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El lagotto romagnolo solía estar siempre cerca o dentro del agua y hoy es el perro trufero más famoso. Independientemente de esto, cada vez más gente aprecia a este peludo deportista como amigo fiel.
«¿Es una mezcla de caniche?»: a quien tenga un lagotto romagnolo seguramente le habrán hecho esta pregunta alguna vez. De hecho, un poco sí que se parece a su famoso pariente. Sin embargo, tiene aún más similitudes con dos otras razas de perros de agua: el perro de agua español y el perro de agua portugués. El lagotto romagnolo tiene una altura de hombro de entre 41 y 48 cm, y pesa de 11 a 16 kg. Esto lo sitúa entre el caniche mediano y el caniche. Tiene una estatura fuerte y robusta, y una cabeza casi cuadrada. Además, cuenta con orejas caídas y una cola que se estrecha hacia la punta y llega prácticamente hasta el corvejón.
Los colores de este perro son variados, aunque suele ser de tonos naturales. Los colores frecuentes son el blancuzco, el marrón en varias tonalidades y el ruano, a veces con máscara. Tiene el pelo rizado y ligeramente aceitoso debido a su antiguo trabajo acuático. No suelta pelo, pero hay que esquilarlo periódicamente.
Como todos los perros de agua, el lagotto romagnolo acompañaba antiguamente a los pescadores. Sus antepasados vivían en la Romaña, al norte de Italia. Allí ayudaban en los pantanos, vigilaban las casas y los barcos, y detectaban la presencia de fochas. Sin embargo, los pantanos se secaron en el siglo XIX. A continuación, la gente empezó a concentrarse en el excelente sentido del olfato de estos perros para usarlos como truferos. Esto hizo que el instinto de caza del lagotto romagnolo decreciera con los años, ya que lo habría distraído de su nuevo cometido. Sin embargo, los truferos del siglo XX cruzaron otras razas, desde el caniche hasta el pointer. No se trataba solo del aspecto estético, sino de las mejores cualidades para la búsqueda de trufas.
En la década de 1970 dio comienzo la cría específica del lagotto romagnolo gracias a los amantes de la raza. Su objetivo era criar el perro de agua de Romagna original. Gracias al famoso perro de agua portugués Bo de la familia de Barack Obama, los perros de agua se han granjeado una mayor fama. Pero, como siempre, cuando la demanda de ciertas razas aumenta, también se incrementan los riesgos. Muchos crían sin conocimientos suficientes en lugar de preocuparse por las necesidades de la raza. Además, hay demasiados interesados que solo se fijan en el aspecto rústico y la errónea denominación perro para alérgicos.
El lagotto romagnolo es simpático y sencillo. No es agresivo y tiene muy poco o ningún instinto de caza, según la línea de cría. Además, entabla una relación estrecha con sus cuidadores. Le encanta tener a su manada humana cerca y vivir aventuras en común. En casa suele ser tranquilo, siempre que haya podido desfogarse como es debido. Aunque está atento y ladra ante situaciones inusuales, no tiende a ser estridente. Un ejemplar manso se adapta a la rutina del hogar, ya sea una familia con hijos o gente mayor tranquila. Este melenudo engatusa enseguida con sus encantos y su aspecto achuchable, pero es de todo menos un perro faldero.
Trato cariñoso, refuerzo positivo y una perseverancia que se resista a los encantos de este peludo: estos son los mejores ingredientes para adiestrar al lagotto romagnolo. Incluso los principiantes podrán enseñarle obediencia básica sin problemas si se han informado antes debidamente. Al lagotto romagnolo le gusta satisfacer los deseos de sus personas de referencia si tiene un buen vínculo con ellas. En todos los detalles del adiestramiento ayuda tener sentido del humor. Este perro siempre será un poco testarudo y granuja, pero los que tienen uno valoran estas cualidades. Ve con tu cachorro a las sesiones de juegos de una asociación de perros y, después, a una escuela canina. No solo te darán buenos consejos de adiestramiento, sino que conocerás a gente mientras tu peludo socializa con otros perros.
