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El elegante pastor de Brie es un perro mediano con pelo largo y retorcido, y una gran simpatía. Hoy en día es un perro de compañía popular. Sin embargo, su testarudez y temperamento hacen que este antiguo perro pastor solo sea apto para expertos.
Es un perro sereno, cariñoso, fiel y amante de los niños. No es de extrañar que este pastor de las llanuras francesas sea tan popular como perro familiar. Lo que hace que sea tan difícil de adiestrar es su marcada obstinación y su necesidad insaciable de moverse.
Las cualidades de perro pastor del briard se hacen patentes constantemente. Su independencia, inteligencia y nivel de atención son destacables. Con los desconocidos se muestra desconfiado y es capaz de enfrentarse a los atacantes con valentía sin dudarlo. Al fin y al cabo, este intrépido perro plantaba cara incluso a los lobos con tal de defender al rebaño. También ha conservado su instinto protector innato como perro familiar. De hecho, a veces hace cosas raras cuando intenta mantener a su manada humana unida durante los paseos. Aunque está muy apegado a su persona de referencia, le encanta estar rodeado de toda la familia. Si falta alguien o un miembro se ausenta del grupo sin permiso, se pone un poco nervioso.
El marcado sentido familiar de este perro hace que le resulte muy difícil quedarse solo. Harás bien en practicar la separación cuando el pastor de Brie sea cachorro. Al fin y al cabo, siempre habrá compromisos a los que no puedas acudir con él. En general, deberías procurar hacer todas las cosas que puedas con el perro y no mantenerlo al margen. Es importante que asistáis a una escuela canina, deis paseos largos por la naturaleza o salgáis a correr y a montar en bicicleta juntos. También es buena idea apuntarlo a un curso para perros de rastreo, salvamento o terapia. Si está debidamente estimulado, este perro tan deportista y resistente se mostrará tranquilo y manso. Esto lo convertirá en un acompañante cariñoso y fiable que seguirá a la familia hasta el fin del mundo.
Que este perro tiene que ser el protagonista es algo que también se hace patente por su llamativa apariencia. Su estatura de hasta 68 cm, su cuerpo proporcionado y su pelo largo y frondoso lo convierten en un animal imponente. Es característico su pelaje retorcido, que forma largos mechones en todo el cuerpo, incluso en la cabeza. Pese a que tiene un subpelo ligero, el manto de pelo le ofrece una protección eficaz contra el clima. El color puede ser negro, gris o leonado (fauve). En esta última variante se admite una sombra negra, por la que las puntas del pelo presentan un matiz negro. En cambio, las marcas blancas no están permitidas.
El pastor de Brie tiene largos bigotes y barba, y unas cejas pobladas en una cabeza fuerte con stop marcado. Las orejas caídas, muy cortas —que antiguamente se amputaban— también son muy peludas. La cola en forma de hoz, igualmente tupida, cuelga cuando el perro está quieto y puede formar una línea con el lomo en movimiento. Otra particularidad de la raza son los espolones dobles, que lleva muy bajos en las patas traseras. Este testimonio de su pasado constituye un obstáculo en la actualidad. Especialmente cuando hace deporte, existe el riesgo de que se haga daño, por lo que hay que mantenerlo corto obligatoriamente.
Aunque hoy en día se desconoce el origen exacto del pastor de Brie, está claro que es uno de los perros pastores franceses más antiguos. Probablemente provenía de perros de granjeros, pastores y campesinos de las llanuras francesas. Se cree que desarrolló las características específicas de la raza mediante cruces con el picardo y el barbet. Ya se encuentran apuntes del año 1387 con descripciones que encajan con este perro francés. Sin embargo, no recibiría el nombre de chien de berger de Brie hasta 1785.
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Este imponente pastor, que también se utilizaba para la caza, apareció por primera vez en una exposición canina en 1863. No obstante, la raza no obtendría el reconocimiento oficial hasta más de treinta años después. El primer estándar oficial se publicó en 1897. La continuidad de la raza se debe a su trabajo incansable como patrullero, mensajero y sanitario en ambas guerras mundiales. Conociendo su historia, no es de extrañar que consiga grandes resultados en competiciones deportivas.
