Lhasa apso

Lhasa apso

Este orgulloso perro lleva siglos criándose en monasterios del Tíbet y, en la actualidad, tiene admiradores en todo el mundo. Esto no solo se debe a su excepcional aspecto, sino también a su fuerte carácter. En efecto, detrás de cada lhasa apso se esconde una gran personalidad.

Historia

Esta raza tiene una tradición milenaria de perros de templo tibetanos. Dicen que el lhasa apso recuerda al león de Buda y lo criaban los monjes del Tíbet y la nobleza. Lhasa es la capital del Tíbet, aunque las raíces del perro no se encuentran solo aquí. En los monasterios de regiones montañosas y en los palacios no solo era un perro de compañía, sino también guardián. Y es que este pequeñín puede hacerse escuchar con sus fuertes ladridos. En el antiguo Tíbet, el lhasa apso nunca se vendía, sino que se regalaba a buenos amigos como talismán en señal de gran respeto. En su patria había quienes creían que los monjes que no cumplían las normas del monasterio a rajatabla volvían a nacer como pequeños perros león.

A partir de 1920, aproximadamente, llegaron los primeros ejemplares a Europa, donde enseguida encontraron admiradores. No obstante, la cría selectiva no empezaría hasta la década de 1950, en el Reino Unido y EE. UU. Aquí no solo se redactó un estándar, sino que, a diferencia de los coloridos perros tibetanos, se delimitaron los colores. El Reino Unido ostenta hoy en día el patronato de la raza.

Carácter

Pequeño, pero ojo: en el cuerpo de este perro late un corazón de león. Al fin y al cabo, el lhasa apso es un perro muy inteligente, orgulloso e independiente. Este aspecto negativo, insignificante para los amantes de la raza, se debe a que es muy testarudo. Además, solo se somete a su cuidador, siempre y cuando este demuestre ser digno.

Este perro decide por sí mismo de quién se hace amigo. Ante los extraños se muestra más bien distante o incluso desconfiado. Por eso, es muy recomendable socializarlo ampliamente en edad de cachorro. Sin embargo, debido a su vínculo centenario con las personas, la raza también presenta un alto nivel de empatía. Puede percibir las emociones de su manada con mucha precisión y reaccionar en consecuencia. Quien tenga a este perro con tanta personalidad en su vida disfrutará de un compañero increíblemente fiel. La base es un adiestramiento cariñoso y perseverante, ya que el respeto del lhasa apso hay que ganárselo.

Adiestramiento

Estos perros poseen una inteligencia extraordinaria y suelen captar enseguida lo que el cuidador quiere. Sin embargo, si se dignan o no a hacerlo depende de la coherencia de la persona. En efecto, el perro lhasa apso recuerda las excepciones a las reglas y se aferra a ellas. Antes de darle un bocado de tu plato con el pensamiento «Solo por esta vez», piénsatelo bien. El perro se quedará con la copla y volverá a pedir una y otra vez. Convéncelo de tus objetivos de adiestramiento, ya que de esta raza nunca recibirás una sumisión servil. En cambio, si existe un respeto mutuo en el adiestramiento, cooperará de buena gana. Lo mejor es motivarlo a través de elogios en el momento oportuno. Como puede tender a ser un poco solitario, lo ideal sería llevarlo a una escuela canina. Esto reforzará su socialización y le permitirá forjar amistades con otros perros.

Salud

El salvaje paisaje montañoso del Tíbet ha caracterizado a esta raza. Pese a su tamaño, el lhasa apso es un perro muy resistente y robusto. Tiene un pelaje preparado tanto para los inviernos helados como para los veranos calurosos. Lógicamente, en verano deberás protegerlo de las temperaturas excesivas. Además, la nariz corta puede hacer que la braquicefalia lo limite en ciertos casos. Esto afecta principalmente a perros que se han criado con una nariz extremadamente corta. Por desgracia, los extremos suelen conducir a enfermedades. A su vez, la nariz corta puede hacer que el perro tenga orificios nasales más estrechos, un diámetro de la tráquea inferior o un velo del paladar alargado. Los ronquidos pueden ser un síntoma de una causa compleja que empeore su calidad de vida.

Por eso, es muy importante hablar del problema con el criador. Compra solo a uno que persiga una forma de la cabeza saludable, de modo que el perro tenga suficiente espacio para respirar. Un lhasa apso sano puede llegar a vivir dieciocho años.

Lhasa apso © Dogs / stock.adobe.com

Alimentación

La mejor prevención sanitaria se consigue, aparte de eligiendo a un criador adecuado, con una alimentación saludable. Los perros son carnívoros, por lo que la carne debe ser el componente principal de su comida. Da igual si decides darle pienso o comida húmeda: la carne debe ser el primer ingrediente de la lista. Dale tres o cuatro raciones al día cuando sea cachorro y redúcelas a dos cuando sea adulto. Controla el peso del peludo cada equis semanas para poder contrarrestar un aumento o una reducción de peso. La información del envase sobre la cantidad es meramente orientativa. Deberás ajustarla en función de la constitución y el nivel de actividad del perro. Los snacks saludables no llevan azúcar, sino que contienen abundante carne. Para las recompensas, puedes darle snacks liofilizados, golosinas para el cuidado dental o artículos secos para masticar. Obviamente, el perro siempre debe tener agua a su disposición.

