En primer lugar, habría que descartar otras enfermedades o alergias frecuentes que pueden manifestarse con síntomas similares. Por ejemplo, podría tratarse de una infestación de parásitos, como pulgas, ácaros o lombrices.
Tras el diagnóstico de exclusión y para consolidar el diagnóstico de alergia alimentaria en perros, a continuación debe administrarse una dieta de exclusión.
Dieta de exclusión con provocación
Después de hablarlo con el veterinario, dale a tu perro un nuevo alimento hipoalergénico durante al menos seis semanas. Este no debe contener las fuentes de proteínas ni carbohidratos que estaban presentes en la comida anterior. Si los síntomas mejoran, este es el primer indicio de que podría tratarse de una alergia alimentaria en perros.
Para aclarar mejor estos signos, a continuación se lleva a cabo una provocación. Dale otra vez al perro un poco de la comida antigua. Si los síntomas vuelven a aparecer, esto consolida el resultado del diagnóstico tentativo.
Test de alergia
Un test de IgE también puede ayudar a diagnosticar una alergia alimentaria en perros. No obstante, esta prueba es un tanto controvertida porque no siempre es eficaz. Lo mejor es que le pidas consejo al veterinario sobre si un test de alergia está indicado para tu perro.