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Los que ven un terrier ruso por primera vez se suelen quedar asombrados. Fuera de Rusia, este peludo es muy difícil de encontrar, aunque lo conoce cada vez más gente. Los amantes de la raza también lo llaman perla negra de Rusia.
El terrier ruso es imponente. Rezuma majestuosidad, fuerza y serenidad. Además, su tamaño contribuye a este aspecto impresionante. Los machos alcanzan una altura de cruz de 70-74 cm y las hembras, de 68-72 cm, pudiendo pesar hasta 60 kg. Estos perros son musculosos y atléticos, y presentan una estructura ósea maciza y una caja torácica voluminosa. Tienen la cabeza grande y robusta con un cráneo ancho y una frente plana. Llaman mucho la atención la barba y el bigote, que realzan el hocico. La cola tiene forma de sable o de hoz y la llevan sobre el lomo. En Rusia se suele amputar, una práctica que está prohibida en la mayoría de países europeos. El pelaje siempre es negro, al igual que la trufa, y cuenta con un subpelo denso y suave, y una capa externa áspera y también densa. Se permiten pelos grises aislados.
El terrier ruso es una raza joven, ya que su origen se encuentra en la década de 1940. El objetivo de los criadores rusos era crear un nuevo perro de trabajo, para lo que cruzaron varias razas específicamente. Además del carácter, lo importante era que los perros pudieran trabajar bien en todas las zonas climáticas de Rusia. En cambio, el exterior apenas importaba. Una de las tres razas más importantes implicadas en la cría se reconoce a primera vista: el padre primigenio del terrier ruso fue un schnauzer gigante llamado Roy que aparearon con varias hembras. Como resultado, los antepasados de la raza son casi un tercio schnauzer gigante, rottweiler y airedale terrier. También se usó algún terranova, pastor alemán y gran danés, así como otras razas en menor medida.
El objetivo de la cría era obtener un perro guardián y policía robusto, valiente y con un carácter consolidado. Los primeros ejemplares de la raza se utilizaban principalmente como perros guardianes en prisiones y como perros militares y policía. Además, protegían las fronteras. Sin embargo, pronto quedó claro que la raza no era la mejor como perro de trabajo por varios motivos. Estos perros son muy apegados, por lo que sufrían en las perreras en las que los tenían. Por otro lado, el cuidado del pelaje era demasiado laborioso. Asimismo, este perro se desarrolla tarde y no es completamente adulto hasta los tres años. Así pues, un perro joven durante mucho tiempo no resultaba rentable como perro de servicio.
La raza se crio exclusivamente en el criadero Krásnaya zvezdá hasta 1957. Después de que algunos ejemplares cayeran en manos de particulares, la gente enseguida se dio cuenta de sus cualidades positivas. Así pues, la cría de la raza se fue estableciendo poco a poco. El reconocimiento oficial como raza independiente tuvo lugar en Rusia en 1981. No obstante, la FCI no reconocería al terrier ruso —llamado terrier negro al principio— hasta tres años más tarde.
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El carácter era importantísimo para la cría. El terrier ruso debía ser un compañero seguro de sí mismo que no perdiera la calma por nada. Estos perros se caracterizan por una gran fidelidad a su cuidador y son muy listos. En casa son tranquilos. Al terrier ruso le encanta pasar tiempo con su manada de humanos. Es apegado, cariñoso y, por tanto, un buen perro familiar, pero solo es apto para gente con experiencia. No solo es fiel, sino también valiente, y siempre está dispuesto a defender a sus seres queridos o su territorio.
Este antiguo perro guardián y protector necesita un adiestramiento perseverante desde pequeño de un cuidador asertivo con muchos conocimientos. Además, el terrier ruso es un animal sensible. Por consiguiente, sé justo/a con él para no destruir la relación de confianza entre vosotros. Elógialo cuando se porte bien y sé estricto, pero nunca agresivo si se porta mal. Es muy recomendable llevarlo a una escuela para cachorros para que conozca perros de todos los tamaños y razas. Esto puede ser decisivo para su socialización.
Esta raza es robusta y, en general, goza de una buena salud. Sin embargo, si te interesa, compra un cachorro únicamente a un criador serio. Estos criadores trabajan con el certificado de procedencia y una prevención sanitaria exhaustiva. De este modo, se reduce el riesgo de que los perros contraigan ciertas enfermedades. Como todos los perros grandes, los padres deben someterse a pruebas de displasia de cadera y codo antes de utilizarlos. Con menos frecuencia, estos perros pueden ser propensos a algunas enfermedades neurológicas, cardíacas (cardiomiopatías y estenosis aórticas) y oculares. Además, atente a los consejos de alimentación para perros grandes y al cuidado del pelaje de esta raza tan peluda. El terrier ruso puede alcanzar los catorce años, que es una edad bastante longeva para su tamaño.
Como cualquier perro, el terrier ruso necesita una alimentación rica en proteínas de buena calidad. Por eso, elige un alimento que contenga abundante carne, pero no cereales. Con esta raza es muy importante que no gane peso demasiado rápido durante el periodo de crecimiento. Es cierto que el cachorrito tiene que hacerse grande, pero esto debe suceder poco a poco. Si crece demasiado rápido, los huesos y las articulaciones pueden sufrir daños irreparables. Así pues, no dejes que tu cachorro o perro joven coma todo lo que quiera. Dale hasta seis comidas al día y atente a las cantidades recomendadas del fabricante.