Pese a sus extraordinarias cualidades y su versatilidad, el pastor de Brie es muy poco conocido fuera de su patria. Por eso, si te interesa adoptar un cachorro, deberás tener paciencia. Esto tiene un lado positivo: tendrás suficiente tiempo para reflexionar tranquilamente sobre la compra de este perro encantador, pero también exigente.
¿Tienes suficiente espacio para este perro tan dinámico? ¿Eres deportista? ¿Dispones de suficiente tiempo para encargarte de este torbellino? ¿Tienes experiencia con la tenencia y el adiestramiento de perros? ¿Toda tu familia está de acuerdo con adoptar un perro? Si has respondido a todas las preguntas afirmativamente, puede que el pastor de Brie sea una raza adecuada para ti.
Acude siempre a un criador serio que trabaje según el estándar de la FCI, cumpla las condiciones exigidas y realice las pruebas necesarias. Además, el criador no solo debe cumplir las formalidades, sino encajar contigo a nivel personal. No elijas al primero que encuentres en tu zona. El criador debe estar a tu disposición para responder a tus dudas durante un tiempo después de la compra. También puede ser muy valioso recurrir a los conocimientos de un criador con experiencia y preguntarle por temas relacionados con la convivencia. Esto te puede ahorrar la larga búsqueda de otros expertos caninos.
El precio de un cachorro se sitúa alrededor de los 900 euros, como mínimo. Las ofertas que estén muy por debajo son poco serias y suelen ir a expensas de la salud del animal. Por suerte, el pastor de Brie se ha librado de convertirse en un perro de moda. Por eso, el peligro de toparse con criadores poco serios o con afán de lucro es relativamente bajo. Sin embargo, puede valer la pena visitar una protectora. Es posible que haya acabado ahí algún que otro pastor de Brie cuyo antiguo cuidador se haya visto abrumado. Quién sabe si puedes encontrar uno y darle un nuevo hogar a un perro necesitado.
Si ya tienes un perro briard de pura raza, apenas deberás preocuparte por las enfermedades hereditarias. Por suerte, es una raza muy robusta con una esperanza de vida media de unos doce años. Sin embargo, tiene un punto débil que es, como en muchos perros de su tamaño, la cadera. Gracias a las estrictas condiciones de cría, el riesgo de displasia de cadera se ha podido reducir. No obstante, debes procurar no sobrecargar esta articulación de tu perro, especialmente en edad de crecimiento. Por tanto, evita que suba muchas escaleras y salir con él en bicicleta en rutas muy largas cuando sea cachorro. También pueden darse casos aislados de enfermedades oculares (PRA y CEA) y defectos del gen MDR1. Estos últimos pueden provocar intolerancia a ciertos medicamentos. Por lo tanto, atente a los chequeos periódicos en el veterinario para detectar y tratar posibles enfermedades a tiempo.
Los cuidados en casa son igual de importantes para la salud de tu perro. Con esta raza en particular, los cuidados del pelaje no son nada deleznables. Pese al escaso subpelo, los pelos largos y retorcidos se enredan enseguida. Por eso, conviene cepillar al perro cada dos días. Una o dos veces por semana deberás dedicarle al cepillado al menos una hora para cuidar el pelaje a fondo y eliminar la suciedad y los pelos sueltos. Es mejor que no lo laves con champú, ya que el pelo es tan robusto que es innecesario. Lógicamente, el peludo puede bañarse en aguas naturales sin problemas siempre que quiera.
Para facilitaros los cuidados a ti y a tu perro, acostúmbralo a este ritual en edad de cachorro. Haz que aprenda a quedarse quieto durante el cepillado y asocia el proceso con algo positivo. Por ejemplo, péinalo por la noche cuando esté en el sofá y ve dándole caricias cariñosas. Si consigue quedarse quieto, puedes darle una golosina después del cepillado. Cuando hayas encontrado una hora adecuada para los cuidados intensivos, atente a ella. Un horario fijo le transmite seguridad al perro y hace que se relaje durante los cuidados.
