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Encantador, divertido y extremadamente vivaracho: el pequeño fox terrier de pelo duro es un perro de pelo denso tipo alambre blanco y marrón que derrocha energía y buen humor. Con un buen adiestramiento, este antiguo cazador de zorros es un compañero fiel que necesita mucho ejercicio y tareas.
Este perro sabe cómo engatusar a sus cuidadores. Su afán infantil, sus ojitos oscuros, con los que te mira esperanzado, y el entusiasmo infinito con el que hace lo que se le ordena son sencillamente irresistibles. No es de extrañar que haya quien haga la vista gorda con alguna travesura. Pero cuidado, ya que este inteligente perro aprovecha estas debilidades para hacerse con el control.
Compañero cariñoso con un buen adiestramiento
Si te interesa el fox terrier de pelo duro, debes ser consciente de esta particularidad suya. La perseverancia, la atención y un poco de rigor son facultades que hay que tener para adiestrarlo. Quien sepa algo de adiestramiento canino, tenga tiempo para dedicarle a su peludo y le ofrezca suficiente entretenimiento y ejercicio disfrutará de un amigo extremadamente cariñoso y simpático que aportará variedad y buen humor a su día a día. El fox terrier de pelo duro es un perro pequeño y vivaracho al que le gusta complacer a su cuidador. Si se lo dirige con perseverancia, aprende fácilmente y permanece fiel a su familia.
Antiguo perro de caza, actual perro de compañía
Los fox terriers se suelen llevar bien con los niños, ya que son tan juguetones y dinámicos como ellos. Desde atrapar la pelota hasta traer palos, esta raza repleta de energía siempre quiere más. Sin embargo, igual que los niños, pueden volverse un poco locos y, por eso, no conviene dejarlos solos con ellos. Este perro tan temperamental lleva las peleas en la sangre, aunque no actúa por agresividad ni miedo. Al contrario, el fox terrier es un espíritu alegre y seguro de sí mismo que siempre está dispuesto a divertirse. Eso sí, a veces quiere demostrar quién manda.
Tareas sustitutivas para un cazador temperamental
Para tener bajo control el desbordante temperamento del fox terrier, este debe hacer suficiente ejercicio y poder entretenerse. Los deportes caninos rápidos, como el agility, la obediencia o el flyball, son perfectos para él. Además, le encanta acompañar a su cuidador a correr o a montar en bicicleta. También sería ideal apuntarlo a un curso de formación, como para perros de rescate. Eso sí, tiene que dominar una obediencia básica y estar bien adiestrado y socializado. Dado que ya se crían muy pocos ejemplares para la caza, es primordial ofrecerle una actividad sustitutiva. Por ejemplo, puede practicar un deporte canino o asumir tareas de vigilancia. Esto es importante porque en él sigue latente cierta dureza, ganas de trabajar y valentía. Para pasear por el bosque es mejor llevarlo con correa por si acaso. De lo contrario, su instinto de caza podría llevarlo a salir corriendo detrás de un animal salvaje.
Aspecto
Con un tamaño de entre 30 y 40 cm, el fox terrier de pelo duro es una raza pequeña, pero su autoconfianza es tanto más grande. Este perro británico es consciente de su inteligencia, rapidez y resolución, y hace gala de ello externamente. Su mirada desafiante, su constitución fuerte y armoniosa, su cola erguida y sus orejas atentas y plegadas revelan la clase de perro que es. Este peludo derrocha fuerza y temperamento, pero también es encantador y elegante.
Pelaje y color
Como su nombre indica, tiene un pelaje de unos 2 cm y textura densa tipo alambre. En el lomo y en el cuarto delantero y trasero es algo más duro que en los lados. En la mandíbula, el pelo es un poco más largo y ligeramente crespo, lo que le confiere una expresión distintiva. El blanco debe ser el color predominante, aunque hoy día se valoran las marcas negras, tan o negras-tan.
Historia
A diferencia de los ejemplares actuales, bicolores o tricolores, los primeros fox terriers solían ser totalmente blancos. De este modo, se diferenciaban de los zorros castaños rojizos, para la caza de los cuales se utilizaban antiguamente. La constitución del fox terrier también dice mucho de su tarea originaria. Debía ser suficientemente pequeño y ágil para meterse por los estrechos túneles de las zorreras. Después de todo, su tarea consistía en encontrar a los zorros en su madriguera, matarlos o llevárselos al cazador. Un buen terrier tenía que ser capaz de meterse en la tierra. Su nombre se compone de la palabra inglesa fox (zorro) y la palabra latina terra (tierra).
Fundación del club del fox terrier y primer estándar de la raza
Se sospecha que estos perros de caza británicos surgieron del cruce de terrier inglés blanco y bull terrier o beagle. La cría pura de la raza dio comienzo a mediados del siglo XIX. Primero se exhibió un fox terrier de pelo liso en una exposición canina inglesa de aquella época. Después, en la década de 1870, le siguieron los primeros ejemplares de pelo duro. En 1876, los cinólogos y amantes de la raza ingleses fundaron el Fox Terrier Club y redactaron el primer estándar. Poco después, el Kennel Club británico reconoció la raza y, finalmente, también lo hizo la FCI. Actualmente, el fox terrier de pelo duro y el de pelo liso se presentan como dos razas independientes, pese a que apenas presentan diferencias, aparte de en la estructura del pelaje.
