El kishu, un perro que pertenece al tipo spitz, es muy difícil de encontrar fuera de Japón.
El kishu es un perro mediano, bien proporcionado y musculoso. Tiene un cuerpo compacto con una estructura ósea fuerte y orejas erguidas en punta. Además, lleva la cola enroscada sobre el lomo. Todas estas son características típicas de los spitz. Los machos alcanzan una altura de cruz de unos 52 cm y las hembras, de 46 cm. El peso de estos perros es de unos 25 kg. El pelaje suele ser blanco, pero también los hay de color sésamo y rojizos. Bajo la capa externa de pelo lisa tiene un subpelo suave.
Este tipo de perro, que pertenece a los spitz asiáticos, es oriundo de Japón. Su nombre se lo debe a la provincia histórica de Kishu, donde hoy se encuentra la prefectura de Wakayama y la parte sur de la prefectura de Mie. Los japoneses usaban estos perros para la caza de animales salvajes y osos. Actuaban con gran independencia, buscando constantemente el contacto con el cazador para asegurarse de que podía seguirles el ritmo. Muchos están entrenados para matar al animal por su cuenta, especialmente jabalíes o venados, antes de que el cazador intervenga.
El primer estándar de la raza no se redactó hasta 1934. Desde entonces, el kishu inu figura oficialmente entre los monumentos naturales de Japón. Hasta la década de 1970 estuvo prohibido exportar estos perros fuera de Japón. Solo podían abandonar su patria como regalo. Aunque alrededor del setenta por ciento no eran blancos al inicio de la cría, este es el color más extendido en la actualidad. Esto se debe, entre otras cosas, a que los perros blancos son más fáciles de detectar en la caza. Fuera de Japón, esta raza apenas está extendida. De hecho, solo hay un puñado de criadores en EE. UU. y pocas docenas en Europa. El kishu comparte algunas características con las razas shikoku, kai ken y, particularmente, con la hokkaido, todas también raras fuera de Japón.
Estos perros se caracterizan por su resistencia, inteligencia, valor y, en general, un fuerte instinto de caza. Son perros de una sola persona que entablan un vínculo estrecho con su cuidador/a y le son fieles. El perro kishu tiende a ser dominante, lo que puede provocar problemas con otros perros, especialmente entre machos. Su dominancia también la manifiesta a veces en casa, donde quiere tenerlo todo controlado. Además, no se muestra sumiso a su cuidador/a y siempre conserva su cabezonería. Esto hace que solo ejecute las órdenes si considera que tienen sentido. Ante los desconocidos se muestra entre distante y reservado. Por otra parte, solo es apto como perro guardián hasta cierto punto.
Se requieren conocimientos y paciencia para adiestrar a un kishu, ya que es cabezota y dominante. Sin embargo, si te mantienes firme y tranquilo/a, te reconocerá como líder. La dureza está totalmente fuera de lugar en su educación. Recuerda que no debes esperar sumisión de este orgulloso peludo. Cuando lo eduques, presta especial atención al control de su instinto de caza, que a veces es muy marcado. No obstante, ten en cuenta que casi nunca podrás dejarlo caminar sin correa. El motivo es que ni los mejor educados responden a la llamada de su cuidador/a cuando ven un animal salvaje. Así pues, trabaja en llevarlo con soberanía con la correa cuando os topéis con uno de estos animales.
Asimismo, conviene que te concentres en la sociabilidad de este perro en el adiestramiento. Una buena opción son las escuelas para cachorros y para perros adultos. Aquí, el joven kishu conocerá perros de distintos tamaños y reforzará sus habilidades sociales. Recuerda que el kishu ken debe estar estimulado tanto física como mentalmente. De lo contrario, encontrará una actividad alternativa poco deseable, como destruir tus muebles o la caza furtiva.
Algunos ejemplares son propensos al hipotiroidismo, un déficit de hormonas tiroideas que suele deberse a una función tiroidea alterada. Los síntomas son cansancio y un menor rendimiento, entre otros. En caso de detectar estos síntomas, debes llevarlo al veterinario para que lo examine. Esta enfermedad no es mortal y suele poder tratarse con fármacos. Además, esta raza tiene una mayor propensión genética a malformaciones del párpado debido a la forma del ojo. No obstante, estas se pueden corregir quirúrgicamente. Por otra parte, estos perros desarrollan alergias alimentarias y ambientales con cierta frecuencia. Por lo demás, el kishu goza de una salud de hierro y tiene una esperanza de vida de trece años.
La mejor prevención sanitaria, además de comprar el perro a un criador responsable, es una alimentación de calidad acorde a la especie. Concretamente, esto significa que debes elegir un alimento cuyo componente principal sea la carne. Por lo tanto, esta debe aparecer en el primer puesto de la lista de ingredientes. Además, fíjate en que no contenga cereales, ya que este ingrediente de relleno es de baja calidad y puede provocar alergias a algunos kishus. Si alimentas a tu perro como es debido desde el principio, reducirás el riesgo de intolerancias alimentarias. Incluso aunque tu perro no parezca tener intolerancias, no le cambies la comida bruscamente, sino gradualmente. Mezcla cantidades cada vez mayores del nuevo alimento con el antiguo y observa si muestra reacciones de intolerancia. Por último, no te olvides de que tu perro siempre debe tener agua fresca a su disposición.
