Hernia umbilical en perros

Hernia umbilical en perros

Una hernia umbilical en perros se detecta por un bulto pequeño y blando en la zona del ombligo.

La hernia umbilical en perros es, de lejos, la hernia abdominal canina más frecuente. Pero ¿cómo se detecta y hasta qué punto es peligrosa? En este artículo te explicamos todo lo que debes saber.

¿Es grave?

La hernia de ombligo en perros surge por un cierre incompleto congénito de la pared abdominal. La abertura suele ser tan pequeña que solo pueden atravesarla tejido adiposo y partes del epiplón. En estos casos, la hernia es más un problema estético que otra cosa.

No obstante, si la abertura es más grande y pueden colarse partes de órganos, como asas intestinales, el peligro puede ser mortal. En estos casos se habla de incarceración.

Frecuencia en cachorros

Casi el diez por ciento de los cachorros recién nacidos tienen una hernia umbilical. No obstante, hay ciertas razas que se ven más afectadas:

Síntomas

La característica típica de una hernia umbilical en cachorros es un bulto pequeño y blando en la zona del ombligo. Según el tamaño de la abertura, el contenido de la hernia (grasa, epiplón…) puede reintroducirse en la cavidad abdominal presionándolo.

¿El perro siente dolor?

Con una hernia umbilical pequeña, el perro no suele tener dolor. No obstante, una incarceración puede ocasionar un dolor intenso que requiere ayuda inmediata.

¿Cuándo hay que ir al veterinario?

Si tu cachorro tiene una hernia umbilical, debes llevarlo al veterinario para que lo examine. Si el perro muestra signos de una incarceración peligrosa (vómitos, dolor, inflamación y agitación), llévalo inmediatamente.

Diagnóstico

Una hernia umbilical en perros es muy fácil de detectar palpando la zona. Los métodos de imagen (ecografías o radiografías) ofrecen más información sobre posibles incarceraciones y la posición de los órganos abdominales.

Tratamiento

Si tu cachorro tiene menos de ocho semanas, aún no conviene operar en esta fase. El motivo es que la abertura aún puede cambiar y cerrarse a medida que el cachorro crezca.

En esta fase se puede intentar desplazar el contenido a la cavidad abdominal y fijar la hernia con un botón y un apósito encima.

¿Cuándo hay que operar?

Si la hernia no se cura sola o existe peligro de incarceración, es necesario operar con anestesia. Para ello, el veterinario realiza lo siguiente:

  • Corta la piel que rodea el saco herniario en forma de elipse.
  • Despeja el saco herniario interno hasta la abertura de la hernia.
  • Presiona el contenido del saco herniario de vuelta a la cavidad abdominal (o lo extirpa).
  • Cierra la herida.

¿Cuándo hay que operar una hernia umbilical?

Si hay que operar a un perro con una hernia umbilical y cuándo es algo que depende de varios factores. Cuanto más grande sea la hernia, mayor es el riesgo de que se incarceren los órganos abdominales. Si tu perro ya muestra signos de incarceración, hay que actuar rápidamente.

Precio de la operación

El precio de una operación de hernia umbilical en perros no se puede prever con certeza. Hay factores que pueden influir en el precio, como la dificultad de la intervención o el momento de efectuarla (p. ej., en horario de urgencias).

Si la hernia no es complicada, el precio se sitúa entre los 50 y los 150 euros. En cambio, este precio puede dispararse en casos complicados. Además, hay que añadir los costes de los exámenes posteriores y los posibles medicamentos.

¿Qué pasa si no se opera?

En este caso, partes del intestino pueden quedarse enganchados en la hernia e incarcerarse. La falta de riego sanguíneo consiguiente provoca edemas inflamatorios y un intenso dolor. Además, el perro corre peligro de sufrir una obstrucción intestinal mortal.

Causas

Hay varios factores que pueden desencadenar una hernia de ombligo en perros:

  • El tejido conjuntivo de la pared abdominal es demasiado débil y se rompe por una presión intensa.
  • La abertura del ombligo es demasiado grande.
  • Predisposición genética
  • Heridas (sobre todo en perros adultos)

Onfalocele en cachorros no natos

Los cachorros no natos también pueden tener una hernia umbilical, por la que las asas intestinales y otros órganos abdominales (como el bazo) salen hacia fuera. En este caso, se habla de onfalocele.

Estas hernias no suelen aparecer solas, sino en combinación con otras malformaciones. Por eso, el pronóstico de estos cachorros es bastante peor. De hecho, mucho de ellos sobreviven muy poco tieognose für diese Welpen wesentlich schlechter – viele von ihnen überleben nur kurze Zeit.

Pronóstico: ¿puede cerrarse?

Sí, la mayoría de las hernias umbilicales se curan por sí solas en los primeros seis meses de vida.

No obstante, para evitar complicaciones, es recomendable que un veterinario las controle periódicamente. Esto es particularmente importante si la hernia es grande.

Hernia umbilical en perros © ptnphotof / stock.adobe.com
Si una hernia umbilical en perros no se cura sola, es necesario operar.

Prevención: ¿se puede evitar?

Se puede reducir el riesgo de hernia umbilical en perros cuando son cachorros. En primer lugar, los padres deben estar sanos y no transmitir esta característica por herencia a sus crías. Así pues, elige animales para la cría que nunca hayan tenido una hernia de ombligo.

Además, un trato cuidadoso y una alimentación del cachorro acorde a la especie contribuyen a que la pared abdominal esté menos sobrecargada y a reforzar el tejido conjuntivo.

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