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El podenco andaluz es un perro de caza muy inteligente y dinámico.
Hay algunas razas de perro que se llaman podenco. Estos perros, similares a los lebreles, provienen de la región mediterránea y se criaron allí para la caza de conejos. Uno de estos perros, procedente del sur de España, se llama podenco andaluz. Gracias a su inteligencia e independencia, este dinámico peludo es muy popular, sobre todo entre cazadores.
El podenco andaluz es una de las razas de perro españolas reconocidas por la Real Sociedad Canina de España (RSCE). Su aspecto es muy variable. Estos perros de orejas triangulares erguidas pueden presentar tres variantes de pelo distintas:
El pelaje del tipo cerdeño y liso es duro y liso, mientras que el del sedeño es sedoso. Ninguno de los tres tipos tiene subpelo.
Además, el color puede ser blanco (plateado, mate y marfil) o de tonos canela. Los demás colores no están admitidos. Los pigmentos negros contradicen el estándar de la raza. En cambio, el rinario rosa y los ojos color miel son obligatorios.
El podenco andaluz presenta un cuerpo compacto, corto y musculoso con una línea dorsal horizontal. Hasta los corvejones, la cola tiene forma de sable. Muchos perros tienen una mancha blanca en la punta.
Además, los criadores clasifican al podenco andaluz en varios tamaños en función de la altura de hombro (cruz):
El peso también varía en gran medida. Los ejemplares grandes pueden llegar a pesar 33 kg y los pequeños, unos 8 kg.
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El podenco andaluz ama a su cuidador y le es siempre fiel. Además, es un perro muy vivaracho, atento, superinteligente y, al mismo tiempo, tranquilo. Le gusta que lo pongan a prueba y le encanta aprender. Además, con el adiestramiento adecuado, es un perro muy obediente.
Con los extraños es bastante reservado y, sobre todo al principio, algo desconfiado. Por eso, antes se utilizaba como perro guardián, que protegía las casas y fincas con gran diligencia.
Aunque el podenco andaluz esté apegado a su cuidador y lo obedezca de buena gana, su marcado sentido del olfato e instinto de caza a veces lo hacen alejarse cuando va sin correa. Al fin y al cabo, esta raza se criaba y se sigue criando para la caza, sobre todo de conejos.
De hecho, casi siempre debía ejecutar la caza de manera autónoma. Esto significa que debía localizar la presa, acercarse sigilosamente, agarrarla, matarla y devolvérsela al cazador. Trabajar codo con codo con la persona no era un objetivo primario de la cría.
Así pues, presenta un comportamiento de caza muy marcado, por lo que no puede llevarse sin correa así como así. Si no va a usarse al podenco andaluz para la caza, resulta indispensable un adiestramiento para controlar el instinto de caza.
Se dice que este perro tan vivaracho tiene cierta testarudez y pocas ganas de cooperar con las personas. En efecto, el podenco andaluz es un perro muy independiente, lo que se corresponde con su objetivo de cría original.
Esto no significa automáticamente que sea muy testarudo. Más bien, esta raza necesita un adiestramiento perseverante, pero cariñoso, desde la edad de cachorro. En este sentido, es al menos igual de importante que haga suficiente ejercicio.
Y es que, aún más incluso que en otras razas, es muy necesario agotarlo tanto física como mentalmente. No basta con enseñarle un par de trucos. Necesita ponerse a prueba regularmente, como, por ejemplo, en actividades de rastreo.
Si no se los estimula, estos perros pueden volverse groseros rápidamente y buscarse el entretenimiento por su cuenta.
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A causa de su origen, no hay mejor lugar para un podenco andaluz que junto a un cazador. Como acompañante de caza y cazador independiente, este perro despliega todo su potencial.
Sin embargo, si eres una persona activa, te gusta estar en la naturaleza y puedes invertir mucho tiempo en tu perro, también es una buena elección para ti. No obstante, recuerda que esta raza necesita mucho ejercicio y espacio. Por lo tanto, no es apto para vivir en un piso pequeño de ciudad.
Un podenco andaluz no es un perro que se pueda integrar en el día a día de pasada. En general, esto es así para todas las razas, pero especialmente para esta.
Así pues, prepárate para invertir mucho tiempo en su educación. Vigila siempre el tono que usas, ya que el podenco andaluz es muy sensible. Los castigos que él considere injustificados no los entenderá. En presencia de un gato, hay que dejarlo que lo mire y lo olfatee tranquilamente; es parte de su naturaleza.
Además, esta raza es muy exigente en lo que a ejercicio y entretenimiento se refiere. Si no lo activas regularmente, se aburre. Esto, a su vez, se traduce en frustración para él y para ti. Por eso, debes tener ganas de practicar deportes caninos y hacer muchas cosas con él.
Por lo tanto, el podenco andaluz no es un perro para principiantes. Aparte de esto, su simpatía y sociabilidad lo convierten en un buen perro para familias.
Al no tener subpelo y tener el pelo mayoritariamente corto, los cuidados de este perro suelen ser sencillos. Las ramitas que se le queden pegadas se pueden eliminar con el cepillo. Aparte de esto, basta con cepillarlo a fondo una vez por semana.
Los de pelo largo requieren algo más de ayuda para el cuidado del pelaje, aunque este sigue siendo relativamente simple.
También deberás controlarle los ojos, los oídos y las uñas regularmente, como con todos los perros.
En España se criaba al inteligente perro podenco andaluz para la caza. Es apto para las disciplinas más dispares, como cobrar patos o buscar y matar conejos.
Si no se va a utilizar para la caza, necesitará una actividad compensatoria. Las actividades físicas por sí solas, como salir a correr o en bicicleta, no bastan. Esta raza requiere tareas que pongan su cabecita a prueba. Si no quieres usarlo como perro de caza, debes buscar alternativas, como el agility, el coursing o el mantrailing.
El podenco andaluz es una raza nacional, por lo que solo se pueden comprar cachorros en España. Como no todos son aptos para la caza, existe alguna posibilidad de que encuentres uno auténtico en una protectora. Pero ¿a lo mejor no te importa que el perro no sea de raza? En ese caso, a buen seguro encontrarás mezclas preciosas en la protectora con las mismas características que el podenco andaluz.
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En general, todos los podencos (también el ibicenco) son razas robustas y sanas que llevan muchos años sobreviviendo y reproduciéndose en las regiones salvajes españolas. No se les conoce ninguna predisposición especial a enfermedades hereditarias.
La esperanza de vida media del perro podenco andaluz es de entre 12 y 15 años.
Las similitudes estéticas con otras razas ibéricas de la región mediterránea (p. ej., el podenco canario o el ibicenco) son imposibles de ignorar. Si el podenco andaluz realmente proviene del antiguo Egipto o no es algo que no se ha demostrado del todo. Sin embargo, se sospecha que llegó a la península ibérica a bordo de barcos fenicios en la antigüedad.
En otros países, como Alemania, se ven estos perros, que llegan al país a través de protectoras de animales.
Como cazador apasionado que es, el podenco andaluz está indicado principalmente para cazadores y sus familias. Su naturaleza inteligente y fiel lo convierte en un acompañante estupendo.
No obstante, no es apto para principiantes ni personas con poco tiempo. Y es que este avispado andaluz necesita que siempre lo estén poniendo a prueba física y mentalmente. Con esta condición, se convertirá en un acompañante fiel y cariñoso que te hará muy feliz.
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