La comida para cachorros de razas grandes está diseñada específicamente para las necesidades de las razas grandes. Pídele al criador o al veterinario una curva de crecimiento de perros grandes y úsala para comprobar el peso de tu perro periódicamente. Los ejemplares adultos deben comer dos o tres veces al día. Después de comer, el peludo debe descansar porque, como todas las razas grandes, también es propenso a la torsión gástrica. Además, las chucherías también pueden ser saludables. Los snacks dentales y los trozos de carne deshidratada para perros son buenos ejemplos. Sin embargo, modérate con las cantidades, ya que la grasa en las caderas aumenta el riesgo de displasia. Recuerda que tu perro siempre debe tener agua fresca a su disposición.
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Los cuidados de este imponente peludo no se deben tomar a la ligera. Ten esto en cuenta si estás pensando en adoptar un terrier ruso. Deberás cepillarle el pelo a fondo dos o tres veces por semana para que no se enrede. Empieza a acostumbrarlo desde cachorro con pequeñas sesiones de peine y cepillo, y elógialo generosamente después. Así, asociará este ritual con algo positivo desde el principio. El pelo entre las patas puede cortarse periódicamente, algo importante en invierno para que no se formen cúmulos de nieve. Además, córtale los pelos que crecen en dirección a los ojos antes de que le provoquen inflamaciones. Los pelos del oído interno también pueden causar inflamaciones. Para evitarlo, puedes quitárselos regularmente con unas pinzas redondeadas. Lo mejor es que le pidas al peluquero canino o al criador que te enseñen a limpiarle los oídos.
Por otra parte, deberás eliminar el subpelo muerto cada uno o dos meses mediante trimming. Aunque el cuidado del pelaje del terrier ruso es muy laborioso, no solo le sienta bien a él, sino que refuerza vuestro vínculo. Además, el terrier ruso apenas pelecha, lo que significa que casi no muda el pelo en primavera y otoño. Por último, inspecciónale las uñas de vez en cuando y córtaselas cuando estén muy largas.
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Aunque el terrier ruso se describe como tranquilo, esto solo es así en casa. Fuera siempre está dispuesto a divertirse y correr durante kilómetros le sabe a poco. Si solo puede correr junto a su cuidador, se aburrirá enseguida porque también necesita ejercicio mental. Con mucha paciencia —el terrier ruso necesita su tiempo—, es un perro de terapia, salvamento y rastreo ideal. Lógicamente, también es un excelente perro guardián y protector. Asegúrate de que no haga sobreesfuerzos ni salte en edad de cachorro y perro joven, para que no se dañe las articulaciones. Con el visto bueno del veterinario, de adulto puedes llevarlo a correr contigo si lo entrenas para ello con precaución. Sin embargo, no es apto para correr tramos largos. Además, muchos se divierten aprendiendo truquitos o haciendo ejercicios de agility adaptados a su tamaño.
Debido a su pasado de perro guardián y a su tamaño imponente, el terrier ruso solo es apto para expertos. Su adiestramiento requiere mucho tiempo y conocimientos. No es apto para gente que trabaja fuera y debe dejarlo solo mucho tiempo. Además, ya solo por su tamaño, tampoco debe vivir en un piso pequeño de ciudad. Tampoco debe tener que subir muchas escaleras. El mejor hogar para este peludo es una casa con un jardín vallado. Con los niños suele llevarse bien, pero nunca hay que dejarlos solos sin supervisión. Además, hay que tener cuidado cuando vengan niños de visita. Cuando los niños se peleen, el terrier ruso podría intentar defender a los niños de su familia. También puede hacerse amigo de los gatos si ya tuvo contacto con alguno de cachorro. Si no conoce a ningún gato, solo es recomendable juntarlos hasta cierto punto.
Antes de adoptar este perro, piensa en los gastos en los que incurrirás, aparte del precio de compra. Un perro de hasta sesenta kilos necesita más comida que uno pequeño. Además, cuenta con las visitas al veterinario y el seguro de responsabilidad civil.
Aunque el terrier ruso no es muy común, goza de una popularidad entre estable y ligeramente creciente, incluso fuera de Rusia. Por ejemplo, en España han nacido varias decenas de cachorros al año en los últimos años. El criador que elijas deberá ser miembro de una asociación y entregar sus cachorros con pedigrí. En efecto, los criadores serios no solo valoran la salud de sus perros, sino también una buena socialización e impronta. El cachorro se irá contigo como muy pronto con ocho semanas de vida. Para entonces, tendrá el chip y lo habrán vacunado y desparasitado varias veces.
Si buscas un terrier ruso adulto, echa un vistazo en internet. Nuestro consejo: dale la oportunidad a un perro de la protectora de animales. Muchos perros negros mayores se pasan años en la protectora esperando un nuevo hogar. Ya sea un perro de la protectora o uno de pura raza, infórmate bien sobre sus antecedentes. Es importante que te preguntes honestamente si el peludo encaja contigo o no. En función de su pasado, un perro adulto de este tamaño puede ser todo un desafío que es mejor dejar en manos de expertos.
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