Staffordshire bull terrier

Staffordshire bull terrier

¿Perro potencialmente peligroso o perro familiar cariñoso? Con el staffordshire bull terrier, esto depende totalmente de su educación. Para fomentar sus cualidades positivas, como la lealtad y la bondad, y controlar sus conductas problemáticas, como la dominancia y la terquedad, hay que tener mucha experiencia.

¿Un perro de pelea como perro canguro?

Lo esencial es que este perro acabe en las manos correctas. Con un adiestramiento cariñoso, pero constante, y una buena socialización, puede convertirse en un perro de compañía fiable y bondadoso. Además, se muestra particularmente manso y mimoso con los niños. No es de extrañar que en Inglaterra, donde es una de las cinco razas preferidas, lo llamen cariñosamente babysitter dog o nanny dog. Le encanta tener un vínculo estrecho con su familia y busca la cercanía de las personas de su entorno. Nunca hay que tenerlo en una perrera.

Perro tenaz con tendencia a la dominancia

No obstante, su naturaleza apegada y bondadosa puede cambiar radicalmente. Quien lo trate con agresividad o una dureza extrema enseguida se arrepentirá de haberse metido con él. El staffordshire bull terrier tiene un umbral de excitación muy bajo. Por eso y por su carácter intrépido y dominante, puede convertirse en un peligroso perro de pelea. Por desgracia, siempre hay gente que malinterpreta su lado duro y tenaz, y lo adiestra específicamente para morder y agredir. No obstante, la ignorancia, la falta de perseverancia y la inseguridad también pueden tener consecuencias terribles. Por todo esto, este perro familiar tan querido en Inglaterra figura en la lista de perros potencialmente peligrosos en muchos otros países europeos y en regiones de EE. UU. y Canadá. En estas regiones, la tenencia, la cría y la importación están sujetas a condiciones estrictas.

Mucho amor y un adiestramiento perseverante

Si aceptas su carácter intrínsecamente pacífico y sensible, verás que puede ser un perro flexible y cariñoso. No solo puede ser un perro guardián eficaz, sino también un compañero de juegos mimoso y un deportista excelente. Para tener un staffy se requiere experiencia en el adiestramiento canino, seguridad en uno/a mismo/a, calma, paciencia, y, sobre todo, mucho amor por el perro. También es imprescindible una socialización temprana, especialmente con otros perros. Además, hay que ofrecerle mucha confianza y consolidar la jerarquía, donde la persona siempre ocupa el puesto más alto. Estos requisitos no deben faltar para que el adiestramiento sea un éxito y la convivencia, armoniosa.

Aspecto

Seguramente, su fama de perro de pelea valiente se debe menos a su carácter que a cuidadores irresponsables o inexpertos. Lógicamente, su estatura fornida y musculosa contribuye a que haya gente que le tenga miedo o, como mínimo, respeto. Con una altura de cruz de entre 35 y 40 cm, y un peso de entre 11 y 17 kg, el staffordshire bull terrier es una raza mediana o pequeña y, sobre todo, pesada. Su cuerpo demuestra una enorme fuerza y, pese a su peso imponente, es muy rápido y ágil.

Pelaje corto de muchos colores

Bajo su pelo corto y liso, muy fácil de cuidar, se marcan muy bien los músculos. Su cabeza tan característica es ancha y muy corta. Además, tiene las orejas erguidas o en forma de rosa y ligeramente inclinadas hacia delante. Tan polifacético como su carácter es su color de pelo. Puede ser prácticamente de cualquier tonalidad, desde negro, blanco y rojo hasta azul. Además, puede ser monocolor, de un color combinado con blanco o atigrado.

Historia

Probablemente, los antepasados del staffordshire bull terrier actual eran relativamente fornidos y no muy grandes. Aparecieron en Inglaterra hace unos 250 años. En aquel entonces, los perros que surgían de cruces de diferentes terriers los tenían y criaban mineros del Black Country. Esta es la región de las Midlands alrededor de Birmingham y el condado de Staffordshire. Los trabajadores pronto descubrieron que podían ganar dinero con la extraordinaria aptitud de estos perros como exterminadores de ratas. Así, además de tu tarea original como cazadores de ratas, cada vez se usaban más como mordedores de ratas. Este era un espectáculo sangriento donde se apostaba por el perro que matara más ratas en un tiempo definido.

