{"url":"https://www.zooplus.es/magazine/perros/razas-de-perro/lebrel-afgano","title":"Lebrel afgano","mag_id":208071,"is_single":true,"cat_name":"Perros","sub_cat_id":228,"sub_cat_name":"Razas de perro","cat_id":225}
El lebrel afgano es un perro magnífico con mucho carácter.
Desde hace milenios, estos velocistas de pelo largo están muy valorados en su patria, Afganistán. Actualmente, el lebrel afgano, conocido también simplemente como afgano, sigue siendo muy especial para mucha gente en todo el mundo. Lo criaron inicialmente para la caza, pero en las últimas décadas se ha hecho famoso como perro de exhibición glamuroso.
Pelaje largo y sedoso, estatura dinámica y expresión majestuosa: el lebrel afgano es, sin duda, un perro impresionante.
Su pelaje es particularmente ostentoso, De hecho, casi parece que lleve pantalones. Además, desde la frente hasta atrás luce una cabellera sedosa. El pelaje está compuesto por pelos largos y gruesos, que ya protegían a sus antepasados del frío aire montañés. Según el estándar, se admiten todos los colores.
La parte superior de la cola, que suele llevar levantada, está cubierta de pelo corto y tiene la punta enroscada.
El lebrel afgano es una raza de patas largas. Los machos alcanzan una altura de cruz de hasta 74 centímetros y las hembras, de hasta 69 centímetros. En cambio, el peso de esta belleza tan deportista no supera los 30 kilos.
Carácter: personalidad polifacética
Si buscas un acompañante simplón que siempre siga tus órdenes, este perro con tanta personalidad no es para ti. El lebrel afgano era un cazador solitario muy independiente y autónomo. No le gusta someterse y, pese al fuerte vínculo con su cuidador, sabe lo que quiere y puede ser cabezota.
Estos perros no ladran mucho, pero están alerta en lo que a su territorio y familia se refiere. Mientras que en casa suelen ser tranquilos, fuera se aceleran de lo lindo.
Su fuerte instinto de caza hace que apenas se los pueda llevar sin correa. De hecho, casi nunca responden cuando se los llama si avistan una posible presa. Frente a otros perros o personas, el galgo afgano es más bien reservado, por no decir reticente. Estos animales son famosos por su excelente memoria. Gracias a ella, siguen sabiendo años después quién los ha tratado bien y quién mal.
Adiestramiento: una gran personalidad que requiere perseverancia
Un lebrel afgano debe estar con expertos que disfruten con un perro con mucho carácter. Como son cazadores solitarios, estos perros no ansían tanto obedecer a su cuidador. Más bien prefieren actuar de forma autónoma que someterse. Por lo tanto, su adiestramiento es extremadamente importante.
Sin embrago, puedes enseñarle obediencia básica, pero necesitarás mucha paciencia y un adiestramiento claro y consecuente. Este sensible perro se toma a mal la dureza, que convierte a estos orgullosos animales en seres desconfiados y ariscos. Por eso, nunca debe ser una opción.
Si buscas un perro que siempre te escuche, lo tendrás complicado con esta raza. Sin embargo, los amigos del galgo afgano valoran la fuerte personalidad y fidelidad de este noble perro. El equilibrio correcto entre severidad y comprensión en el adiestramiento no siempre es fácil de encontrar con su carácter polifacético. Así pues, los principiantes pueden sentirse agobiados fácilmente.
Tenencia
Tenencia: ¿encaja conmigo un lebrel afgano?
Si quieres tener un lebrel afgano, también tú debes ser muy deportista. Las salidas de footing ocasionales no bastan para agotar a este perro tan dinámico. Además, debes poder ofrecerle un jardín grande vallado en el que se pueda mover libremente.
Ideal: hogar tranquilo y deportista
Dado que es un perro muy sensible que suele ser muy sereno en casa, no le gusta el estrés. Por eso, un hogar tranquilo con habitantes deportistas es el mejor para su tenencia. La raza se lleva bien con los niños en general. No obstante, es mejor que sean un poco mayores y sepan que a los animales se los trata con respeto. Y es que estos perros tan orgullosos pueden ser muy sensibles a un trato brusco.
Antes de su llegada, asegúrate de que todos los miembros de la familia estén de acuerdo y ninguno tenga alergias. Si el perro aún es joven, puede socializar con gatos domésticos.
Aclara de antemano quién cuidará del peludo si te pones enfermo o te vas de vacaciones. Cuando esto pase, el perro seguirá necesitando hacer mucho ejercicio. Si prefieres llevártelo de viaje, infórmate antes de qué destinos son adecuados.
