Las garrapatas pueden transmitir los patógenos de la enfermedad de Lyme en perros.
En cuanto suben las temperaturas por encima de los siete grados, las temidas garrapatas despiertan de su hibernación. Estas pequeñas chupasangres no solo son engorrosas, sino que también pueden transmitir enfermedades, como la borreliosis. En las personas, esta es la enfermedad más diagnosticada en relación con una picadura de garrapata, pero nuestros perros también la sufren. Vamos a analizar cómo se manifiesta la enfermedad de Lyme en perros y cómo se puede tratar.
¿Hasta qué punto es peligrosa la enfermedad de Lyme en perros?
Primero, la buena noticia: aunque los perros se infectan a menudo de las bacterias que provocan la enfermedad de Lyme (Borrelia), es raro que contraigan una enfermedad con síntomas. En la mayoría de casos, las Borrelia permanecen en la piel del perro, estimulando la formación de anticuerpos. No obstante, si el sistema inmunitario del perro está debilitado por otras infecciones, los patógenos se extienden por el cuerpo.
Síntomas: ¿cuáles son los signos más importantes?
Si tu perro contrae borreliosis canina, los síntomas suelen aparecer entre dos y cinco meses después de la infección. Puede que aparezca una rojez directamente en el punto de la picadura, pero esto es raro y suele desaparecer en una semana.
Por desgracia, los síntomas de la enfermedad de Lyme en perros no son muy específicos. Algunos de los más importantes son:
- Inflamaciones articulares y cojeras (normalmente en la articulación más cercana a la picadura)
- Fiebre
- Falta de apetito
- Debilidad
- Hinchazón de los ganglios linfáticos
Las razas golden retriever, labrador retriever y boyero de Berna también suelen padecer inflamación en los riñones.
Diagnóstico: ¿cómo se detecta la borreliosis en perros?
El diagnóstico de la enfermedad de Lyme en perros se compone de varias piezas de rompecabezas. Si el veterinario sospecha de una infección por el informe preliminar (picadura de garrapata) y los síntomas clínicos, hay varias maneras de comprobarlo. La regla de oro es una combinación de dos métodos con los que se detectan los anticuerpos (ELISA y Western Blot).
Por desgracia, la prueba de anticuerpos no es equivalente a una verdadera enfermedad del peludo. Por eso, es posible que haya que examinar una muestra cutánea cerca de la picadura para detectar el patógeno directamente. Si la prueba es positiva, el diagnóstico queda consolidado.
Terapia: ¿qué tratamientos existen?
Para tratar la enfermedad de Lyme en perros se administran diferentes antibióticos durante unas cuatro semanas. Poco después de iniciar el tratamiento ya suele apreciarse una mejora considerable.
Sin embargo, las Borrelia aún no se han eliminado del todo. Si la enfermedad es crónica, con frecuencia el tratamiento no tiene éxito o se producen recaídas. En este caso, los veterinarios administran antiinflamatorios adicionalmente para aliviar los síntomas.
Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?
Como sucede con muchas otras enfermedades, cuanto antes se trate al perro, mejores son las probabilidades de curación. Y es que, si se vuelve crónica, es posible que siempre haya recaídas.
Causas: ¿cómo aparece la enfermedad?
Las Borrelia son bacterias en forma de espiral que transmite la garrapata Ixodes ricinus (garrapata común). Los patógenos se encuentran en el intestino de la garrapata y viajan hasta las glándulas salivales durante la ingesta de sangre en un plazo de 16-24 horas. Es entonces cuando tiene lugar la transmisión de las Borrelia al perro.
Las bacterias se reproducen en el punto de la picadura y se extienden al tejido conjuntivo. En algunos perros, las bacterias viajan de la piel a otros tejidos y articulaciones, provocando ahí los síntomas.
La enfermedad de Lyme en perros debe su nombre a la localidad estadounidense de Lyme, en Connecticut. Aquí se describió la enfermedad por primera vez en personas en 1975.
Prevención: ¿cómo se puede prevenir la enfermedad de la garrapata en perros?
¡Más vale prevenir que curar! Para prevenir la enfermedad de Lyme en perros, lo mejor es una buena profilaxis antigarrapatas.
Hay diferentes antiparasitarios contra las garrapatas: en forma de pipetas, collares o esprays. Además, procura proteger a tu perro de las garrapatas con temperaturas moderadas (por encima de siete grados centígrados) y repite el tratamiento regularmente.
Vacuna contra la borreliosis en perros
Existe una vacuna contra la enfermedad de Lyme en perros desde 1999. Dado que no protege de todos los tipos de Borrelia, su eficacia sigue cuestionada en la actualidad.
La vacuna no puede hacer nada contra una infección de Borrelia ya contraída. Si una garrapata muerde a tu perro antes de la primera vacuna (se puede poner a partir de las doce semanas de vida), primero hay que descartar la infección.
En España, esta vacuna está considerada como opcional. Por lo tanto, solo es recomendable en casos aislados y para perros altamente expuestos.