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El Sussex spaniel es un perro británico de patas cortas y lomo recto y fornido. Es un perro levantador apasionado lento, pero muy concienzudo. Su carácter tranquilo y cariñoso hace que también pueda ser un perro familiar y de compañía. No obstante, sigue siendo una raza muy rara hasta hoy.
«Vísteme despacio, que tengo prisa». El Sussex spaniel parece haber interiorizado este refrán. Con sus patas cortas, su nariz colgante y su marcha rodante tan característica, se abre paso lenta y parsimoniosamente entre los matorrales. No obstante, gracias a su minuciosidad y su excelente olfato, la búsqueda suele tener éxito. Su resistencia y su estilo de trabajo concienzudo le han valido una excelente fama como levantador desde finales del siglo XVIII. Aunque no ha perdido ni una de sus valiosas cualidades, este perro se ha vuelto muy poco frecuente.
Al Sussex spaniel parece costarle competir con otras razas no solo como perro de caza, sino también familiar. Sin embargo, este perro fuerte con pelaje leonado es un perro de compañía y familiar estupendo. Su sociabilidad y su simpatía constante lo convierten en un compañero cariñoso y fiel. Entabla un vínculo muy intenso y estrecho con su manada, especialmente con los niños. Le encanta estar en todo y sigue a su familia allá donde vaya. Además, gracias a su apego a las personas, también es muy dócil, aprende muy rápido y se adapta de maravilla.
No obstante, que no te engañen su marcha parsimoniosa y su serenidad. El Sussex spaniel también tiene su temperamento. Al aire libre, en particular, demuestra que tiene mucha energía. Emprende sus tareas de caza con entusiasmo y dinamismo. Sin embargo, también acepta actividades alternativas de cualquier tipo que lo estimulen tanto física como mentalmente. Aunque es el spaniel más tranquilo, fuera es un perro activo y temperamental. No solo le encantan los paseos largos por la naturaleza, sino también los ejercicios variados y los juegos de inteligencia. Eso sí, su fiebre de caza puede sobrecogerlo en cualquier momento. Por eso, deberás tenerlo controlado en todo momento cuando estéis fuera, por muy apegado que sea.
La energía de un Sussex spaniel suele subestimarse, sobre todo por su aspecto. Con un peso de unos 23 kg y una altura de cruz de solo 38-41 cm, parece muy macizo. Además, su marcha parsimoniosa y rodante, y sus patas cortas (las más cortas de todos los spaniels) no revelan el temperamento que tiene.
La criadora inglesa Joy Freer, que crio al Sussex spaniel desde 1923 hasta 1984 e influyó considerablemente en su desarrollo con su criadero Fourclovers, comparaba a su raza preferida con un león. La marcha rodante tan poco habitual para un spaniel y la manera en que mueve sus fuertes huesos y sus grandes patas solo se observan en leones. Además, el pelaje denso y dorado, que parece más dorado aún en las puntas, no se aprecia en otros animales. Bueno, quizá en un león sí.
El tupido pelo del Sussex spaniel es liso y de longitud media. Lo tiene muy abundante en las orejas, la cola, la parte trasera y las patas. La capa externa de color hígado dorado se ve reforzada por un subpelo muy denso. Este protege al perro eficazmente del viento y la lluvia. Sus ojos color avellana bajo las cejas pobladas y ligeramente fruncidas le confieren una expresión mansa, incluso pensativa.
Aunque el Sussex spaniel sigue siendo muy raro en la actualidad, participó en la evolución de muchas razas de spaniel. Su historia se remonta a mucho tiempo atrás. A finales del siglo XVIII, en 1795, nacieron en el condado de Sussex los primeros spaniels homónimos. El criador E. A. Fuller, que dirigió el criadero of Rosehill hasta su muerte en 1847, está considerado el precursor de la raza. En sus más de cincuenta años de cría, consolidó el carácter y el aspecto del Sussex spaniel. Los cruces con otros spaniels, que alcanzaron una mayor atención, hicieron que perdiera relevancia como cazador en los matorrales.
Aunque el Sussex spaniel fue una de las diez primeras razas en entrar en el libro de cría del American Kennel Club en 1884, nunca alcanzó un éxito real como el del cocker spaniel inglés o el springer spaniel inglés. Cuando la criadora Joy Freer asumió la raza en 1923, el Sussex spaniel en su forma pura estaba al borde de la extinción. Hay que agradecer al compromiso de esta criadora que ocho ejemplares de pura raza sobrevivieran a la Segunda Guerra Mundial. Con ellos se pudo retomar la cría de la raza.
Hoy día, la raza está reconocida por todas las grandes asociaciones cinológicas: la Federación Cinológica Internacional (FCI), el American Kennel Club, el Kennel Club of Great Britain, el Canadian Kennel Club, el National Kennel Club y el New Zealand Kennel Club. Sin embargo, la base de cría del Sussex spaniel sigue siendo muy reducida, como siempre. Donde más extendida está la raza es en América del Norte. También hay un puñado de criadores en Francia, Bélgica y la República Checa. En cambio, es extremadamente difícil de encontrar en el Reino Unido, su patria, y en otros países europeos.
