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El dálmata, de tamaño mediano a grande y con un inconfundible pelaje de color blanco y negro, es un perro muy ágil al que le gustan los desafíos físicos y mentales.
Las dos cosas más importantes para este llamativo perro de raza son el contacto con su familia y mucho ejercicio. Los dálmatas son perros domésticos muy activos que, en casa, pueden ser muy tranquilos y mimosos, pero en el exterior lo dan todo para agotar su energía. Estos perros activos y deportistas tienen mucha resistencia. Pueden correr al lado de la bicicleta durante horas y les encanta acompañar a sus humanos cuando salen a correr. Pero también se entretienen nadando, recobrando objetos, jugando o dando largos paseos por el bosque o el campo, en los que pueden moverse en libertad, además de practicando otros deportes para perros. A estos inteligentes y energéticos canes les gustan los desafíos tanto físicos como mentales y se muestran muy ávidos de aprender pequeños trucos para perros.
A los dálmatas les gusta estar en compañía, ya sea de su familia o de otros animales. Les gusta ser parte de todo lo que sucede. Se les considera unos peludos muy adaptables y alegres, siempre y cuando estén ocupados física y mentalmente. Son muy sensibles y prefieren retirarse en los momentos de tensión familiar. En la educación también sale a la luz el carácter amoroso de los perros, que reaccionan mucho más a los elogios y a las recompensas afectuosas que a la severidad. Bajo coerción y demasiada presión, el dálmata, seguro de sí mismo, puede volverse obstinado y comenzar a actuar de forma independiente, lo que en la mayoría de los casos no es lo que se intentaba lograr.
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El dálmata se muestra siempre como un perro doméstico amable y abierto, siempre y cuando se le dirija de manera consecuente, pero amorosa, y reciba suficiente ejercicio y entretenimiento. Eso sí, las visitas las anuncia de inmediato, pero el comportamiento agresivo o asustadizo es completamente desconocido para este pacífico cuadrúpedo. En la convivencia con niños es muy paciente y juguetón, pero no le gusta ser confundido con un juguete.
Lo que identifica al perro dálmata es sin duda el blanco pelaje con las manchas negras o marrones. Es único entre las razas de perro y se debe a una mutación genética. Las excepcionales manchas oscuras, que se extienden de forma simétrica por todo el cuerpo, destacan entre el corto pelaje que, de lo contrario, sería blanco puro. Las manchas redondas tienen un diámetro de 2-3 centímetros y deben ser de color negro o de color marrón hígado.
Los dálmatas nacen completamente blancos y empiezan a mostrar los primeros indicios del moteado que los identifica a los 10-14 días. Todas las manchas se han desarrollado al cumplir el primer año. Los animales que ya nacen con grandes manchas negras aisladas son descalificados por el estándar de la raza y, por lo tanto, excluidos de la cría. El color de los ojos varía según el color de las manchas. Los perros con manchas negras tienen ojos de color marrón oscuro y los de color hígado tienen los ojos de color ámbar.
El pelo blanco, liso y corto del dálmata es muy tupido, sin embargo, no tiene subpelo. Acentúa la complexión atlética y bien proporcionada, lo que le da al dálmata un andar muy elegante. El delgado cuerpo tiene una espalda fuerte y recta y unos hombros musculosos. El cuello es largo y fuerte y, al igual que la cabeza, no tiene ninguna arruga. Las orejas son de inserción bien alta en una estrecha cabeza, tienen las puntas ligeramente redondeadas y cuelgan a los lados de la cabeza. La cola tiene forma de sable y se afina al llegar a la punta, puede llegar hasta el corvejón o más.
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Los dálmatas pertenecen a las razas de perros grandes. Los machos llegan a medir entre 56 y 62 centímetros, mientras que las hembras miden entre 54 y 60 centímetros. Según el estándar de la raza los dálmatas machos deben pesar entre 27 y 32 kilos y las hembras entre 24 y 29 kilos.
El origen del perro dálmata aún se desconoce hoy en día. Las numerosas teorías están basadas solo en suposiciones. Además de Dalmacia, una región en la costa de Croacia, también se habla de Italia, Turquía e incluso Egipto. Las ilustraciones de los frescos griegos y de las antiguas tumbas de faraones egipcios sugieren que los antepasados de estos perros moteados vivieron hace más de 1000 años. Desafortunadamente, se desconoce el propósito o las tareas que tenían y de dónde proviene su nombre.
Las antiguas obras históricas en las que el dálmata está catalogado como perro turco, perro dálmata, pequeño danés, perro tigre o perro braco de bengala demuestran que el característico can blanco y negro ya existía en la Edad Media y que era muy popular entre los nobles europeos y la clase social alta, sobre todo a finales de la Edad Media. En Inglaterra se empleaba principalmente como elegante protector escolta de carruajes. En América se hizo famoso como acompañante de camiones de bomberos, que en la antigüedad eran tirados por caballos. El llamativo dálmata corría por delante, ladrando como si de una sirena viviente se tratase, ocupándose de que el camino estuviera libre. Incluso hoy en día sirve como compañero de algunas unidades del cuerpo de bomberos estadounidense.
101 dálmatas
Cuando en el siglo XIX se comenzó con la cría pura de muchas razas de perro y se establecieron ciertos estándares para las diferentes razas, también se reconoció al dálmata como raza independiente. En 1890 se constituyó el primer estándar oficial. A pesar de la agitación de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial y, con el comienzo de la motorización, la pérdida de su uso como escolta de carruajes, el dálmata seguía siendo un reconocido perro de raza. Así que hoy en día, a pesar de no tener un campo de actividad especial, es muy popular como perro de compañía y de familia. La demanda de cachorros de esta raza experimentó un auge espectacular después de la famosa película 101 dálmatas. En la actualidad esta demanda se ha normalizado.