Cría y distribución
Pese a su similitud, hace tiempo la distribución del fox terrier de pelo alambre y el de pelo liso difiere. Al principio, cuando la caza era el objetivo principal de la cría, los de pelo liso eran los preferidos. Sin embargo, en la década de 1920 los suplantaron los de pelo duro, al convertirse en los acompañantes de las damas refinadas. A mediados del siglo XX, el fox terrier de pelo duro era un auténtico perro de moda. De hecho, era la encarnación del terrier inglés tradicional. En 1949 se registraron 10 000 cachorros, cifra que no se ha vuelto a registrar nunca más.
Consejos de compra
Hoy día, tanto el fox terrier de pelo duro como el de perro liso son razas poco comunes. Parece que hay otras razas más aptas como perros familiares para ser el mejor amigo del hombre. No se puede negar que el fox terrier tiene cierta testarudez, por lo que conviene tener experiencia en adiestramiento canino. Si te interesa el fox terrier de pelo duro, pregúntate si puedes satisfacer sus altas exigencias de ejercicio y entretenimiento.
Probablemente tendrás que hacerte estas preguntas cuando te reúnas con el criador. Tómatelo como una buena señal de que el criador es serio y se preocupa por el futuro de sus perros. Los criadores serios pueden encontrarse a través del club de raza nacional o en una asociación registrada del fox terrier. En general, los cachorros se entregan entre la octava y la décima semana de vida. Un cachorro de fox terrier de pura raza cuesta entre 850 y 1200 euros. El tiempo de espera para recibir al cachorro puede variar según la región y las camadas del criador. Aprovecha la espera para hacer los preparativos para tu nuevo amigo. Además del equipamiento básico (cama, comida para cachorros, etc.) y la búsqueda de un veterinario, infórmate también sobre escuelas caninas y las ofertas deportivas de tu zona.
Salud y prevención de enfermedades
En general, con un fox terrier de pelo alambre no necesitarás visitar al veterinario muy a menudo. Como su hermano, el fox terrier de pelo liso, este perro goza de una salud de hierro. Tiene una esperanza de vida de doce años o más y apenas se conocen enfermedades típicas de la raza. Sin embargo, se conocen casos aislados de enfermedades oculares y óseas, sordera y bocio. Una cría seria que priorice la salud de la raza y descarte a los animales enfermos o sobrecargados es la mejor prevención contra las enfermedades genéticas. Además, los perros deben contar con las vacunas, desparasitaciones y chequeos veterinarios necesarios.
Alimentación
¿Cuál es la alimentación más saludable?
La alimentación también influye en gran medida en la salud y el bienestar de tu perro. Las primeras semanas después de comprarlo, probablemente le darás el alimento que ya comía en casa del criador. Es muy importante que la comida sea para cachorros, ya que esta está específicamente adaptada a sus necesidades. Además, favorece un crecimiento saludable de los músculos, huesos, ligamentos y dientes.
Hasta la decimosexta semana de vida, el cachorro deberá comer tres o cuatro veces al día. El alimento deberá estar compuesto de carne y verduras, y un poco de fruta, arroz, pasta o copos de cereales. Para los tentempiés entre horas puedes darle yogur, quark o requesón. A partir de la decimosexta semana, debes empezar a reducir estas comidas paulatinamente. Finalmente, a partir del noveno mes, deberás cambiar a la comida de adulto. Procede de forma gradual mezclando la comida antigua con una cantidad cada vez mayor de la nueva. Asegúrate de que la comida de adulto, independientemente de si es húmeda, pienso o cruda, sea de buena calidad. Además, debe estar adaptada a las necesidades individuales del perro.
Tenencia y cuidados
A diferencia de su hermano de pelo liso, el fox terrier de pelo duro requiere un cuidado del pelo profesional. Para preservar la belleza del pelo tipo alambre, conviene esquilarlo dos veces al año. Si no sabes hacerlo, deberás llevarlo a un profesional que esté familiarizado con el fox terrier. Adicionalmente, deberás cepillarle el pelo con un cepillo de cerdas naturales. Acostúmbralo desde cachorro a estas sesiones de cuidado tan necesarias. Aunque quedarse quieto y dejarse peinar no es una de sus actividades preferidas, incluso un fox terrier vivaracho puede aprender. Ayuda mucho si aprende que, después, lo recompensarás con un largo paseo, un juego o una golosina.
Amante de la naturaleza busca cuidador afín
Las ganas de moverse del fox terrier no conocen límites. Da igual si son deportes caninos, juegos de cobro, aprender trucos, excursiones en bicicleta o salidas de senderismo: el perro participará de buena gana y te contagiará su energía y entusiasmo. Este perro no es adecuado para aquellos que prefieren pasar su tiempo libre en el sofá que en la naturaleza. En cambio, es ideal para familias activas, pero también personas mayores que puedan caminar bien. El fox terrier puede ser la motivación perfecta para moverse un poco y mejorar así su salud. Lo que está claro es que la holgazanería no tiene nada que hacer contra este perro tan alegre y temperamental.
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