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La protección de rebaños y la custodia de casas y granjas están muy arraigadas en el carácter de este perro. En combinación con su tamaño imponente y su enorme fuerza, este instinto protector puede volverse peligroso. Por eso, el pastor caucásico solo debe llegar a manos de especialistas con experiencia en perros.
A este imponente perro de raza del Cáucaso no le falta seguridad en sí mismo. El perro caucásico, también llamado perro pastor del Cáucaso, ovcharka y perro caucásico ruso, se las apaña muy bien solo. Como perro guardián del rebaño que era en la antigua URSS, está acostumbrado a vivir durante días fuera con su rebaño y a vigilarlo y protegerlo solo. El frío, el viento o la lluvia no afectan a este poderoso e independiente caucásico. Ni siquiera se acobarda ante una lucha contra los lobos y osos que intenten atacar al rebaño.
No es de extrañar que a este perro le resulte difícil someterse. Incluso como perro de compañía, conserva su independencia y muestra a sus humanos que no los necesita. A diferencia, p. ej., del collie, el labrador o el bóxer, que ansían complacer a las personas, él no necesita gustarles. El adiestramiento de este peludo tan autónomo requiere mucha perseverancia, comprensión, tiempo y paciencia. Es obvio que un perro como este solo puede estar con un cuidador con mucha experiencia.
Con una guía experta y una tenencia acorde a la especie, puede convertirse en un compañero fiel y un guardián eficaz. Si se integra en la familia desde el principio y se le asigna un papel fijo en ella que se corresponda con su naturaleza, este imponente perro se muestra muy sereno, apegado y sensible, sin llegar a ser nunca muy pesado. Incluso se puede llevar muy bien con los niños, siempre que reciba una socialización temprana e instrucciones coherentes. En cambio, con otros perros o gatos no se entiende tan bien este pastor del Cáucaso tan dominante.
Con todo lo cariñoso y tranquilo que se muestra el pastor caucásico en la familia, puede mostrar desconfianza y reserva ante los desconocidos. Quien entre en su territorio sin avisar se enfrentará a un perro guardián intrépido y dispuesto a pelear para proteger a su familia. Nunca hay que subestimar el sentimiento territorial innato y el instinto protector natural de esta raza, que no necesita ningún estímulo adicional, como un adiestramiento para perros guardianes. Con el poderoso pastor caucásico, esto puede tener consecuencias incontrolables. Para que no suponga ningún peligro para los vecinos y extraños, es indispensable instalar una valla segura y sólida. Muchas veces también es conveniente una formación para perros de compañía para lograr una convivencia armoniosa entre humano y perro.
Solo con ver a este perro guardián osuno, muchos ladrones ya se sienten suficientemente intimidados. Un macho adulto puede alcanzar una altura de hombro de 70 cm y pesar tranquilamente 75 kg o más. También las perras, algo más pequeñas y ligeras, son imponentes, con un tamaño de 68-72 cm y un peso de 45-60 kg.
Aunque el estándar actual ya no plantea subdivisiones, se siguen observando dos tipos diferentes de caucásicos. En función de la región de origen, se habla del pastor caucásico estepario y del montañés:
El estándar de la FCI, gestionado por Rusia, agrupa estos dos tipos y es tolerante en cuanto al tamaño y la estatura. Tampoco presenta restricciones en lo que a la longitud del pelo se refiere. Por tanto, se permiten tanto perros con pelo corto como con pelo largo, así como una mezcla de ambos.
En las tres variantes, el pelo es lacio y áspero, con una capa interior densa. La capa de pelo interior debe ser más clara que la exterior. Se permiten diferentes grises, mayoritariamente tonos desde claros hasta marrón rojizo. También se admiten tonos pajizos, blancos y terrosos, así como combinaciones a rayas, atigradas, con manchas o moteadas. Sin embargo, el estándar considera faltas los tipos negros o con manchas negras.
Las numerosas variedades cromáticas y las distintas formas de constitución y estatura no sorprenden si se tiene en cuenta la inmensidad de la región de origen de esta raza. El ámbito de difusión del pastor caucásico abarca desde la antigua URSS hasta las fronteras de Irán y Turquía. El lugar de mayor concentración es la región del Cáucaso, entre el mar negro y el mar Caspio. Aunque en Europa Occidental y en América sigue siendo una raza poco común, en Armenia, Azerbaiyán, Daguestán y el Cáucaso Norte es muy frecuente.
El pastor caucásico es una raza de perro muy antigua que ayudaba a los pastores a proteger a sus rebaños hace más de 600 años. Desde siempre, custodiaba y defendía al rebaño y al pastor con eficacia y valentía frente a depredadores cuadrúpedos, como lobos y osos, y ladrones bípedos. Además, se utilizó como perro guardián militar a mediados del siglo XX en la antigua RDA y otros países del bloque del Este. Desde aquí, acabó extendiéndose también a otros países de Europa y América. El primer estándar de la raza se creó bajo la dirección de Rusia. En 1984, la FCI reconoció oficialmente al pastor caucásico como raza de perro.