Si sospechas que tu kishu inu tiene una alergia alimentaria, una monodieta puede ayudarte a averiguar el componente problemático. Tendrás que tener paciencia y hablar con el veterinario porque deberás darle solo un alimento determinado durante un periodo definido. Por ejemplo, puedes utilizar uno que solo contenga un tipo de carne. Es preferible que esta sea una que desconozca, como la de caballo o cabra. Además, la comida debe contener pocos ingredientes adicionales y, por supuesto, nada de cereales. Si el problema mejora con este producto, ya puedes probar con otro. Si empeora, habla con el veterinario para saber qué hacer a continuación. De este modo, averiguarás a qué componentes es alérgico el kishu. Por cierto, es conveniente que no le des chucherías durante este periodo.
Suele bastar con cepillarle el pelo una vez por semana para mantenerlo en perfecto estado. Durante la muda de pelo bianual sí que tendrás que cepillarlo más a menudo para eliminar los pelos muertos. Esto tiene la ventaja de que el peludo perderá menos pelos en casa. Normalmente, podrás eliminar la suciedad una vez seca con el cepillo o un paño húmedo. En comparación con otras razas, el perro kishu es muy aseado. Cuando le hagas los cuidados del pelaje semanales, échales un vistazo a los oídos. Si están sucios, límpiaselos con un producto especial para perros. Examínale también las uñas y córtaselas si están muy largas. Esto suele ser necesario con perros mayores que se mueven menos o con los que caminan por suelos muy blandos.
El kishu necesita hacer algo de ejercicio a diario. Sin embargo, no hace falta que se tire horas corriendo, especialmente si tiene un jardín vallado a su disposición. A esta raza le encanta estar al aire libre. Además, puede salir contigo a correr cuando sea adulto si va con correa. No obstante, recuerda que su marcado instinto de caza hace que no puedas llevarlo sin correa casi nunca. También es importante el ejercicio mental. Los juegos clásicos de traer la pelota lo pueden entretener de vez en cuando, pero se aburrirá enseguida. Busca una actividad que ponga a prueba la inteligente cabecita de tu peludo. Por ejemplo, el agility y la obediencia serían buenas opciones. Además, puede ser un estupendo perro pastor.
Aunque el kishu es el típico perro de una sola persona, puede convivir bien con una familia. Es muy fiel y se lleva estupendamente con los niños, si está acostumbrado a ellos. Por eso, si tienes hijos, es mejor que adoptes un perro adulto que ya haya conocido niños o un cachorro que crezca con ellos. Si tienes gatos, solo deberías adoptarlo si socializó con gatos en edad de cachorro. De lo contrario, correrás el peligro de que quiera cazarlos, lo que puede resultar mortal para ellos. Nunca lo dejes solo con animales pequeños. Es imprescindible tener experiencia con perros debido al instinto de caza y la dominancia del kishu.
Además, la situación vital también debe ser adecuada para él. Este perro puede vivir en un bajo grande con un jardín vallado o un terreno grande en el campo. En ningún caso es apto para vivir en la ciudad. En cualquier caso, la valla debe ser antifugas para evitar que el perro se escape para cazar furtivamente. Como la raza no suele llevarse bien con los desconocidos, es mejor llevárselo de vacaciones, si es posible. Otra opción sería dejarlo con alguien que ya lo conozca y esté familiarizado con él.
Fuera de Japón, el kishu ken es una raza muy rara. Pregúntate qué te fascina tanto de él y si quizá también podría interesarte otra raza más común en Europa. La rareza de este perro tan orgulloso y exigente no debería ser el único motivo para elegirlo.
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Esta raza es muy difícil de encontrar fuera de Japón. Sin embargo, puede que haya algún criador en tu región dedicado a ella. Aparte de un puñado de criadores en EE. UU. y Rusia, en Europa hay unos pocos. Estos suelen estar en la República Checa, los Países Bajos, Polonia, Finlandia y Lituania. En España ni siquiera está inscrito en la Real Sociedad Canina. Así pues, hazte a la idea de que deberás recorrer largas distancias para conseguir un kishu. Por lo tanto, conviene que te informes ampliamente sobre las condiciones de adopción de un cachorro en el extranjero. Aléjate de los vendedores que fingen venderte un cachorro de kishu. Estos suelen perseguir el beneficio rápido y seguramente lo que te darán no será un kishu.
Fuera de Japón no encontrarás un kishu adulto de pura raza. Si te encanta esta raza, puede valer la pena echar un vistazo a razas de tipo spitz similares o mestizos de la protectora, también en el caso de los cachorros. Aquí, la probabilidad de éxito es mucho mayor y, además, le regalarás un hogar a un peludo desamparado. Infórmate antes sobre los antecedentes y el carácter del perro que quieras adoptar. Al igual que con el kishu, aquí se requiere algo de experiencia para que la convivencia funcione y evitar problemas de comunicación con el perro.
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