De cazador de ratas guerrero a perro familiar

Alrededor de 1810, el bull and terrier, como se llamó a la raza entonces, era muy asiduo en las peleas de perros. Este deporte, por suerte ya prohibido, era muy popular entre la población inglesa y prometía grandes cantidades de dinero. Muchos mineros mejoraban sus bajos ingresos organizando estas peleas, vendiendo cachorros y con apuestas. Su bajo umbral de excitación y su dureza pronto convirtieron al staffordshire bull terrier en la línea de perros de pelea preferida de Inglaterra. En 1835, el Parlamento inglés prohibió las sangrientas peleas de animales y, con ellas, las peleas de perros. Quien no quisiera caer en la ilegalidad tenía que concentrarse a partir de ahora en otro objetivo de cría. En lugar de la aptitud como perro de pelea, ahora la meta era la aptitud como perro familiar.

Casi tan famoso en Inglaterra como el pastor alemán

No obstante, pasarían cien años hasta que el antiguo perro de pelea se reconociera oficialmente como perro de compañía. En 1935, el staffordshire bull terrier se inscribió en el Kennel Club como raza británica independiente. Según el estándar de la raza, se favorece principalmente la elevada inteligencia y el gran vínculo con las personas y los niños, aparte de la valentía. Actualmente, figura en el quinto puesto de la lista británica de razas más demandadas, justo detrás del pastor alemán.

Staffordshire bull terrier 1 © Pixel Memoirs / stock.adobe.com

Restricciones de tenencia en muchos países

En otros países, el staffordshire bull terrier lo tiene más difícil por su dudoso pasado y los criadores irresponsables. Las listas de razas PPP y las condiciones estrictas de tenencia, cría e importación pretenden protegernos de los perros peligrosos. No obstante, no ayudan en absoluto a mejorar la imagen del staffordshire bull terrier.

Cría y compra

Si te interesa el staffordshire bull terrier, deberás familiarizarte con las condiciones nacionales o regionales. En España, Alemania, Austria, Suecia, Suiza, varios estados de EE. UU., Canadá y muchos otros países con listas de razas PPP, el staffy está considerado PPP. Las restricciones varían de una región a otra. Por ejemplo, pueden implicar desde la obtención de una licencia hasta la prohibición de la cría y la tenencia.

¿Eres apto/a para tener un staffordshire bull terrier?

Por mucho que te encante el staffordshire bull terrier, debes reflexionar mucho antes de comprarlo. Sopesa honestamente si tienes los conocimientos y experiencia necesarios para tenerlo. La gente insegura que espera conseguir una mayor autoconfianza con un perro tan fuerte no es apta de ninguna manera. De hecho, no solo se requieren conocimientos teóricos sobre adiestramiento canino. También hay que tener seguridad en uno/a mismo/a, calma y serenidad para conseguir que este perro tan dominante, al que le gusta poner sus límites a prueba, entienda cuál es su posición y se convierta en un compañero cariñoso.

Cosas a tener en cuenta antes comprarlo

Que no te extrañe si un criador te examina con lupa en la primera visita. Es muy probable que te pregunte por tu vida, planes de futuro, entorno actual y situación profesional y de salud. Este es un buen signo porque demuestra que no le interesa deshacerse de sus cachorros lo antes posible. Los criadores serios asumen una gran responsabilidad por sus perros. Además, los crían por amor a la raza y quieren encontrar un hogar igual de responsable para ellos. Por eso, no te ofendas si el criador te desaconseja que compres el cachorro. En lugar de tomártelo a mal, piensa en si quizá otra raza sería más adecuada para ti.

¿El criador es serio?

