Infección de orina en perros

¿Tu perro orina mucho más de lo habitual durante un paseo largo? ¿Muestra signos de dolor mientras hace pipí? En ese caso, podría tratarse de una infección de orina en perros. Sigue leyendo para conocer datos importantes sobre este tema.

¿Es peligrosa la infección de orina en perros?

Cualquiera que haya tenido alguna vez infección de orina sabe que es muy dolorosa. Pues bien, en los perros también lo es. Si una cistitis en perros sigue su curso sin tratamiento, se extiende rápidamente por el uréter y llega a los riñones. En algunos casos, estos pueden sufrir daños permanentes.

Si la causa son cálculos urinarios o cristales, podría producirse una obstrucción de la uretra. El perro ya no puede orinar y se forma un atasco en los riñones, un estado peligroso para su vida.

Síntomas: ¿cómo se detecta?

El síntoma más frecuente de una infección de orina en perros es un incremento de las ganas de orinar con la micción de pequeñas cantidades o ninguna. Además, la micción es dolorosa. El perro manifiesta esto encorvando el lomo o expresando dolor. A veces, la orina tiene un olor distinto o presenta un cambio de color, con enturbiamiento o sangre. En cambio, es raro que la enfermedad afecte a su estado general. Lo que sí aparece con frecuencia es fiebre.

Diagnóstico: ¿cómo se diagnostica?

La exploración del veterinario y la información previa del cuidador ofrecen los primeros indicios de una infección urinaria en perros. Con un análisis de orina, a ser posible con una extracción estéril mediante cistocentesis, se confirma el diagnóstico. Para ello, el veterinario obtiene orina de la vejiga con una punción ecoguiada. Esta orina es más fácil de analizar que la recogida porque no está contaminada por los gérmenes de los genitales. La orina se examina bajo el microscopio para detectar células, bacterias y cristales, y también con tiras de ensayo. Asimismo, hay que realizar un examen bacteriológico de la orina.

Además, el veterinario observa la vejiga durante la ecografía para detectar anomalías, como alteraciones de la mucosa o indicios de cristales o cálculos. Para los cálculos que no se ven en la ecografía, puede que sea necesario hacer una radiografía. En casos complicados de infección de orina en perros, es necesario realizar más pruebas para detectar otras enfermedades.

Tratamiento: ¿qué opciones hay?

El examen bacteriológico permite al laboratorio o al veterinario determinar el germen causante de la infección de orina en perros. A continuación, hay que atacar este germen con el antibiótico que corresponda. También se suelen administrar analgésicos.

En los casos de cálculos urinarios, lo habitual es que haya que operar. Los cristales urinarios se pueden disolver con un cambio de alimentación. Si hay presentes otras enfermedades que favorecen la cistitis en perros, estas también se tienen que tratar. Solo así se puede curar la infección.

Causas: ¿cómo se origina?

En una infección de orina en perros, las bacterias son las protagonistas. Estas se asientan en la piel que rodea los genitales y suben por la uretra hasta la vejiga (infecciones ascendentes).

La infección de orina en perros puede afectar a animales de ambos sexos y de cualquier edad. Sin embargo, las perras son las más afectadas, ya que tienen la uretra relativamente corta en comparación con los machos. Además, las perras castradas son más propensas a estas infecciones por el debilitamiento del esfínter urinario. Las bacterias llegan a la vejiga más fácilmente desde aquí. Estas bacterias suelen ser gérmenes intestinales, como Escherichia coli y enterococos, pero también Proteus, estafilococos, menos frecuentemente Pseudomonas y otros. Normalmente, un solo germen es responsable de la infección y en el 25 por ciento de los casos, dos o más.

Los cristales o cálculos urinarios también son una posible causa de una infección urinaria en perros. Estos irritan la mucosa de la vejiga y la uretra, alterando sus mecanismos de defensa.

Además, los cambios en las estructuras anatómicas, como malformaciones de los órganos urinarios, pueden provocar infecciones. Al mismo tiempo, otras enfermedades, como la diabetes o el hiperadrenocorticismo, pueden alterar las defensas y reducir las propiedades antibacterianas de la orina. Esto se lo pone fácil a las infecciones ascendentes.

Pronóstico: ¿cuáles son las probabilidades de curación?

El pronóstico de una infección de orina en perros siempre depende de la causa subyacente. Las infecciones bacterianas se exterminan rápidamente con el antibiótico correspondiente. En cambio, si la cistitis es consecuencia de otra enfermedad, esta se debe tratar o curar primero.

Si los causantes son cálculos o cristales urinarios, estos deben tratarse para prevenir irritaciones e infecciones recurrentes de la vejiga.

Profilaxis: ¿cómo se puede prevenir?

Si tu perro es propenso a las infecciones de orina, no dejes que se empape cuando llueve y hace frío. También debes evitar que se tumbe en superficies frías.

Una buena higiene en la región anal cuando tenga diarrea también puede protegerlo de una infección de orina. Además, debe beber suficiente agua y no esperar demasiado para vaciar la vejiga.