{"url":"https://www.zooplus.es/magazine/perros/razas-de-perro/shiba-inu","title":"Shiba inu","mag_id":214492,"is_single":true,"cat_name":"Perros","sub_cat_id":228,"sub_cat_name":"Razas de perro","cat_id":225}
El pelo tupido y el tamaño manejable del shiba inu lo convierten en un perro atractivo para mucha gente. No obstante, la convivencia con este spitz japonés requiere conocimientos de adiestramiento y pasión por el ejercicio conjunto.
La traducción de shiba inu es, sencillamente, perro pequeño. Con sus 13 kg como máximo, este perro es el más pequeño de las seis razas japonesas reconocidas por la FCI. Sus señas de identidad son las orejas triangulares erguidas que subrayan su expresión facial atenta. Según el estándar, la cola gruesa debe estar enroscada sobre el lomo. El pelo corto puede ser rojo, negro con fuego o sesam, que es una mezcla de pelos rojos y negros. Todos los colores deben tener urajiro, que son pelos blancuzcos alrededor del hocico, en el cuello, el pecho y el abdomen, así como bajo la cola y en la parte interna de las patas. En general, el aspecto de este perro japonés es muy primitivo y recuerda a un zorro, especialmente los ejemplares rojizos.
Historia
De las alturas del centro de Japón al mundo entero
Las raíces de la raza shiba inu se encuentran en las regiones montañosas del centro de Japón. Aquí, sus antepasados sirvieron a los habitantes durante siglos como guardianes y cazadores de caza menor y aves, como faisanes. Durante todo este tiempo, la raza estuvo mayoritariamente exenta de otras influencias porque, sencillamente, allí no había otros perros con los que cruzarla. Cuando los británicos trajeron otros perros a finales del siglo XIX, hubo cruces con setters y pointers. En pocas décadas, un perro shiba inu de pura raza se convirtió en una rareza.
En 1928, los amantes de la raza empezaron con la cría selectiva y desde 1934 existe un estándar obligatorio. Comparado con sus antepasados, el shiba inu actual es algo más grande y fuerte. En 1937, la raza adquirió el estatus de monumento natural nacional en Japón, lo que impulsó aún más su difusión. Junto al akita inu, hoy día es uno de los perros más populares en Japón. No obstante, fuera de su país de origen es raro encontrarlo.
Carácter
Fuerte e inteligente
El perro shiba inu sabe lo que quiere. Es independiente y autónomo, y no le gusta someterse. Además, presenta un marcado comportamiento territorial, pasión por la caza y una desconfianza generalizada hacia los desconocidos (humanos o perrunos). El shiba inu es un buen perro guardián, pero no ladra innecesariamente. Si ha recibido una buena socialización desde cachorro, puede integrarse muy bien en un grupo de adulto. Con una impronta temprana, se puede llevar estupendamente con los animales domésticos que pertenezcan a su familia. Quien se gane su amistad, tendrá a su lado a un compañero fiel extremadamente atento y, al mismo tiempo, cariñoso. Un shiba inu que haga suficiente ejercicio es tranquilo y nada nervioso, pero siempre está alerta.
Adiestramiento
¿Tienes alma de líder? Solo así podrás adiestrar a este perro con éxito. Este animal tan independiente no tiene debilidad por gustar y se ve como el líder de la manada, a menos que le demuestres lo contrario. Por eso, su adiestramiento requiere mucha comprensión, experiencia, consecuencia y, lo más importante, paciencia. El shiba inu detecta las inseguridades, incoherencias y el trato brusco. Con estas conductas, no querrá someterse. Aquí es cuando aparece el comportamiento dominante de la raza. Quien sea capaz de cumplir las altas exigencias y guiarlo con aplomo no tendrá problemas con el adiestramiento. Para esta raza es esencial una impronta y socialización intensivas en edad de cachorro y perro joven. Así, el perro adulto tolerará a otros perros. Debido a su marcado instinto de caza, no siempre es posible llevarlo sin correa. Para ello, debe responder siempre a tu llamada, lo que requiere algo de entrenamiento.