Hay otros aspectos con los que puedes poner a prueba la seriedad del criador. Además de los documentos necesarios, los certificados sanitarios y la pertenencia a un club oficial, la impresión personal también cuenta. ¿Los animales se crían en un entorno familiar íntimo y viven en contacto estrecho con el criador? ¿El criadero da una impresión correcta y no demasiado sucia o descuidada? ¿Cómo reacciona la madre de los cachorros a tu visita? ¿Se muestra distante, pero abierta y pacífica, o parece agresiva? ¿El criador valora una socialización temprana de los cachorros? ¿Los ha familiarizado ya con otros perros y personas, sentando así las bases de un desarrollo positivo de sus perros?

Precio

Si has respondido a todas estas preguntas afirmativamente, ya puedes hablar sobre los detalles del contrato. Un cachorro de un criador registrado cuesta unos 1000 euros. Los perros de la protectora suelen ser mucho más baratos. No obstante, piensa que su adiestramiento es más difícil que el de un cachorro, al que aún pueden marcársele límites.

Salud y enfermedades típicas de la raza

Como muchos otros perros, el staffordshire bull terrier es propenso a la displasia de cadera y codo. También se conocen casos de luxación de rótula. Además, son típicas de la raza las enfermedades cutáneas, los cálculos renales y los problemas oculares, como las cataratas, que pueden dejar ciego al perro si no se detectan.

Cuidados

La mayoría de las enfermedades mencionadas se pueden tratar si se detectan a tiempo. Los cuidados e inspección periódicos del pelo, patas, oídos y dientes no solo obedecen a motivos estéticos, sino también sanitarios. Al cuidarle el pelo y el cuerpo regularmente, podrás detectar alteraciones enseguida. Si observas cambios exteriores en la piel, la boca o los oídos, o tu perro se comporta de forma diferente, p. ej., está más tranquilo de lo habitual, se mueve poco y parece menos ágil, llévalo al veterinario lo antes posible. Recuerda que este perro es muy duro consigo mismo y se guarda el dolor y los problemas para sí. Por esto mismo es tan importante que lo observes con atención.

El cuidado del pelaje en sí es muy fácil con este perro. Al ser tan corto, basta con cepillárselo una vez por semana para mantener su brillo y color.

Alimentación

La alimentación de este peludo debe estudiarse escrupulosamente porque es propenso a las alergias, al igual que otros terriers. Los problemas de piel pueden ser signo de una mala alimentación. Una alimentación de dieta puede resultar útil, pero habla con el veterinario antes de cambiarle la comida. Si las pruebas revelan alergias o intolerancias, el veterinario elaborará una dieta detallada para tu perro.

La base de una vida larga

Por lo demás, el staffordshire bull terrier puede comer todo lo que comen otros perros. Lo importante, como con cualquier otro perro, es que la alimentación sea de calidad. Los ingredientes de relleno o cereales excesivos, azúcares, conservantes químicos y potenciadores del sabor artificiales son signo de mala calidad. La comida debe tener un contenido de carne del 60-80 por ciento, verduras y grasas y aceites importantes. Si le das comida preparada a tu perro, estudia atentamente los componentes que se indican en el envase. Además, puedes alimentarlo con comida cocinada en casa o con el método barf (alimentación cruda biológicamente apropiada).

Decidas lo que decidas, lo importante es que tu perro reciba todos los nutrientes vitales en la cantidad y con la composición correctas a través de su alimentación. Esta es la base de una vida larga de tu staffy.

Nuestros artículos más útiles
10 min

Golden Retriever

El golden retriever es una de las razas más populares, sobre todo para familias. Pero su capacidad de aprender no es la única cualidad que lo caracteriza. En este artículo aprenderás todo lo que hay que saber sobre el golden retriever.

9 min

Pinscher miniatura

¿Un pinscher en formato mini? No te dejes engañar. El pinscher miniatura es todo un hombrecito. Si estás buscando un perrito faldero dulce y tranquilo, el pinscher miniatura no es para ti. A pesar de su tamaño, tiene una gran necesidad de hacer deporte y moverse, y lleva a su cuidador siempre al trote.

11 min

Labrador retriever

Complaciente, amigo de los humanos y robusto: el labrador retriever es un popular perro familiar de tamaño mediano que, por sus orígenes como perro de trabajo, necesita estimular la mente y el cuerpo.