Importante: Un lebrel afgano es un perro de tenencia muy exigente, por lo que no es muy adecuado para principiantes. Si te interesa este animal tan extraordinario, debes tener mucha experiencia con perros. En efecto, el adiestramiento del lebrel afgano puede suponer todo un desafío.
Equipamiento básico importante
Además del precio de compra del perro, ten en cuenta los gastos del equipamiento básico. Estos pueden ser, por ejemplo:
No olvides los gastos regulares para comida acorde a la especie, un seguro de responsabilidad civil y visitas al veterinario. Si tu peludo se pone enfermo, los gastos veterinarios pueden dispararse rápidamente. También puede valer la pena contratar un seguro de enfermedad para perros.
Cuidados
Cuidados: ¿cuánto trabajo lleva el cuidado del pelo?
El pelo largo y sedoso del lebrel afgano requiere cepillados diarios, una rutina relativamente laboriosa. Hay que cepillarle el pelo en diferentes capas para llegar a todas partes y prevenir enredos. Cepíllalo con cuidado para no romperle pelos y acostúmbralo a la rutina desde cachorro con sesiones breves.
Además, quítale las ramitas y hojas que se le hayan quedado enredadas en el largo pelo después de cada paseo. Dado que el pelaje debe crecer de forma natural, no debe entrar en contacto con tijeras ni cortapelos.
Otros cuidados importantes
Para prevenir los parásitos y lavarle el pelo a fondo, se le puede dar un baño con un champú canino suave. Hay quien lo hace cada tres o cuatro semanas, complementando el champú con un acondicionador especial para facilitar el cepillado.
Ten en cuenta también las largas orejas del lebrel afgano. Examínaselas diariamente para detectar parásitos o alteraciones cutáneas, ya que el clima húmedo y cálido de debajo puede provocarle inflamaciones.
Para comer es conveniente ponerle un protector de orejas. Para ello, existen redecillas y gorritos especiales que mantienen las orejas juntas. Así, evitarás que se las muerda o que estas acaben en el comedero constantemente. Acostúmbralo a este accesorio desde cachorro.
Para el cuidado dental, aparte de darle snacks dentales, puedes lavarle los dientes regularmente con pasta y cepillo para perros.
Deporte y actividades
Actividad: ¿cómo hago que se desfogue?
El movimiento debe constituir la base del ocio de tu galgo afgano. Te acompañará encantado a correr o a dar paseos en bicicleta.
No obstante, el ejercicio ideal para un lebrel son las carreras, en las que puede desfogarse de lo lindo. Además, aunque es un perro resistente, su pasión es la velocidad. En carrera libre puede alcanzar los 60 kilómetros por hora. En las carreras de galgos, los animales persiguen una cinta que revolotea o una liebre artificial.
Otro buen ejercicio es el coursing, que consiste en imitar la caza a vista en un terreno abierto. Los perros cazan en parejas una liebre de plástico que se arrastra de 500 a 1000 metros. Cuando los perros corren en pareja, en general —como en una carrera de perros— deben llevar bozal. De lo contrario, el peligro de herirse en posibles peleas por la presa es muy alto.
En cambio, el lebrel afgano es menos apto para deportes caninos como el agility.
Salud y alimentación
Salud: predisposición a enfermedades
Generalmente, con una tenencia acorde a la especie y suficiente ejercicio, la mayoría de lebreles afganos disfrutan de buena salud. Sin embargo, la raza tiene una ligera predisposición a la displasia de cadera y a las cataratas.
La mielopatía del lebrel afgano solo afecta a estos perros, como ya indica su nombre. Esta enfermedad, probablemente hereditaria, es una degeneración de la sustancia blanca de la médula espinal. Suele aparecer el primer año de vida y, en pocas semanas, produce una parálisis total de las cuatro extremidades. Los criadores serios pueden excluir esta enfermedad de la cría con una selección profesional de los animales.
Independientemente de todo esto, si gozan de buena salud, los lebreles afganos pueden vivir entre 12 y 14 años.
Alimentación: la dieta correcta
Como todos los perros, el lebrel afgano es omnívoro carnívoro. Esto significa que come de todo, pero principalmente carne. Por eso, debe ingerir una cantidad suficiente de proteínas animales.
Encontrarás más información sobre este tema en el magazine de zooplus, en el apartado de alimentación del perro. Además, en la tienda online de zooplus encontrarás una gran selección de pienso y comida húmeda para perros.
Si quieres cambiarle la comida, mezcla la nueva con la antigua durante unos días. Así, minimizarás el riesgo de irritación de estómago, que podría causarle vómitos o diarrea. Esto también es conveniente en el momento de la llegada del nuevo miembro de la familia. Sigue dándole la comida habitual durante un tiempo para no agravar el gran cambio de situación vital con el cambio de alimentación.