Salud robusta
Este dinámico japonés apenas tiene predisposición a enfermedades concretas, siempre que no haya procreación consanguínea. Lógicamente, un perro robusto como el shiba inu puede padecer, p. ej., displasia de cadera, cataratas o glaucoma. Sin embargo, no corre un riesgo elevado, especialmente si eliges un ejemplar de un criador serio. Procura que no gane mucho peso y ofrécele una dieta adecuada a la especie con abundante carne y suficiente ejercicio. Así pues, un shiba inu con buena salud puede vivir hasta 15 años. No conviene que haga mucho deporte en verano, ya que su cálido pelo lo deja hecho polvo a altas temperaturas.
Como cualquier otro perro, los dientes y el aparato digestivo del shiba inu demuestran claramente que es un animal carnívoro. Independientemente de si le das comida húmeda o pienso: asegúrate de que la carne sea el primer ingrediente de la lista y la cantidad de cereales sea mínima. El pienso es un método de alimentación más económico y práctico. Sin embargo, recuerda que el perro debe beber bastante agua para que ingiera suficiente líquido. La comida húmeda contiene aproximadamente un 80 % de agua y, gracias a su aroma intenso, gusta más a los perros. Lógicamente, puedes alternar el pienso y la comida húmeda.
Si te decantas por el método BARF/ACBA (alimentos crudos biológicamente apropiados), tú te encargarás de componer las comidas. Para ello, deberás informarte ampliamente de antemano, ya que, además de carne cruda, el shiba inu necesita verduras, aceites, huesos y hierbas en cantidades determinadas para prevenir la malnutrición. Además, puedes favorecer su higiene dental con artículos secos para masticar.
Si quieres cambiarle la comida, hazlo gradualmente. Algunos perros reaccionan a un cambio de comida repentino con trastornos digestivos, incluso diarrea. Por lo tanto, mezcla cada vez más comida nueva con la antigua durante unos días. Los perros jóvenes necesitan más raciones al día, tres o cuatro en función de la edad. En cambio, un shiba inu adulto tiene suficiente con dos comidas al día. No le des la comida siempre a la misma hora, tanto si es cachorro como adulto, para evitar que se acostumbre y ladre. Dale la comida en un lugar tranquilo fijo que se pueda limpiar fácilmente. Después de comer, el shiba inu debe descansar. Por eso, es conveniente darle de comer después de sacarlo a pasear.
Cuidados
El pelo tupido del shiba inu está compuesto por una capa exterior recta y un subpelo muy fino. Basta con cepillarlo de vez en cuando, ya que el pelo corto de esta raza no tiende a enredarse. Durante la época de muda semestral, deberás cepillarlo a fondo más a menudo. En este periodo de entre dos y cuatro semanas, los perros sueltan bastante pelo. El hecho de que este perro no tenga púas en el pelo facilita la limpieza del piso porque es relativamente fácil de quitar de los muebles y la ropa. Y, para los que tienen un olfato sensible, el shiba inu apenas huele, ni siquiera cuando se moja. Consejo para unos dientes sanos: además de darle artículos para masticar, puedes lavarle los dientes regularmente. Lo ideal es que lo acostumbres desde cachorro al cepillo y a la pasta de dientes para perros.
Actividad
Mucho tiempo al aire libre
Naturaleza haga el tiempo que haga: los paseos largos son el ejercicio preferido del shiba inu. Le encanta estar fuera, aunque llueva. Además, cuando sea adulto te puede acompañar cuando salgas a correr o a montar en bicicleta. Entrénalo para ello gradualmente y ten siempre en cuenta sus instintos de caza. Al shiba inu le gustan las actividades que tengan sentido. Por eso, el mero juego de traer la pelota no es santo de su devoción. Algunos ejemplares disfrutan con deportes caninos como el agility. Otros, en cambio, no le ven la gracia por ningún lado. Prueba con tu peludo con qué deporte os lo pasáis mejor.
¿Encaja conmigo un shiba inu?
Si estás pensando en compartir tu vida con un shiba inu, conviene que tengas algo de experiencia con perros, ya que no es una raza para principiantes. Para el adiestramiento necesitarás tiempo, paciencia y mucho temple. Además, tiene que gustarte estar en la naturaleza, independientemente del tiempo que haga. Si puedes ofrecerle un adiestramiento experto y un ejercicio adecuado, podrás tenerlo incluso en un piso, siempre que el arrendador te lo permita. Todos los miembros de la familia deben estar de acuerdo con el nuevo compañero y no tener alergias.
