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En este artículo te presentamos al perro de Chindo, una criatura exótica en Europa.
Este peludo coreano es uno de los spitz asiáticos. Es un perro mediano que pesa 14-21 kg y presenta una altura de cruz de 34-47 cm. Lleva la cola enroscada o en forma de hoz sobre el lomo. También tiene las típicas orejas relativamente pequeñas y erguidas de los spitz. Aunque la cría estandarizada de Corea solo reconoce los colores blanco y rojo, según la federación se admiten otros colores: bayo rojizo, negro y fuego, gris, negro y atigrado.
El origen exacto de esta raza se pierde en la oscuridad de la historia. Puede afirmarse casi con certeza que proviene de Corea, concretamente de la isla suroccidental de Jindo. Debido a esta ubicación aislada, este tipo de perro solo se encontraba aquí. De hecho, existía una prohibición de exportación de la raza que sigue vigente en la actualidad. En Corea, el perro de Chindo está protegido por las leyes de conservación de la naturaleza y las especies. Además, en 1938 se declaró como animal nacional de Corea. Sin embargo, algunos ejemplares han cruzado las fronteras. En la década de 1980 se llevaron ejemplares autóctonos de contrabando a EE. UU. En 2003 se celebró la primera exposición oficial de un perro de Chindo fuera de Asia, en el Reino Unido. Actualmente, la Korean Jindo Association of America está dedicada a la conservación de este perro tan primigenio en EE. UU.
Como perro primigenio que es, el korea jindo dog presenta características primitivas. Es independiente y territorial, y ostenta un marcado instinto de caza. Este puede hacer que la convivencia con otros animales sea imposible, pero, con una buena socialización, no tiene por qué. Este perro no pierde los nervios fácilmente y muestra una gran fidelidad a su persona de referencia. En cambio, ante los extraños se muestra reservado. Como perro guardián, es eficaz y siempre está dispuesto a defender su hogar. Muchos ejemplares no aceptan comida de personas desconocidas. Además, es juguetón e inteligente, a veces demasiado, ya que puede aprender a abrir puertas. Si quieres adoptar uno, busca a un criador responsable. Por desgracia, hay quienes lo crían en patios traseros para las peleas de perros o fomentan su cara agresiva exageradamente. Aléjate de estos animales. La oferta solo puede acabar cuando no haya nadie que los compre.
Una comunicación clara y coherente y experiencia en perros son elementos básicos para adiestrar al perro de Chindo. Este perro no solo se caracteriza por su inteligencia, sino por su conducta primitiva y una gran independencia, que deberás llevar por buen camino. Como líder, es tu obligación dejar claro que sabes con certeza y aplomo por dónde van los tiros. El perro de Chindo aprovechará las inseguridades y excepciones enseguida para hacerse con el control. Sin embargo, no confundas un mando firme y soberano con dureza. Esta lo desconcertaría y no solo destruiría el adiestramiento, sino el vínculo entre vosotros. Una escuela canina, incluidas las sesiones para cachorros, es una manera estupenda de que conozca a otros perros y de socializarlo más.
El jindo coreano es una raza robusta que apenas presenta predisposición a enfermedades genéticas. Un ejemplar sano puede vivir trece años. La prevención sanitaria más importante empieza antes de nacer el cachorro gracias a la pericia de un criador con experiencia. Este realiza una selección minuciosa de los padres, incluidas las pruebas médicas preventivas correspondientes. Se han observado casos aislados de incremento de lupus eritematoso cutáneo, una enfermedad autoinmune. Esta patología cutánea suele requerir un tratamiento de por vida. Además, existen algunos casos de hipotiroidismo, por el que el cuerpo no produce suficientes hormonas tiroideas. En el perro de Chindo, esta enfermedad se manifiesta por agresividad o apatía y alteraciones en el pelo. Por lo demás, un ejercicio suficiente y una alimentación saludable son los pilares de una buena salud. Incluso el riesgo mayor de algunos ejemplares de sufrir intolerancias alimentarias puede combatirse con una alimentación equilibrada.
Una alimentación de calidad sin cereales y con abundante carne no solo es acorde a la especie, sino también deliciosa. Ambos son criterios importantes para el perro de Chindo, ya que es relativamente tiquismiquis. Lo mejor es que lo acostumbres desde cachorro a distintas variedades de la misma calidad. De este modo, no te encontrarás en la situación de que un producto deje de estar disponible por cambios en la receta o problemas de suministro y te quedes sin alternativa. Además, puedes irle cambiando entre distintas variedades de la misma calidad sin provocarle problemas digestivos.
En cuanto a las cantidades diarias, la información del fabricante solo son datos orientativos. Si observas que el perro engorda demasiado, ajusta su alimentación como corresponda. Además, deberás incluir las golosinas en el cálculo de la ración diaria. Recurre a chucherías saludables, como snacks dentales o snacks para perros compuestos íntegramente por carne. La alimentación y los snacks del perro nunca deben contener azúcar. Con los snacks masticables secos, como los huesos o las orejas de vacuno —habitualmente mucho menos grasas que las de cerdo—, el perro satisface sus necesidades masticatorias. Por último, asegúrate de que tu peludo siempre tenga suficiente agua cerca para saciar su sed cuando lo necesite.