Los horarios fijos también son recomendables para las comidas. Los perros perciben las horas del día e interiorizan rápidamente cuándo es la hora de comer, salir o dormir. Esto hace que estén más tranquilos y evita que mendiguen demasiado fuera de las horas de las comidas. Un cachorro de hasta 16 semanas debe comer tres o cuatro veces al día, pero con el tiempo se va reduciendo la cantidad de comidas. Entre los cuatro y los nueve meses, debes darle de comer tres veces al día. A partir del noveno mes, basta con darle dos comidas fijas al día.
A la hora de elegir la comida idónea para el pastor de Brie, hay que tener en cuenta muchos factores. Además del precio, las opciones de compra y la preparación, la composición del alimento es decisiva. Sin embargo, los perros necesitan distintas composiciones nutricionales según la edad, la actividad, el peso y el estado de salud. Por eso, no se puede generalizar sobre qué es lo mejor para el perro briard. Para encontrar un alimento cuyos nutrientes y vitaminas estén perfectamente adaptados a sus necesidades, conviene que hables con el veterinario o un asesor nutricional canino.
Básicamente, su comida debe presentar un alto contenido de proteínas en forma de carne de calidad, aprox. del 70 por ciento. También debe tener una buena parte de verduras, del 20-30 por ciento. Los cereales deben constituir como máximo el diez por ciento del contenido. Los endulzantes, como el azúcar, los potenciadores del sabor artificiales y los ingredientes de relleno innecesarios, están prohibidos. Además, es importante que tenga suficiente agua fresca siempre a su disposición, no solo en las comidas.
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Además de los cuidados y la alimentación, otro factor de bienestar decisivo lo constituye la tenencia. Satisfacer los requisitos de un briard no siempre es fácil. Este antiguo perro pastor y cazador necesita mucho espacio, salir a correr y entretenimiento para estar estimulado. Le encanta cualquier tipo de actividad física en la que pueda demostrar su temperamento y su increíble resistencia.
Sobra decir que este perro no es adecuado para gente casera. Como cuidador de un pastor de Brie, tú y tu familia debéis tener una casa con un jardín grande vallado. Además, debéis aportar ganas de hacer excursiones con un alto nivel físico. Montar en bicicleta o a caballo y salir a correr juntos son actividades adecuadas para satisfacerlo física y mentalmente. Los paseos diarios deberían ser lo más variados posible. Con juegos de pelota y rastreo, enseñándole truquitos y retozando con otros perros conseguirás combatir la monotonía y el aburrimiento.
Debes saber que el pastor de Brie, como antiguo perro de trabajo que es, necesita tareas con sentido. Además de salir a pasear, a montar en bicicleta o a correr, es recomendable asistir a una escuela deportiva canina. Gracias a la versatilidad de este perro, sus posibilidades en los deportes caninos son incontables. Puede participar en deportes de rastreo, agility, deportes de competición y deportes para perros de trabajo. Este perro da la talla en casi cualquier disciplina.
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El deporte no solo mantiene a tu perro en forma, sino que le aporta equilibrio mental. Además, aprender los ejercicios juntos refuerza la confianza entre vosotros, lo que constituye un pilar valiosísimo para la convivencia.
Debido a su testarudez y obstinación, el pastor de Brie es un perro difícil de adiestrar. Sin embargo, con suficientes actividades físicas y mentales, puedes evitar su tendencia a buscarse el entretenimiento por su cuenta. Además, esto hará que esté más dispuesto a hacer los ejercicios y obedecer tus órdenes.
Como habrás podido comprobar, el adiestramiento del pastor de Brie requiere mucho compromiso, tiempo y perseverancia. Pero el esfuerzo vale la pena porque, en buenas manos, este bondadoso y simpático perro te lo devuelve todo multiplicado. Y no solo en el deporte que practiquéis juntos, sino también a nivel emocional. No es casualidad que el pastor de Brie se utilice cada vez más como perro de terapia.
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