la sal puede entrar en las grietas y causar mucho dolor. Justo después de volver de un paseo debes lavar sus patitas con agua templada y administrarle una pomada grasa o vaselina. Esto puede ser complicado para aquellos perros que ya tienen dolor en las patas. Intenta convencer a tu peludo mediante un entrenamiento regular, hablándole bien y con pequeñas recompensas cuando haya conseguido quedarse quieto. Si tu perro tiene pelos entre las almohadillas, es importante que se los cortes durante el invierno para evitar la formación de hielo y el congelamiento de las almohadillas.

¿Mi perro necesita abrigo y botas en invierno?

¿No sería práctico que pudieras envolver a tu peludo en gruesas capas, como hacemos nosotros, para protegerle del frío y de una hipotermia? De hecho, un abrigo para perros es algo más que un accesorio. Sobre todo, los perros de pelo corto y sin subpelo, o perros pequeños, que, debido a sus cortas patas, están muy cerca del suelo, están mejor protegidos del frío con un abrigo. Los pinscher, los dóberman, los bracos de Weimar, los teckel o los chihuahuas suelen agradecer la capa extra alrededor de su barriga. También son de gran utilidad para cachorros, perros mayores o perros que no pasan mucho tiempo fuera.

Lo mismo se aplica al uso de botas de invierno, que son ideales para perros con almohadillas muy delicadas o que ya están agrietadas. Unas buenas botas protegen las patas de la sal o del afilado hielo. Aquí lo importante es que sean del tamaño adecuado para que no cambie el caminar natural del perro. Si tu perro no tiene problemas con las patas, basta con ponerle una pomada grasa para proteger las almohadillas de la sal para el deshielo.

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¡A disfrutar del invierno!

Con un poco más de cuidado y de atención puedes hacer que tu peludo supere con seguridad y buena salud el invierno y disfrutéis ambos de la belleza de la estación invernal.

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