La raza shiba inu no es adecuada para los fanáticos de la limpieza o de los pantalones negros, ya que pierde mucho pelo durante la época de muda bianual. Puede llevarse muy bien con niños mayores, pero estos deben saber cuándo dejarlo en paz. El shiba inu solo acepta a otros animales si ha socializado con ellos de cachorro. Sin embargo, no es conveniente que lo dejes solo con una cobaya, ya que lleva la caza en la sangre.
Antes de adquirir un shiba inu
Es importante que sepas quién se ocupará del perro cuando estés de vacaciones o enfermo. Hoy en día se pueden llevar animales bien educados a muchos destinos vacacionales, puesto que numerosos hoteles los aceptan. No obstante, es mejor que no lo lleves a destinos muy calurosos, ya que sufre mucho con el calor. Si se van a ocupar de él en casa, recuerda que el cuidador debe tener experiencia con perros. Así, no tendrás que volver a quitarle las malas costumbres que haya adquirido cuando vuelvas de vacaciones.
Antes de la llegada del perro, deberás calcular los costes iniciales (precio del perro y equipamiento básico, compuesto por comederos, mantas, cama, correa, arnés, collar, utensilios de cuidado, transportín para el coche y juguetes). A estos se añaden los gastos mensuales de un alimento adecuado a la especie, el seguro de responsabilidad civil para perros y las visitas regulares al veterinario, que se pueden disparar en caso de enfermedad.
¿Dónde puedo encontrar un shiba inu?
¿Te has enamorado de la raza shiba inu y cumples todos los requisitos para tener a este perro tan orgulloso? En ese caso, ya puedes ponerte a buscar a un criador. Evita las ofertas sin certificado de ascendencia, ya que solo este garantiza que el perro sea de pura raza. Recuerda que el criador debe ser miembro de una asociación. Este es un elemento indispensable de la cría responsable para el bienestar de la raza. En este sentido, los padres deben reunir ciertos requisitos sanitarios y de carácter antes de autorizarlos para la cría. Además, el criador debe ofrecerte la oportunidad de conocer a los cachorros y a sus padres tranquilamente en su casa. Todos deben presentar un aspecto equilibrado y alegre.
Con el perro shiba inu, la fase de impronta en edad de cachorro es particularmente importante. El criador debe poner mucho empeño en ella para que los cachorros se integren en el día a día y aprendan muchas cosas lo antes posible. Si quieres socializar a tu perro con gatos, lo ideal es que encuentres a un criador que también los tenga. Junto con el perro vacunado, desparasitado y con chip, que te darán como muy pronto con nueve semanas de vida, recibirás un certificado de ascendencia, un pasaporte de la UE y algunos detalles que te facilitarán la adaptación, como su mantita habitual y algunas raciones del alimento que suele comer. Además, un criador responsable estará a tu disposición después de la compra por si tienes preguntas concretas sobre el desarrollo o la salud del perro.
Otras opciones
Si no buscas un cachorro, sino un perro adulto al que dar un nuevo hogar, tienes varias opciones. Es difícil que encuentres uno de pura raza en la protectora de tu zona porque la raza está poco extendida. Sin embargo, en internet hay un montón de ejemplares que, por el motivo que sea, se han quedado sin familia. Algunos se dan en adopción porque el cuidador subestimó la dominancia de la raza y sobrevaloró sus propias capacidades. Estos perros, que con frecuencia han recibido un adiestramiento y socialización rudimentarios, solo deben llegar a manos de profesionales o amantes de los perros que puedan hacer uso de la ayuda de adiestradores o escuelas para perros junto a su peludo.
También hay ejemplares bien educados en los refugios y protectoras de animales. Tras una amplia charla con la entidad que ofrece al perro, ya sea el antiguo cuidador, la protectora o el refugio, ambas partes averiguaréis si el animal encaja contigo. Lo ideal, lógicamente, sería conocerlo en persona. En cualquier caso, compartir la vida con un perro de segunda mano puede ser una experiencia muy enriquecedora.
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