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El hecho de convertirse en un perro de moda le trae más desventajas que beneficios a la mayoría de las razas. Con una cría incrementada, que tiene como prioridad el beneficio económico, las cualidades como la salud y el carácter equilibrado suelen perderse por el camino. Por eso es gratificante saber que, después de la famosa película, el auge de los dálmatas se ha vuelto a normalizar. Al fin y al cabo, la cría de esta raza especial requiere perspicacia y sentido de la responsabilidad, especialmente porque el dálmata tiene algunas enfermedades típicas de la raza.
En comparación con otras razas de perros, los dálmatas dan a luz a un número superior a la media de cachorros sordos. Los científicos descubrieron que la sordera en los cuadrúpedos está asociada con el pelaje blanco. Por lo que, la aparición de la sordera aumenta en proporción con la cantidad de blanco en el pelaje, no solo con los dálmatas. A pesar de este descubrimiento, hasta ahora no se ha podido desarrollar ninguna prueba genética para la predisposición a la sordera. Esto se debe a la complejidad de la herencia de la sordera, en la que hay varios genes involucrados. Por lo que los canes sordos pueden tener progenitores totalmente sanos y dos peludos sordos pueden tener crías con el sentido del oído en perfecto estado. Para asegurarte de que tu cachorro no tiene sordera debes pedirle al criador los resultados de la prueba de audición antes de adquirirlo.
Otro problema de salud que solo afecta a los dálmatas es la alteración del sistema de transporte del ácido úrico debido a un defecto metabólico genético. Por eso, a diferencia de otros perros, en los dálmatas se forman cálculos renales o urinarios con rapidez. A pesar de que todos los dálmatas de raza pura tienen un nivel de ácido úrico muy elevado en la orina, no todos los animales desarrollan cálculos urinarios. Lamentablemente, ningún criador de dálmatas de raza pura puede evitar este síndrome, pero, con ayuda de la alimentación, tú puedes reducir el riesgo de que tu querido amigo canino enferme.
Para los dálmatas se recomienda una alimentación baja en purinas. Al evitar la purina, que se encuentra en la carne de res, las vísceras, el pescado y la levadura, el nivel de ácido úrico en la orina puede reducirse, disminuyendo así el riesgo de la formación de cálculos urinarios. Dado que los dálmatas también suelen padecer alergias, se ha demostrado que la alimentación con una comida dietética especial tiene buenos resultados. Aunque los piensos para perros disponibles en el mercado con un bajo contenido de proteína cruda del 15 % también pueden tener éxito, estos alimentos estandarizados para perros no suelen satisfacer las necesidades especiales de los dálmatas. Es de gran ayuda consultar al veterinario o al criador sobre un plan de alimentación específico.
No importa si te decides por pienso, comida húmeda o alimentos frescos preparados en tu cocina, es muy importante que tu perro dálmata beba mucho y que se le suministre suficiente agua. Los perros que orinan con más regularidad desarrollan cálculos urinarios con menor frecuencia que los que solo salen una vez al día. Además, se recomienda llenar el comedero del dálmata solo una vez al día (lo ideal es por la tarde).
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Para una vida larga y sana de tu dálmata, aparte de una buena genética, son esenciales una alimentación y una tenencia adecuadas. Esto último, en el caso de los dálmatas, significa que reciban mucho entretenimiento y hagan mucho ejercicio. Poder salir un poco fuera o los cortos paseos no son suficientes para este deportista y resistente can. Aquellas personas que tienen un peludo de esta raza deben tener al menos dos horas, lo ideal son tres o cuatro, para entretener de forma activa al cuadrúpedo. Largos paseos en la naturaleza, visitas a un lago o un río para nadar, salidas a correr, excursiones en bicicleta o a caballo son solo unos pocos ejemplos para desperezar a tu can y mantener su buen humor. Igual de entusiasmado se muestra el ávido de aprender y ágil peludo en los deportes para perros como el entrenamiento con clicker, el dog dancing, el agility, el obedience o los juegos de búsqueda.
Está claro que, con estas exigencias, no es un perro que se queda echado en el sofá durante horas. Un dálmata necesita una familia activa que comparta sus ganas de moverse. Además de la alegría de hacer deporte con el perro o realizar excursiones en la naturaleza, la familia debe tener mucho tiempo. Los trabajadores a tiempo completo no son adecuados para este perro con necesidad de actividad intensiva. Además, debes estar preparado para integrar al perro como miembro de pleno derecho en la familia. Aunque siempre sea el de menor rango en su familia, el cuadrúpedo necesita un contacto cercano con su gente y mucho amor y afecto. Pasar demasiado tiempo solo o incluso en un recinto separado no es para nada adecuado para un dálmata.
A diferencia de las exigencias físicas y mentales que supone tener un dálmata, los cuidados de este perro con bastante simples. Basta con cepillar el corto y liso pelaje de vez en cuando y frotarlo con un paño húmedo. Sólo durante la época de muda (dos veces al año) debe limpiarse a diario con un cepillo de muda o con un guante para el pelaje. Además de los cuidados del pelaje es necesario controlar y limpiar con regularidad los ojos, las orejas, los dientes y las garras. Cuanto más rutinarios sean estos breves chequeos y cuidados, más relajado estará tu peludo. ¡Y mayor será el tiempo que tengas para hacer actividades deportivas con tu querido dálmata!
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