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Este perro debe su nombre al artista inglés Edwin Landseer, uno de los pintores de animales más famosos del siglo XIX. Su fascinación por estos gigantes blancos y negros de carácter bondadoso la expresó en numerosos cuadros.
Aunque el origen de esta raza es muy antiguo, la historia del landseer como raza reconocida es relativamente reciente. La FCI (Federación Cinológica Internacional) no reconoció al landseer como raza independiente hasta 1960. En la FCI, la raza figura con el número 226 en el grupo 2 (perros tipo pinscher y schnauzer, molosoides, perros tipo montaña y boyeros suizos), sección 2.2 (molosoides, tipo montaña).
Antiguamente, se consideraba que el landseer pertenecía a la raza de los terranova, traídos a Inglaterra desde la isla canadiense del Atlántico Terranova. El terranova se popularizó enseguida entre los pescadores británicos por su afinidad con el agua y su afán de trabajar. Probablemente sea un cruce entre los perros de los primeros pescadores europeos y los de los indígenas canadienses. Como era habitual llevar perros en los barcos, los grandes perros de los portugueses, vascos y españoles (que ya habían visitado los ricos caladeros de Terranova antes que los británicos) se mezclaron con los perros autóctonos de Terranova. Así pues, es probable que el terranova, el landseer actual y el perro de montaña de los Pirineos compartan antepasados.
Cuando los navegantes británicos trajeron los imponentes newfoundland dogs a Inglaterra, estos se popularizaron enseguida. A la nobleza y la alta burguesía, en particular, les gustaba adornarse con estos impresionantes gigantes. En 1886 se fundó el Newfoundland Club en Inglaterra. En el estándar se admitía tanto el tipo blanquinegro como el negro puro y el rojo-marrón. Como no se distinguía entre colores, el tipo blanquinegro se vio cada vez más arrinconado por la herencia dominante del pelo negro. A finales del siglo XIX, el tipo blanquinegro prácticamente había caído en el olvido en Inglaterra.
Es gracias a los cinólogos alemanes y suizos que la raza landseer esté reconocida como independiente hoy día. En el cambio de siglo, los criadores alemanes y suizos llevaron los pocos perros aptos para criar a Europa continental. Aquí, empezaron con la cría pura del tipo blanco y negro. La nueva raza se bautizó con el nombre landseer, la denominación que ya se usaba entonces para esta variante cromática. El pintor Edwin Landseer, que favorecía a estos perros blanquinegros en sus dibujos, se había hecho famoso con sus pinturas animales a mediados del siglo XIX. En esta época, los terranovas blanquinegros recibían el sobrenombre landseer dog en Inglaterra.
Además del perro landseer, reconocido por la FCI en 1960, hoy día aún existen terranovas blanquinegros. Sin embargo, siguen siendo una minoría en comparación con los negros.
Está claro que el landseer no solo recibe piropos por su buen comportamiento. Por fuera también es una auténtica belleza que atrae muchas miradas. Los machos presentan una altura de cruz de 72-80 cm y las hembras, de 67-72 cm. Con estas cifras, está claro que es una raza grande e imponente. Los machos pesan entre 60 y 75 kg, y las hembras, entre 50 y 55 kg. Pese a su enorme tamaño, su pelo largo y su carácter a veces comodón, el landseer nunca parece torpe. Al contrario, su cuerpo rezuma fuerza y energía, cualidades que lo caracterizaban como perro de trabajo y agua de los pescadores canadienses.
El color de pelo blanco y negro del landseer es inconfundible. De hecho, fue decisivo para la evolución de la raza. Sobre el color de base blanco tiene placas negras despedazadas, distribuidas por el tronco y la grupa. El cuello, el antepecho, el vientre, la cola y las patas deben ser blancos. Es característico de la región blanca del hocico un lucero blanco simétrico, no muy ancho, en la cabeza negra. Las orejas caídas triangulares, también negras, son medianas.
Mientras que el pelo de la cabeza es corto, el del resto del cuerpo es largo y denso. Pese a su abundancia, el manto de pelo es suave al tacto. Aunque debe ser lo más liso posible, se admite una capa externa ligeramente ondulada en el lomo y los muslos. La capa externa está entremezclada con el subpelo, que no es tan denso como en el terranova negro. Ambas razas, que surgieron de los newfoundland dogs, también tienen una cabeza diferente. En el landseer es algo más voluminosa y tiene el hocico algo más largo que en el terranova. Además, el landseer es un poco más grande y ágil.
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La pasión innata por el agua de estos perros la subraya el cuadro de Landseer Salvado, de 1856. Muestra un perro negro y blanco que ha sacado a un niño del agua, salvándole así la vida. Su marcado amor por el agua y la capacidad de actuar por su cuenta en situaciones de peligro lo convierten en un perro de rescate acuático codiciado para misiones en lagos y costas. Además, es tan apegado a las personas que también es muy popular como perro familiar.
Con su naturaleza tranquila, su mirada cariñosa y su bondad casi infinita, engatusa a cualquiera. El landseer se caracteriza por una fidelidad y confianza enormes hacia las personas de su entorno. Es simpático, abierto y flexible, por lo que puede llevarse a todas partes. Se muestra muy benévolo y bondadoso con los amigos de la familia. Además, si se acostumbra como es debido, la convivencia con otros animales, como gatos, no suele ser difícil. Para que el perro landseer pueda desplegar todas estas cualidades inherentes, necesita un contacto estrecho con su familia. Tenerlo en una perrera sería impensable para un animal tan cariñoso y apegado. Para ser feliz, necesita la cercanía de su gente y el sentimiento de pertenencia. Por muy bondadoso y tranquilo que sea, requiere un lugar fijo en la familia.