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El pelaje de este perro está compuesto por un subpelo suave, más o menos denso según la época del año, y una capa externa áspera. Especialmente durante el periodo de muda bianual, el perro de Chindo pelecha mucho. Puedes reducir la cantidad de pelos que acaban en casa peinándolo a diario. Fuera de este periodo de muda, basta con peinárselo una vez por semana. Aprovecha este momento para examinarle los ojos y oídos, y limpiárselos si es necesario con un producto especial para perros.
La suciedad es mejor dejarla secar y eliminarla después con el peine. En general, no es necesario bañarlo. No obstante, como le da mucho miedo el agua, puede resultar útil acostumbrarlo desde cachorro para poder bañarlo ocasionalmente. Para ello, utiliza un champú suave para perros para no atacar la barrera de protección de la piel. Además, échales un vistazo a las uñas de tu peludo periódicamente, sobre todo cuando sea mayor. Si están muy largas, córtaselas con un cortaúñas especial. De este modo, evitarás que se quede enganchado con ellas y se haga daño.
Ofrécele muchas opciones de hacer ejercicio, incluso saliendo contigo a correr, pero siempre con la correa. No es apto para trabajos de salvamento y rastreo debido a su marcado instinto de caza. A algunos les gusta aprender trucos y juegan mucho con juguetes disponibles en las tiendas. No obstante, al perro de Chindo no le gusta nada el agua. Por tanto, chapotear juntos en un lago no es la mejor opción a la hora de elegir excursiones. Muchos incluso evitan los pequeños riachuelos o charcos, les da miedo cruzar un puente o no quieren salir cuando llueve. Para disfrutar a tope de las excursiones, muéstrale desde pequeño que el agua no es motivo de preocupación. De manera informal y, si cabe, con snacks, acostúmbralo a este elemento tan odiado. Eso sí, no lo fuerces a lanzarse a una charca ni nada similar. De hecho, es muy difícil que acabe gustándole.
Muy poca gente se plantea esta pregunta en Europa porque el perro de Chindo es realmente raro aquí. Solo es recomendable para los amantes de los perros cabezotas con experiencia. Además, debe gustarte la naturaleza y conviene que tengas una casa o un bajo en el campo. Este peludo debe tener un terreno vallado que pueda vigilar. La valla debe ser grande porque el jindo coreano tiene un talento extraordinario para saltar. Por eso, la altura mínima de la valla debe ser de 1,80 m. Aun así, no pierdas al perro de vista. A más de uno le han entrado las ganas de explorar si se ha tenido que quedar solo mucho tiempo. Estos inteligentes perros aprenden enseguida que pueden abrirse camino bajo la valla escarbando.
La inteligencia de este perro puede abrumar a la gente poco activa porque hay que estimularlo tanto física como mentalmente. Requiere mucho tiempo para hacer excursiones porque necesita correr al aire libre, aunque siempre con correa debido a su instinto de caza. Además, puede vivir bien en una familia, incluso con hijos. A este sociable perro no le gusta estar solo. O bien no se le debe dejar solo mucho tiempo o bien debe convivir con otro perro. En Corea es habitual que estos perros vivan fuera de casa en grupo.
Por otra parte, es un excelente perro guardián y reconoce de lejos a los conocidos y amigos de la familia. Incluso puede hacerse amigo del cartero si le dejas claro que es uno de los buenos. Si quieres que lo cuide de repente alguien nuevo, te costará. Por lo tanto, asegúrate de que el perro y el canguro sean amigos antes de tu ausencia.
En Europa no es fácil encontrar un jindo coreano. Por ejemplo, en España ni siquiera está inscrito en el registro de la Real Sociedad Canina. Por lo tanto, necesitarás hacer un trabajo de investigación para encontrar al criador más cercano. Hay criadores que ofrecen exportaciones transoceánicas, por ejemplo, desde Estados Unidos. Sin embargo, esto es muy laborioso y solo deberían considerarlo expertos absolutos en la raza. En cualquier caso, vale la pena echar un vistazo a las razas asiáticas shiba inu y akita inu. Estas son mucho más frecuentes en Europa y presentan varias similitudes con el korea jindo dog. Si adoptas un cachorro en el extranjero, piensa en las condiciones de entrada al país y las vacunas prescritas.
Si buscas un perro de Chindo adulto, deberás tener un golpe de suerte para dar con uno en Europa. Hay quienes subestiman la inversión de tiempo y los conocimientos necesarios para el adiestramiento y la convivencia con este perro. Por eso, se sienten abrumados y lo dan en adopción. Sin embargo, esto es extremadamente raro en Europa dado el bajísimo número de ejemplares que hay aquí. Echa un vistazo en la protectora o acude a una organización de spitz necesitados. Aquí encontrarás mestizos con un carácter similar que te engatusarán con sus encantos.
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