Mientras que un cachorro puede comer hasta cuatro veces al día, el perro adulto tiene suficiente con dos. Después de comer, es conveniente que haga un descanso para favorecer la digestión.
Como este perro tan deportista quema muchas calorías corriendo, la demanda nutricional diaria depende en gran medida de la actividad. Puedes utilizar las recomendaciones del fabricante como base para las comidas.
No obstante, debes darle raciones un poco mayores, ya que suele consumir más energía y no tiende a ganar peso. Eso sí, contrólale la cintura y adapta las cantidades como corresponda si engorda o adelgaza.
Historia
Origen: perro de caza con una historia milenaria
Los antepasados de esta venerable raza pertenecían a las estirpes de perros más antiguas que vivían con los humanos. En su patria afgana, sirvieron durante milenios a las personas como perros guardianes y protectores.
Eran acompañantes populares, sobre todo para la caza, donde servían como cazadores a vista, especialmente en la persecución. Con rapidez y tenacidad, cazaban de todo, desde conejos hasta felinos. Esta labor hizo que las personas los valoraran enormemente. También influía la importancia de la caza, ya que sus éxitos eran esenciales para la supervivencia en el yermo desierto.
Por eso, la exportación de estos perros se castigaba en su país de origen con la pena de muerte. Aun así, un oficial británico llevó los primeros lebreles de Afganistán a Gran Bretaña allá por 1890. A principios del siglo XX, los amantes británicos de los lebreles afganos cruzaron diferentes tipos entre ellos. En estas mezclas participaron perros de desierto de pelo corto y de montaña de pelo largo. Los cachorros que nacieron representan el inicio de la cría moderna del lebrel afgano.
En otros países se dio a conocer más tarde. En España, por ejemplo, la primera hembra se registró en 1954. Con la creciente popularidad de la raza como perro de moda y exhibición, también hubo una transformación del estándar. El pelo se tornó más voluminoso, lo que constituía más bien un obstáculo en las carreras. Hoy día existen diferentes líneas de cría en función del uso (perro de compañía, de exhibición o deportista), que pueden diferir del estándar en algunos detalles.
Compra: ¿dónde puedo encontrar un lebrel afgano?
Dado que el lebrel afgano es un perro para expertos y deportistas, no hay muchos criadores. En Alemania, por ejemplo, solo nacen unos 120 cachorros al año. Por eso, si quieres uno, conviene que te pongas a buscar un criador serio con tiempo. Echa un vistazo a los avisos de camadas de las asociaciones nacionales de la raza.
Cosas a tener en cuenta respecto al criador
Si has encontrado un cachorro, ahora tocan las presentaciones, y no solo para que os conozcáis el cachorro y tú. Al visitar al criador, este te presentará a los padres. También responderá a tus preguntas sobre atención sanitaria y sus objetivos de cría en cuanto al tipo y el carácter.
Conviene que te informes de antemano sobre si el criador está especializado, p. ej., en perros de exhibición o deportistas. A veces, los perros de exhibición tienen un pelo que requiere muchos cuidados y los limita un poco. En cambio, los ejemplares de líneas muy deportivas necesitan más ejercicio que un lebrel afgano estándar.
Asegúrate de que todos los animales tengan un aspecto vivaracho y sereno. Además, es bueno que el criador te pregunte sobre tu experiencia con perros, tus expectativas y tu tiempo libre. Esto demuestra que se esfuerza por encontrarles un buen hogar a sus perros. Cuando te entregue al cachorro, este estará varias veces desparasitado y vacunado. Asimismo, recibirás el certificado de ascendencia, la cartilla de vacunación, la identificación del chip y, generalmente, algunas raciones de su comida habitual.
Nunca compres un cachorro a un reproductor que no pertenezca a ninguna asociación y que críe por dinero principalmente. Si lo haces, estarás favoreciendo el comercio ilegal de cachorros y una mala tenencia. Además, correrás el riesgo de obtener un perro enfermo y no socializado.
Lebrel afgano de la protectora
Si buscas un ejemplar mayor, puedes encontrarlo en organizaciones nacionales. Estas suelen dar animales en adopción cuyos compradores originales han tenido que entregarlos por varios motivos.
Las protectoras de animales especializadas en galgos también pueden tener lebreles afganos sin hogar. En cualquier caso, piensa que el carácter de un galgo adulto, incluidas las posibles consecuencias de errores de adiestramiento, seguramente estará muy arraigado. Por eso, es conveniente que tengas bastante experiencia con perros. Sea como sea, la vida con un perro de segunda mano puede ser una experiencia muy enriquecedora.
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