Como perro de servicio, quiere que lo usen y le gusta ser útil. Por ejemplo, puede ayudarte a llevar la compra o recoger juguetes en casa. Así pues, no tiene por qué realizar un cometido tan exigente como la formación para perros de rescate o avalancha. También disfruta a tope con tareas más triviales. Aparte de una mano firme, pero cariñosa, no se requiere mucho para hacerlo feliz y satisfacerlo física y mentalmente. Tampoco es muy exigente en cuanto a los paseos diarios. Le basta con dar paseos tranquilos por el bosque o el campo. Lo que sí lo hace realmente feliz es un lago o arroyo donde pueda darse un bañito durante los paseos.
Aunque es muy despierto y activo, el landseer es un perro doméstico tranquilo y simpático. Tiene poco instinto de caza y ladra muy de vez en cuando. Frente a los desconocidos, se comporta más reservado que agresivo. Debido a su instinto de protección innato, es muy vigilante, pero enseguida se muestra simpático y alegre cuando se da cuenta de que el invitado es bienvenido.
Por muy manso y bondadoso que sea, necesita un adiestramiento perseverante, como todos los perros. Al fin y al cabo, tiende a ser bastante independiente, algo que no siempre beneficia a su cuidador. Sin embargo, gracias a su rapidez de comprensión y su fuerte orientación a las personas, aprende muy rápido. Por eso, es fácil de adiestrar incluso para principiantes, siempre que respeten las normas más importantes.
Aunque el landseer es una raza muy robusta y se ha librado de enfermedades específicas, puede padecer las enfermedades típicas de los perros grandes. Estas pueden ser, por ejemplo, displasia de cadera y enfermedades del cartílago. También se observan casos aislados de enfermedades cardíacas o torsión gástrica. Por suerte, el riesgo de enfermedad se puede reducir. Aparte de una tenencia acorde a la especie con suficiente ejercicio, los chequeos regulares en el veterinario y una alimentación correcta en cantidades pequeñas repartidas a lo largo del día son buenas medidas de prevención.
Además, una cría responsable contribuye en gran medida a la salud de los animales. Así pues, los perros deben criarse respetando normas estrictas relativas a los animales de cría y a los criadores. Con controles rigurosos y procedimientos de exclusión de los animales puede reducirse la propensión a la displasia de cadera.
La atención médica de los animales de cría, las vacunas, las pruebas y una alimentación de buena calidad para la madre y los cachorros cuestan mucho dinero. Por eso, con un precio de unos 1000 euros por cachorro apenas se cubren los costes del criador. Ten cuidado con las ofertas que estén muy por debajo de esta cifra. Estos precios de ganga solo son posibles si se han obviado las estrictas normas de cría. Al final, los propios animales son los que pagan estos precios baratos con su salud física y mental. No obstante, estos precios también acaban convirtiéndose en el cuento de la lechera para el comprador. Esto se debe a que las caras facturas del veterinario o el psicólogo canino suelen ser la consecuencia.
Con una alimentación saludable y una tenencia acorde a la especie, el landseer puede vivir entre nueve y doce años.
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La pregunta sobre la alimentación canina ideal no se puede responder de forma genérica. De hecho, la demanda nutricional varía de un perro a otro. Hay varios factores que influyen, como el nivel de actividad, el estado de salud y la edad. En general, se puede decir que los perros grandes tienen una mayor demanda energética que los pequeños. Además, hay que controlarles el peso porque el sobrepeso puede dañar las articulaciones y los órganos internos a la larga. Por último, recuerda que tu perro siempre debe tener suficiente agua fresca a su disposición.
El barf (alimentación cruda biológicamente apropiada) es una alternativa al pienso y la comida húmeda convencionales. Se trata de alimentar al perro principalmente con carne cruda, verdura, fruta, vísceras y suplementos minerales y vitamínicos. Como este método requiere muchos conocimientos, deberás informarte ampliamente de antemano. Es aconsejable acudir a un veterinario de confianza, quien podrá darte detalles sobre la demanda nutricional de tu peludo. Un perro mal alimentado puede sufrir déficits que pondrían en peligro su salud.
Si compras un perro de raza, no debes escatimar en el precio de compra. Acude a un criador serio registrado que se preocupe más por el bienestar de sus perros que por sus negocios. Un criador serio te mirará con lupa para averiguar si eres apto/a para cuidar de uno de sus cachorros. Además, te aconsejará que te lo pienses dos veces si cree que no reúnes los requisitos para cuidar de él.
Pero ¿cuáles son estos requisitos? En primer lugar, hay que tener suficiente espacio. Un perro tan grande como el landseer necesita mucho espacio en casa y en el jardín. Por lo tanto, vivir en la ciudad es impensable para él. Un entorno natural, como un parque, bosque o campo donde podáis dar paseos variados, es tan importante como un jardín donde pueda retozar solo y sin correa. De este modo, los paseos diarios no tienen por qué ser tan largos. Si tienes un arroyo o un lago cerca, el perro landseer querrá ir a nadar por encima de todo. Así pues, si quieres hacerlo realmente feliz, asegúrate de que pueda disfrutar del agua a menudo.
Tan importante como el agua es la cercanía con la gente de su entorno. Otro requisito fundamental para tener este perro es una familia que le proporcione un lugar fijo. Debe sentir que lo quieren y que lo necesitan. Además, no hay que olvidar que tener un perro tan grande cuesta mucho dinero al mes. Así pues, si tienes suficiente tiempo y dinero, ya cumples todos los requisitos para adoptar un landseer. Casi ninguna otra criatura ofrece semejante cantidad de amabilidad, fidelidad, bondad y fiabilidad como él.
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