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Si te interesa esta raza, te resultará difícil encontrar un ejemplar auténtico, y todavía más un cachorro de pura raza. Lo mejor es que te informes en el club de spaniel oficial de tu país sobre criadores y posibles camadas. A veces, lo único que se puede hacer es viajar al extranjero para conseguir un cachorro.
Los anuncios de cachorros de Sussex spaniel de internet o el periódico pueden resultar tentadores. No obstante, debes comprobar si el anuncio en cuestión es realmente serio. Lo habitual es que los criadores responsables no anuncien sus cachorros. Lo que quieren es entregar a sus perros a personas realmente interesadas en la raza y conscientes de su responsabilidad. La gente que simplemente se enamora del adorable cachorro de la foto no necesariamente entra en esta categoría.
Si para ti es importante comprar un cachorro que no solo se corresponda con la raza estéticamente, sino que sea un Sussex spaniel auténtico, con una buena salud y un carácter consolidado, cómpraselo a un criador serio. Estos se atienen a las condiciones de cría de la FCI y solo entregan sus perros con la documentación y el pedigrí certificados. Asegúrate de que haya realizado todas las pruebas importantes, como radiografías de las caderas para descartar displasias y exámenes oculares. Los padres y hermanos también deben haber dado negativo en las pruebas de las enfermedades mencionadas. Antes de que te decidas a comprar un cachorro, convendría que te reunieras con el criador en persona. Solo así podrás hacerte una idea real de la calidad y seriedad de su trabajo. Además, podrás cerciorarte de que este cachorro de Sussex spaniel realmente es adecuado para ti.
La responsabilidad por la salud de tu perro empieza con la compra del cachorro. Solo un perro de cría seria puede reunir los requisitos de una vida sana, al menos de manera demostrada. Los test genéticos y las radiografías pueden descartar que el perro presente un riesgo elevado de sufrir enfermedades típicas, como displasia o problemas oculares. Por suerte, el Sussex spaniel se considera muy sano y no se le conocen enfermedades concretas. Tampoco son frecuentes en él los problemas articulares, pese a sus huesos pesados.
Unos antepasados sanos y unas pruebas médicas superadas con éxito no son garantía de una vida larga sin enfermedades. Después de todo, la alimentación, la tenencia y los cuidados del perro influyen enormemente en su bienestar. Pero ¿cuál es la alimentación correcta para el Sussex spaniel?
En primer lugar, la comida debe cubrir la demanda nutricional del perro. No importa en qué formato esté preparada, es decir, cruda, cocinada o en forma de pienso o comida húmeda. La demanda nutricional del perro es un tema muy individual y no depende tanto de la raza como de criterios como el tamaño, peso, edad y nivel de actividad. Por ejemplo, un cachorro no necesita la misma comida que un perro adulto. Por su parte, un perro faldero no tiene las mismas necesidades que uno de caza.
La comida que elijas para el Sussex spaniel debe depender de su edad, peso y ejercicio diario. Resulta muy útil realizar un análisis de la demanda nutricional y saber qué nutrientes contiene cada componente. Básicamente, todos los perros necesitan carne para vivir y sobrevivir. La carne es la fuente de proteínas más importante para ellos y no debe faltar en su dieta. Esta se debe complementar con verduras, arroz, pasta y copos. Además, tu perro siempre debe tener agua fresca a su disposición. En cambio, la comida solo se le debe servir a horarios fijos. Un Sussex spaniel adulto tiene suficiente con una o dos comidas al día.
La comida no es lo único que debe seguir una rutina, sino también los cuidados del perro. El pelaje denso, sedoso y semilargo del Sussex spaniel debe cepillarse dos o tres veces por semana. Asimismo, hay que controlarle las patas y las orejas caídas a intervalos regulares. De este modo, podrás prevenir inflamaciones. Además, podrás detectar alteraciones a tiempo que puedan apuntar a una enfermedad para que el veterinario averigüe la causa.
El Sussex spaniel no se altera fácilmente. Mientras pueda estar cerca de su familia, el ruido de los niños y del tráfico no le molestan. Así pues, a priori no hay ningún inconveniente en que viva en la ciudad. De hecho, este perrito no necesita una casa grande para estar a gusto. Lo que sí necesita a toda costa es suficiente ejercicio en exteriores y la posibilidad de moverse en la naturaleza. Obviamente, esto no siempre es posible en una ciudad. No obstante, si estás dispuesto/a a llevarlo al campo diariamente, no hay ningún problema con que vivas en la ciudad. Lo importante es ofrecerle a este perro tan vivo y trabajador la dosis de ejercicio y entretenimiento que necesita.
Degradarlo a simple perro familiar no es justo para él y acabará por hacerlo infeliz.
Aunque el Sussex spaniel sigue teniendo un sentido del olfato excelente y es un perro levantador ideal, no tiene por qué trabajar como cazador. Los no cazadores también pueden disfrutar con este perro tan simpático y dócil. Una buena manera de desfogar su temperamento y dinamismo son los deportes caninos. Infórmate sobre las ofertas de tu zona y averigua con qué deporte os lo pasáis mejor. Los ejercicios de cobro y olfateo son ideales para el Sussex spaniel.
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