Fuera de su patria, la cría del perro pastor del Cáucaso aún está en ciernes. A pesar de esto, esta imponente raza se ha granjeado un círculo de admiradores establecido que se dedica a conservarla con mucha pasión y profesionalidad. Además de la solidez del carácter y otras características de la raza, la salud es el objetivo principal de la cría. Aunque es una raza muy robusta y sana, el pastor caucásico puede sufrir los mismos problemas articulares que otros perros grandes, como problemas de rodillas y displasia de cadera y codo. Si quieres comprarte un cachorro, presta atención a los resultados de las pruebas genéticas. Además, asegúrate de que los padres no padezcan enfermedades oculares hereditarias, como el ectropión y el entropión.
Si has decidido comprarte este perro pastor tan especial, seguramente lo habrás reflexionado detenidamente. El pastor caucásico no es un perro fácil y solo es apto como perro de compañía hasta cierto punto. Si, después de leer literatura especializada sobre el tema, sigues creyendo que puedes hacerte cargo de esta raza, te encontrarás con la complicada búsqueda de un criador y cachorros adecuados. Por un lado, los criaderos suelen estar muy lejos y hay que esperar mucho a que nazcan los cachorros. Por otro lado, los propios criadores someten a los compradores a pruebas difíciles para determinar si son buenos candidatos para cuidar de sus crías.
No solo debes convencerte a ti mismo y a tu familia de que cumples los requisitos de un buen cuidador, sino también al criador. No te sientas atacado si te hace preguntas personales sobre tu entorno, trabajo, aficiones, vecinos y amigos. Estas preguntas le sirven para conocerte mejor y valorar si el pastor caucásico realmente encaja en tu vida. No te decepciones si, al final, te desaconseja que compres el cachorro. El pastor caucásico es y será un perro para expertos y, con la persona equivocada, puede convertirse en un peligro incontrolable para ella y su entorno.
Si has superado todos estos obstáculos y te conviertes en cuidador de un auténtico caucásico, tendrás que plantearte la socialización temprana, un adiestramiento consecuente de tu cachorro y también la comida idónea. Una alimentación equilibrada desempeña un papel crucial en la salud de nuestros peludos. Pero ¿qué comida necesita un perro tan grande como el pastor caucásico?
En primer lugar, este perro come menos de lo que podrían sugerir su tamaño y su peso. Este perro pastor, acostumbrado desde siempre a una vida austera en el riguroso clima del Cáucaso, no necesita mucho. Incluso dos días sin comer no parecen afectarle.
Pese a esto, debes respetar horarios regulares y llenar el comedero del perro adulto dos veces al día de carne fresca y algo de verdura, fruta o arroz. Hacer comer a un pastor caucásico puede requerir paciencia. No te decepciones si te sale quisquilloso y escupe una chuchería que le has dado con toda tu ilusión. Averigua qué le gusta más: ¿comida cruda (BARF/ACBA) casera o bien pienso o comida húmeda preparados? Puedes alternar estos métodos alimentarios, pero es importante que no lo agobies. Ofrécele la comida paulatinamente y dale tiempo para que se acostumbre. Los cambios de alimentación constantes lo confundirán y pueden perjudicar su digestión. Si encuentras un alimento que le gusta, no lo cambies. El contenido es más importante que la forma. Procura darle todos los nutrientes que su edad y su estado requieren. No se trata tanto de la cantidad, sino más bien de la composición.
La complejidad del cuidado del pastor caucásico depende de la longitud del pelo. Los perros con pelo largo requieren medidas higiénicas más intensivas que sus congéneres de pelo corto. En principio, los cuidados exigen relativamente poco tiempo en comparación con el adiestramiento. Por regla general, basta con cepillarlo a fondo dos veces por semana para eliminar la suciedad y los pelos muertos. También hay que cortarle las uñas regularmente y limpiarle y examinarle los oídos y los dientes. Sin embargo, la testarudez de este perro a menudo da problemas a la hora de realizar los cuidados. Por eso, es conveniente acostumbrarlo a los cuidados regulares desde cachorro para que aprenda a estarse quieto durante el proceso.
¿Estás preparado para montar una valla en tu terreno de al menos dos metros de altura? ¿Quieres aislarte de tus vecinos? ¿Estás dispuesto a despertarte por la noche por los ladridos cada vez alguien o algo pasa por delante de tu casa? Si no has respondido a estas preguntas con un sí rotundo, te recomendamos que reconsideres si realmente quieres comprarte un pastor caucásico. Tener y adiestrar a este impresionante perro con semejante personalidad requiere valor, conocimientos y entereza.
Aunque de cachorro parezca adorable, pronto alcanzará un tamaño imponente y te superará en fuerza. Tus amigos dejarán de visitarte tanto porque incluso los ejemplares bien socializados y adiestrados siguen siendo desconfiados ante los desconocidos. No le gusta que lo toquen y, por eso, tus amigos nunca deben acariciarlo. Tampoco es un perro que se adapte a tu vida fácilmente y que puedas llevar a todas partes sin problemas. Tienes que estar dispuesto a cambiar tu vida por él. Solo aquellos que se comprometan íntegramente con su carácter de perro pastor, le ofrezcan las libertades y cometidos que requiere su naturaleza y le hagan frente con una perseverancia cariñosa y superioridad disfrutarán de muchos años de felicidad con este perro y ganarán a un compañero de confianza.
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