Un perro de cría responsable solo corre un riesgo bajo de contraer enfermedades genéticas. Los criadores se encargan de controlar la displasia de cadera y codo, y la luxación de rótula en los padres. Por consiguiente, solo usan animales con resultados perfectos para la cría. También hay que realizar pruebas genéticas para detectar la enfermedad por depósito lisosomal. Esta es una enfermedad neurológica que provoca disfunciones en el cerebro y el sistema nervioso. Por desgracia, suele acabar con la muerte del animal. Los portadores mixtos de esta enfermedad no presentan síntomas, pero transmiten la predisposición a la patología. Por eso, los criadores que quieren ir sobre seguro prescinden de los portadores.
Además, hay algunas líneas que se ven afectadas por una forma autosómica recesiva de la epilepsia. En estos casos, los primeros ataques ya aparecen en edad de cachorro. Para esta enfermedad también existe un test genético que puede disipar cualquier duda. Habla de ello con el criador y pídele que te enseñe los resultados. Un criador responsable hablará contigo de buena gana y responderá a tus preguntas sobre prevención sanitaria.
En cuanto a la alimentación, el perro de agua de Romagna presenta los mismos requisitos que cualquier perro. Necesita una alimentación acorde a la especie con una proporción de carne elevada en forma de comida húmeda o pienso. Si quieres practicar el barf y alimentarlo con comida cruda, primero debes informarte muy bien o comprar productos específicos de barf que te faciliten el proceso. Si adoptas un cachorro o un perro adulto, nunca le cambies la comida nada más llegar. Es mucho mejor que lo acostumbres paulatinamente al nuevo alimento.
Lo que vale para la comida principal también vale para los snacks de recompensa: no deben contener cereales ni azúcar y deben estar compuestos principalmente por carne. Además, los snacks dentales contribuyen a la salud dental de tu peludo. Los huesos de piel de vacuno o las orejas de vacuno deshidratadas le proporcionarán un placer variado para masticar. Por otra parte, a tu perro nunca debe faltarle el agua fresca. Si salís de excursión, conviene que compres un bebedero de viaje.
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Que el lagotto romagnolo no suelte pelo no significa que sea un perro ideal para los obsesos de la limpieza. De hecho, le gusta tanto la naturaleza que traerá suciedad a casa. Aunque no es necesario cepillarlo, sí que hay que esquilarlo dos o tres veces al año. Puedes llevarlo a una peluquería canina o aprender a hacerlo tú mismo/a de un profesional. Si decides encargarte personalmente, no escatimes en la máquina cortapelo y cómprate una buena. Mucha gente que tiene este perro lo esquila en primavera y a finales del otoño. Así, en invierno no se le quedan pegadas grandes cantidades de nieve en el pelo largo. Deberás quitarle a diario las hojas y ramitas que se le queden enganchadas en los paseos por la naturaleza.
Además, es conveniente arrancarle los pelos de las orejas cada equis semanas, ya que estos pueden causarle problemas. Sin embargo, esto puede hacer que aparezcan heriditas, que, a su vez, son un factor de invasión bacteriana. Lo mejor es que hables con el veterinario para que te aconseje sobre cuidados de las orejas y que se las inspecciones regularmente. Si es necesario, puedes limpiárselas con un limpiador auricular para perros. Asegúrate de que no le caiga pelo en los ojos y córtale los pelos de entre las patas en invierno para que no se formen cúmulos de nieve y hielo. Es raro que haga falta bañarlo, pero esto puede ser necesario, por ejemplo, si se ha revolcado en excrementos. En tal caso, lávalo con agua templada y un champú suave para perros. Como perro de agua que es, seguramente disfrutará bañándose al aire libre.
Al lagotto romagnolo le encanta salir a la naturaleza junto a sus seres queridos. Muchos, aunque no todos, disfrutan bañándose de vez en cuando. Sin embargo, estas excursiones no son suficientes porque estos antiguos perros de trabajo quieren que se les confíen tareas. Son aptos para practicar deportes caninos, como agility, flyball o dog dancing. Prueba algunos con él para ver con cuál os divertís más. Tu perro no debería empezar a practicar deporte hasta que sea adulto. Además, debes controlar en todo momento que no se sobrecargue. De hecho, algunos no muestran que están agotados hasta que ya es demasiado tarde.
