Criptorquidia en perros

Criptorquidia en perros

Lleva a tu cachorro al veterinario periódicamente para poder detectar una criptorquidia a tiempo.

Entre el uno y el siete por ciento de los machos sufren un descenso incompleto de los testículos, llamado criptorquidia. Te explicamos si la criptorquidia en perros es muy grave y cómo se trata.

¿Qué es la criptorquidia en perros?

La criptorquidia canina es una posición elevada o un desplazamiento de los testículos. Esta enfermedad aparece cuando los testículos dejan de ser palpables en el escroto tras ocho semanas de vida.

Los machos con criptorquidia presentan un mayor riesgo de desarrollar tumores testiculares malignos.

Además, pueden sufrir una dolorosa torsión testicular, que constituye una urgencia veterinaria.

Criptorquidia unilateral y bilateral

El descenso testicular puede verse alterado en uno o ambos testículos. En función del tipo, los veterinarios distinguen entre criptorquidia en perros unilateral o bilateral.

Síntomas

Si tu perro tiene al menos ocho semanas y no puedes palparle uno o ambos testículos, probablemente tenga criptorquidia. Como la temperatura corporal es más alta que la del escroto, los testículos no íntegramente descendidos suelen ser más pequeños de lo normal.

Muchos perros con criptorquidia producen demasiados estrógenos. Este hiperestrogenismo puede hacer que el perro presente alteraciones cutáneas o problemas conductuales, como agresividad o miedo.

¿Qué pasa si los testículos se retuercen?

Dado que los testículos con criptorquidia no están firmemente fijados, existe el peligro de que se retuerzan. Esta torsión testicular va asociada a un intenso dolor y se manifiesta con agitación o pánico. Una torsión testicular es una urgencia absoluta y requiere ayuda inmediata.

¿Cuándo hay que ir al veterinario?

Siempre es recomendable acudir al veterinario si tu perro muestra signos de enfermedad.

De hecho, es conveniente llevar a los cachorros y perros jóvenes al veterinario para hacerles chequeos periódicos. De este modo, es más probable que el especialista detecte trastornos del desarrollo, como la criptorquidia.

Criptorquidia en perros © eks / stock.adobe.comv
Los problemas de comportamiento, como la agresividad o el miedo, pueden ser síntoma de criptorquidia en perros.

Causas

Durante el desarrollo embrionario, el gubernáculo testicular, que se encuentra entre el testículo y el escroto, desempeña un papel importante. A medida que se contrae, tira de los testículos a ambos lados hasta el escroto a través de los canales inguinales.

Este descenso testicular (Descensus testis) finaliza entre diez y catorce días después del nacimiento. Pasados unos seis meses, los anillos inguinales se cierran. Si el descenso testicular dura más de lo normal, los testículos ya no pueden descender hasta el escroto y se produce la criptorquidia.

¿Qué razas son más propensas?

Básicamente, cualquier macho puede sufrir criptorquidia. Las razas pequeñas suelen ser más propensas, como el chihuahua, el bichón maltés, el yorkshire terrier o el caniche enano. Sin embargo, las razas grandes, como el bóxer o el pastor alemán, también pueden padecer criptorquidia en perros.

¿Es hereditaria?

Es posible heredar la criptorquidia en perros, aunque esto no está del todo aclarado.

Diagnóstico

En la mayoría de casos, el veterinario consolida el diagnóstico de criptorquidia en el primer examen. A continuación, es importante determinar la posición de los testículos en el cuerpo para poder delimitar mejor la situación.

  • Criptorquidia inguinal: los testículos están aprisionados entre el canal inguinal y el escroto. A veces, el veterinario puede palparlos en esta zona. Esta forma de criptorquidia en perros aparece en el noventa por ciento de los casos.
  • Criptorquidia abdominal: los testículos se encuentran en la cavidad abdominal. En este caso, el veterinario no puede palparlos y solo puede encontrarlos entre los riñones y el canal inguinal con una ecografía.
  • Criptorquidia ectópica: a veces sucede que un testículo o, menos frecuentemente, los dos se encuentran bajo la piel del muslo.

Para determinar la posición de los testículos, el veterinario palpa al perro exhaustivamente. Si es necesario, también se vale de métodos de imagen, como ecografías.

Criptorquidia en perros © ARVD73 / stock.adobe.com
Una ecografía puede ayudar a encontrar los testículos no descendidos en el abdomen.

Tratamiento: ¿cómo se trata?

Los perros con criptorquidia corren un riesgo catorce veces mayor de sufrir un tumor maligno que los no afectados. Además, los testículos no fijados pueden retorcerse. Por eso, la criptorquidia en perros requiere asistencia veterinaria.

Nota: El tratamiento adecuado para cada perro lo determina el veterinario.

¿Hay que operar?

En muchos casos es recomendable castrar a un perro con criptorquidia y, así, extirpar los testículos. De este modo, no solo acabarás con su sufrimiento, sino que evitarás que pase en herencia la enfermedad.

Otra opción es desplazar los testículos hasta el escroto quirúrgicamente. Esta técnica se emplea cuando el cuidador/a no quiere castrar al perro.

¿Cuándo hay que operar?

Si tu perro tiene una torsión testicular, es necesario operarlo de inmediato. La castración en casos de criptorquidia canina suele realizarse entre la llegada de la madurez sexual y el final del segundo año de vida. La operación para conservar los testículos suele efectuarse entre los tres y los siete meses de vida.

Habla con el veterinario sobre el mejor momento, ya que este depende de factores individuales.

¿Se pueden usar hormonas para tratarla?

En la medicina humana se utilizan hormonas para tratar la criptorquidia. No obstante, la mayoría de veterinarios las desaconsejan para tratar la criptorquidia en perros.

El motivo es que los perros con criptorquidia no castrados albergan cierto riesgo. Al fin y al cabo, pueden transmitir el defecto a sus posibles crías.

Pronóstico: ¿tiene cura?

La criptorquidia en perros suele poder tratarse sin problema. Lo importante para el éxito del tratamiento es que tú y el veterinario la detectéis a tiempo y toméis medidas. Si lo conseguís, estaréis protegiendo al perro de complicaciones peligrosas.

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