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Criado originariamente para la caza del zorro, el fox terrier de pelo liso sigue siendo extremadamente vivo, rápido e intrépido. Bien adiestrado, este pequeño y atlético perro de pelo corto y liso es el compañero ideal para practicar deportes caninos.
Saltar obstáculos, arrastrarse por tubos estrechos y correr por subibajas: en el agility, el fox terrier está en su salsa. A este vivaracho perro le encanta moverse y poner a prueba su cabecita. No es de extrañar que nunca tenga suficiente con los deportes caninos, como el agility, la obediencia y el flyball. Una vez terminado el entrenamiento, le pide a su cuidador que tire una pelota o un frisbee para salir escopeteado. Para quien tenga un fox terrier de pelo liso, los días de holgazanear en el sofá son cosa del pasado.
Si te interesa esta raza tan deportista, debes ser consciente de que una vuelta a la manzana o una sesión de adiestramiento por semana no bastan. Este perro necesita juegos dinámicos diarios y acompañarte a correr o hacer excursiones a pie, en bicicleta o a caballo. Las ganas de moverse de este peludo no conocen límites. En general se lleva muy bien con los niños, ya que estos comparten sus ganas de jugar y moverse. Es un compañero de juegos vivaracho y un amigo fiel para familias activas que disfruten haciendo cosas al aire libre.
Aunque hoy día se cría como perro de compañía, como la mayoría de razas, el fox terrier sigue ocupando un puesto de honor en la caza. Es tan versátil que puede utilizarse como perro levantador, de madriguera, cobrador, de rastreo y para tareas acuáticas. Su afán de trabajo, su valor y su atención lo convierten en un compañero de caza de valor incalculable. Los que no sean cazadores y quieran tenerlo como perro de compañía deben mantener a raya su instinto de caza. Esto se puede conseguir con actividades sustitutivas en forma de deportes caninos y juegos.
Los terriers tienen fama de ser muy cabezotas, y el fox terrier de pelo liso no es ninguna excepción. Si no se los encauza como es debido, estos inteligentes peludos asumen el mando encantados, para desgracia de su cuidador. Por tanto, un adiestramiento perseverante y lo más temprano posible es indispensable para una convivencia armoniosa. Si inviertes tiempo, conoces las normas básicas de adiestramiento y le permites desfogarse física y mentalmente, no te dará problemas. El fox terrier no solo es inteligente, sino que también aprende rápido y es apegado a las personas.
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Su encanto descarado, con el que engatusa a sus cuidadores, se ve a primera vista. Mira a quien tiene delante con cara despierta, alegría y seguridad en sí mismo. Es como si estuviera esperando un nuevo juego o tarea para no aburrirse. Su cuerpo esbelto y atlético revela sus dotes deportivas y su rapidez. Además de su mirada descarada, es típico de esta raza el morro alargado y las orejas pequeñas y caídas.
Con una altura de cruz de 39 centímetros como máximo, pertenece a las razas pequeñas. Además, no pesa más de 7,5 kilos. Suele tener el pelaje blanco, ya sea monocolor o con marcas negras o tan.
Los primeros fox terriers que se expusieron por primera vez a mediados del siglo XIX en Inglaterra eran casi blancos. Además, estaban principalmente indicados para la caza del zorro. Su valentía, su resistencia y su destreza para perseguir y matar zorros hasta su madriguera enseguida les valieron una gran fama entre los amantes de la caza y los perros de Inglaterra. Gracias a su constitución, estos intrépidos perros eran capaces de meterse por los estrechos túneles de las zorreras. Sacar a los zorros de las madrigueras era el objetivo principal a la hora de elegir perros de cría adecuados. Esta tarea es la que dio a la raza fox terrier su nombre (fox = zorro, terra = tierra).
En 1876, el recién fundado Fox Terrier Club presentó el primer estándar de la raza. Hoy en día, la FCI distingue entre dos variantes del fox terrier: el fox terrier de pelo liso y el fox terrier de pelo duro. Si bien ambos tipos solo se diferencian en la estructura del pelaje, se presentan por separado.
El fox terrier de pelo liso gozaba al principio de mucha más popularidad que el de pelo duro. Sin embargo, esto cambió en la década de 1920, cuando la variante de pelo duro experimentó un auténtico boom. En esta época, este manejable perrito se convirtió en el nuevo perro de moda de las damas refinadas. Por desgracia, a menudo se olvidaba que el fox terrier se crio originariamente como perro de caza. Por lo tanto, los animales seguían mostrando mucha valentía, instinto de caza y cierta agresividad.