Muchos que tienen este perro juegan con él a juegos de buscar y algunos lo utilizan como trufero, tarea por la que es famoso. Pero ojo: antes de hacerlo debes asegurarte de que esto esté permitido en tu país. Por ejemplo, en Alemania está prohibida la recolección de la trufa al aire libre y en Suiza está permitida. En España se requiere una licencia. Hay quienes entrenan los 200 millones de receptores olfativos de su peludo de otra manera formándolo como rastreador de chinches. Sí, lo has oído bien. Además, el lagotto romagnolo es apto para la formación como perro de salvamento y terapia.
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Este alegre perro encaja con personas alegres que no se tomen a la ligera la inversión de tiempo que requiere. Como antiguo perro de trabajo que es, necesita pasar mucho tiempo en la naturaleza para retozar. Además, hay que darle tareas que pongan a prueba su inteligente cabecita. Si puedes ofrecerle todo esto, tendrás a un compañero maravilloso a tu lado, tanto si vives en familia como solo/a. Si tienes hijos pequeños, deberás ofrecerle a tu perro la posibilidad de refugiarse y enseñar a tus hijos a tratar a los animales con respeto. Este perro es apto para principiantes, aunque conviene informarse ampliamente sobre adiestramiento antes de adoptarlo y visitar una escuela canina. El lagotto romagnolo se lleva bien con otros perros y animales domésticos, siempre que haya socializado con ellos desde pequeño.
Además, puede irse de vacaciones contigo. Hoy en día, muchos hoteles aceptan perros, aunque conviene que te informes de antemano. Las vacaciones de senderismo, concretamente, son una oportunidad estupenda de relajarte con tu perro. En cambio, si te vas al Caribe, mejor déjalo en buenas manos, como con amigos o familiares que ya conozca.
Es habitual oír que los caniches y los perros de agua son ideales para alérgicos porque no sueltan pelo. Sin embargo, esto no los convierte en perros para alérgicos. Al fin y al cabo, los alérgicos no reaccionan al pelo, sino a unas proteínas especiales de la saliva, las escamas cutáneas y la orina de ciertas especies. No obstante, es posible que haya alérgicos que no reaccionen a determinadas razas. Antes de adoptar un perro conviene que pruebes esto. Habla con tu médico y reúnete varias veces con un criador que te permita hacer visitas largas.
El perro de agua de Romagna es una raza que se ha popularizado en los últimos años. Esto ha hecho que muchos quieran hacer dinero rápido y criar perros sin pertenecer a ninguna asociación, sin conocimientos especializados y sin realizar las pruebas médicas correspondientes. Llaman a esto cría familiar, para la que no necesitan papeles. No te dejes engañar por estos falsos argumentos. Quien quiere criar estos perros de forma responsable lo hace sin peros en una asociación cumpliendo los estatutos. Solo conseguirás un lagotto romagnolo con pedigrí en un criador que pertenezca a una asociación. Los criadores de esta raza son pocos y suelen tener una lista de interesados. La demanda a menudo supera la oferta, por lo que deberás esperar o recorrer largas distancias para conseguir un cachorro. Puedes aprovechar este tiempo para hacer los preparativos, informarte más sobre la raza y buscar deportes o cursos caninos adecuados.
Consejo: si no quieres invertir tanto tiempo y recursos en la búsqueda, puedes echar un vistazo a razas alternativas. Una de ellas es el caniche, que tiene un carácter similar, no suelta pelo y, con un esquilado moderno, no tiene nada del antiguo cliché de los perros de abuela. El perro de agua español también puede ser una buena alternativa. Si buscas un perro adulto, vale la pena buscar por internet en protectoras de animales internacionales. En España y en Italia se encuentran muchas mezclas de perros de agua que se pueden adoptar en estas asociaciones. Lógicamente, esto requiere una preparación intensiva y chequeos veterinarios exhaustivos. Sin embargo, con un poco de experiencia, disfrutarás de un peludo maravilloso que nada tendrá que envidiar al lagotto romagnolo.
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