Cuidados

Antes de todo, un consejo: cuando compres tu lhasa apso, asegúrate de que el pelaje de los padres se corresponda con el estándar. Debe ser duro y liso, pero nunca sedoso. El pelo tradicional del lhasa apso es fácil de cuidar, ya que basta con cepillárselo concienzudamente dos veces por semana. Lo mejor es que trabajes desde el subpelo haciendo rayas transversales con el perro tumbado de lado. Puedes usar un espray de peinado que humedezca y cuide el pelaje para facilitarte la tarea. De lo contrario, existe el peligro de que los pelos se rompan fácilmente. En cuanto a los baños: cuando sea necesario, pero lo menos posible. Por lo tanto, baña a tu peludo cuando no haya otro remedio. Habitualmente, la suciedad se puede eliminar cepillándola una vez seca. Para las emergencias, ten a mano un champú suave para perros.

Durante el ritual de cuidado, échales un vistazo también a los ojos y oídos del perro. Los ojos deben permitirle una visión clara. Por su parte, al tenerlas caídas, las orejas pueden ser propensas a inflamarse o a contraer una infestación parasitaria. Además, inspecciónale las uñas regularmente. En los perros ligeros y mayores, en particular, estas crecen mucho porque no se desgastan lo suficiente. Para prevenir heridas, córtaselas periódicamente. Si quieres ayudarlo con la higiene dental, puedes acostumbrarlo desde cachorro con un cepillo y pasta especiales para perros.

Ejercicio

Este resistente perro no es en absoluto un perrito faldero y disfruta dando paseos largos, haga el tiempo que haga. Lo más importante para estimularlo de forma acorde a la especie es hacer suficiente ejercicio al aire libre. Estos perros son muy despiertos y les gusta salir a caminar. Además, les encanta estar presentes en todo lo que haga su cuidador, aunque no son particularmente juguetones. Tampoco son los mejores candidatos para practicar deportes caninos, como el dog dancing o el agility para perros pequeños. No obstante, siempre hay excepciones que confirman la regla. Así pues, no dudes en probar alguna de estas actividades con tu peludo.

Lhasa apso © 8grapher / stock.adobe.com

¿Encaja conmigo?

Este orgulloso perro encaja con gente que sepa valorar una fuerte personalidad canina. También es apto para principiantes que se informen bien sobre adiestramiento y las particularidades de la raza. Además, conviene que estas personas vayan con él a una escuela canina. El perro lhasa apso puede estar tanto con una familia como con una persona que viva sola. Sin embargo, los niños deben ser ya mayores porque este perro no puede hacer gran cosa con los más pequeños. Asimismo, es ideal para personas mayores que puedan pasar mucho tiempo con él y les guste estar en la naturaleza. Además, hay que recordar que requiere muchos cuidados del pelaje diarios, por lo que hay que estar dispuesto/a a hacerlo.

Antes de adoptarlo, piensa en quién se encargará de él cuando te vayas de vacaciones o estés enfermo/a. No conviene que este perro esté mucho tiempo solo. Por suerte, hoy día se puede viajar con perro a muchos destinos, como a unas vacaciones de senderismo. Además, antes de tomar la decisión definitiva, reflexiona sobre los costes recurrentes en los que incurrirás: comida de calidad, visitas regulares al veterinario y seguro de responsabilidad civil.

¿Dónde puedo encontrarlo?

Aunque ya no tienes que viajar a un monasterio tibetano para tener un lhasa apso, la raza es bastante rara. Es muy posible que el criador más cercano esté a cientos de kilómetros de ti. Además, puede que tengas que entrar en una lista de espera, ya que la demanda es mayor que la oferta. No obstante, el esfuerzo y la espera valdrán la pena con tal de adoptar un perro de un criador serio.

Evita a los criadores dudosos que venden perros sin pedigrí y no practican ninguna prevención sanitaria. En estos perros, no solo es dudoso el pedigrí y la salud, sino también la socialización. Con un perro tan testarudo como el lhasa apso, esto puede tener consecuencias graves. Infórmate sobre criadores y fechas de camadas en clubes de razas tibetanas. Además, puede que también te gusten otras razas similares. Otros perros león son el shih tzu y el spaniel tibetano. El terrier tibetano, algo más grande, solo es recomendable para gente muy deportista.

Si buscas un lhasa apso mayor, puedes dirigirte a organizaciones especializadas en razas tibetanas. Es muy poco probable que encuentres uno en una protectora de animales, ya que la raza es demasiado rara. También puedes buscar al perro de tus sueños en internet. Es probable que encuentres muchos mestizos o perros de las otras razas de perros león. Como estos pueden tener muchas características en común, abre tu mente: puede que otro peludo sin hogar te engatuse con su encanto. Lo más importante es que su carácter encaje contigo. Antes de tomar una decisión, infórmate ampliamente sobre los antecedentes y las características del perro que elijas.

Adopción

Llegó la hora: ¡tu nuevo amigo está a punto de llegar! Aprovecha la espera para hacer los preparativos: infórmate más sobre las particularidades de la raza y sobre una alimentación sana y acorde a la especie. Antes de la llegada, aclara con todos los miembros de la familia qué podrá hacer el cachorro y qué no. Recuerda que la coherencia es muy importante en el adiestramiento. Compra el equipamiento básico: comederos, correa, arnés o collar, mantas, camas, juguetes y utensilios de cuidado, como cepillo, peine, peine quitapulgas, pinzas quitagarrapatas y un champú suave para perros. El criador probablemente te dará una cantidad de la comida que el cachorro ya conoce. Sigue dándosela los primeros días y compra otro paquete. Recuerda que los cambios de comida siempre se deben realizar paulatinamente. Cuando todo esté listo, ya quedará poco para que llegue tu peludo. Daos mucho tiempo al principio para conoceros mutuamente.

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