La falta de adiestramiento y una tenencia no acorde a la especie les valieron a estos perros, que disfrutaban escarbando en los jardines y rara vez evitaban las peleas con otros perros, la fama de mordedores y agresivos. A mediados del siglo pasado, los registros de camadas se redujeron notablemente, especialmente del fox terrier de pelo liso. Hoy día nacen el doble de fox terriers de pelo duro que de pelo liso. En la actualidad, ambas variantes de este perro inglés tradicional forman parte de las razas poco frecuentes.
Si te interesa el fox terrier de pelo liso, primero debes informarte a fondo sobre las particularidades de la raza. Los fox terriers son perros temperamentales y exigentes que requieren mano firme. Un criador serio te preguntará por tus expectativas y objetivos y, si lo ve necesario, te desaconsejará que lo compres. En este caso, no te lances al segundo mejor vendedor y reflexiona sobre tus motivos para comprar este perro.
Compra un cachorro de pura raza solo a un criador serio que someta a sus perros a pruebas de enfermedades hereditarias y otros criterios de aptitud. Los cachorros se entregan entre la octava y la décima semana de vida, como muy pronto. El precio oscila entre 850 y 1500 euros, según la aptitud deportiva y el valor de cría de los padres.
Básicamente, los fox terriers gozan de una muy buena salud. En casos aislados, pueden padecer enfermedades oculares. Además, tienen cierta predisposición a enfermedades neurológicas, como la ataxia y la mielopatía. Estas pueden provocar la degradación de la médula espinal. Con una cría responsable, una buena alimentación, mucho ejercicio y cuidados acordes a la especie, el riesgo se reduce considerablemente.
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Una alimentación adaptada a las necesidades y unos buenos cuidados desempeñan un papel esencial en la preservación de la salud. Adaptada a las necesidades significa que debe ajustarse a la edad, el peso y el nivel de actividad del perro. Los fox terriers son muy deportistas y activos, y necesitan una alimentación energética con abundante carne y verduras de calidad.
La dieta BARF/ACBA consiste en comprar carne fresca y dársela cruda al perro (se puede congelar para tener existencias). De este modo, la carne contiene muchos nutrientes y minerales importantes que se pierden al cocinarla. Lo importante de este método es conocer la demanda alimentaria del perro y el valor nutricional de los distintos alimentos. De hecho, tanto un déficit como una sobrealimentación de ciertos ingredientes pueden provocar graves perjuicios para la salud. Otra opción es darle al perro pienso o comida húmeda de buena calidad. Los componentes deben ser de calidad y no incluir aditivos poco saludables, como azúcar o potenciadores del sabor artificiales. Además, debes cerciorarte de que el alimento no contenga una proporción de cereales excesiva.
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El fox terrier de pelo liso tiene una ventaja clara en comparación con su pariente, el de pelo duro. Mientras que el pelo duro lo tiene que esquilar un profesional, con el pelo liso basta con cepillarlo regularmente. Como al fox terrier no le gusta estarse quieto, es mejor que lo acostumbres al cepillo desde cachorro.
Este perro es sumamente inadecuado como acompañante de las damas de la alta sociedad, como se tenía antiguamente. Además, aunque su tamaño práctico sugiera lo contrario, tampoco es apto para vivir en un piso pequeño de ciudad. Los fox terriers son animales asertivos, inteligentes y muy temperamentales que requieren cuidadores con las mismas características. Hay que enfrentarse desde el principio a su comportamiento territorial, su pasión por la caza y su agresividad innata. Esta es la única manera de evitar problemas futuros en la convivencia, con otros perros y con los vecinos.
Por todo lo dicho, el fox terrier no es un perro para principiantes, sino para expertos familiarizados con el adiestramiento canino y la tenencia adecuada a la especie. Como ya casi no se usa para la caza actualmente, necesita actividades sustitutivas que le permitan desfogarse física y mentalmente. Los deportes caninos y las excursiones en la naturaleza son buenas opciones para controlar el temperamento de estos perros. Además de ciertos conocimientos y la voluntad de hacer cosas al aire libre, también debes disponer de mucho tiempo. Una vuelta rápida a la manzana o por el parque no le bastan ni de lejos a este perro.
Con suficiente perseverancia, un buen adiestramiento básico, mucho ejercicio y entretenimiento mental, el fox terrier se convierte en un perro de compañía estupendo que te acompañará a las duras y a las maduras. No solo protege a su familia, sino que derrocha buen humor con su carácter vivo y alegre. Además, las actividades conjuntas al aire libre también benefician a la salud de sus cuidadores humanos.
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