Cirneco del Etna

Por muy delicado que parezca este peludo, es un espíritu libre con un marcado instinto de caza.

En su interior alberga una personalidad impresionante y a un cazador de conejos apasionado. Hoy día, estos perros siguen siendo muy dinámicos y amantes de la caza.

El cirneco del Etna es muy cariñoso y atento con su cuidador/a. Es inteligente, aprende rápido y pone a prueba lo aprendido con autocrítica antes de implementarlo en el día a día.

Adiestramiento con paciencia

En el fondo, este es un perro independiente que no siempre sigue todas las órdenes de buena gana.

De hecho, el estándar de la FCI subraya el carácter fuerte de la raza. Esto es algo que hay que tener en cuenta en el adiestramiento.

Adiestramiento para cazadores apasionados

La caza es una gran pasión para casi todos los ejemplares de esta raza, que practican preferentemente con el olfato. Sin embargo, también se sienten atraídos por las presas a la vista.

Cuando estos perros ven un animal salvaje o detectan un rastro, ya no hay quien los pare. Un adiestramiento para controlar el instinto de caza desde cachorro puede hacer posible llevarlos sin correa.

No obstante, si el peludo no responde a la llamada con seguridad, es necesario llevarlo con correa (de rastreo).

¿Ladra mucho?

Otro tema a abordar en el adiestramiento son los ladridos: La mayoría de estos perros son territoriales y lo expresan ladrando muy fuerte. No obstante, no solo lo hacen para defender su territorio, sino también cuando están agitados o contentos.

Así pues, el cirneco del Etna es muy ladrador. Si quieres adoptarlo, no conviene que seas sensible a los ladridos ni que vivas en un piso donde se oiga todo. Sencillamente, los ladridos forman parte de esta raza.

Los cuidados de este perro son sencillos. Basta con cepillarle regularmente el pelaje corto con un cepillo suave. Esto reduce los pelos que se le caen durante la muda. Además, muchos perros disfrutan de estos cuidados.

¿Puede vivir en un piso?

Si el cirneco del Etna tiene suficiente entretenimiento, puede vivir en un piso. Sin embargo, lo mejor para este peludo tan dinámico es una casa con un jardín bien vallado.

Aquí puede desfogarse de lo lindo sin correa. Como este apasionado perro de caza no se detiene ni ante los gatos, conviene proteger la valla por fuera y ubicarla a una distancia suficiente de los árboles.

Un cirneco del Etna desfogado de forma acorde a la especie es tranquilo y limpio en casa.

¿Es un perro familiar?

Este perro puede convivir estupendamente con niños si tiene la opción de refugiarse cuando lo necesite. A muchos les gusta jugar largo y tendido con los críos.

No obstante, no conviene dejarlos solos sin supervisión. Además, este peludo puede convivir con otros perros.

La socialización con gatos funciona muy bien si se hace en edad de cachorro. Si el perro es adulto cuando conozca al gato, podría verlo como una presa.

El cirneco del Etna no solo se divierte con la caza. A este peludo le gusta trabajar tanto solo como con su cuidador/a.

Los deportes caninos como el mantrailing u otras actividades de olfateo son ideales para esta raza. También el agility y la caza de falsas liebres en el coursing lo divierten un montón.

Perro de caza con talento

El cirneco del Etna es un perro de caza versátil que puede trabajar tanto el avistamiento como el rastro. Además de la caza de conejos, puede cazar jabalíes, perdices y patos en el agua. A diferencia de los perros de muestra, este caza con el hocico en el suelo, como un rastreador.

En la caza de conejos en su patria encuentra conejos y los persigue hasta colocarlos delante del arma del cazador. En el proceso, es capaz de superar la grava y los pasos de roca escarpados con gran habilidad.

Sin embargo, muchos ejemplares tienen la tendencia de matar a la presa y comérsela. Por eso, conviene apuntarlos a una formación para perros de caza.

Un cirneco del Etna sano no necesita ningún alimento especial. Eso sí, asegúrate de que le das una comida digerible, de buena calidad y con un alto contenido de carne.

Algunos perros de esta raza beben poca agua. Con ellos, hay que cerciorarse de que beban suficiente y, si es necesario, añadir líquidos a la comida.

Los antepasados del cirneco del Etna provenían de Sicilia, donde había perros de este tipo desde hacía milenios. El nombre probablemente se derive de la colonia griega Cirenaica, en Libia, y del volcán Etna.

Inmortalizado en el famoso mosaico Cave canem de Pompeya

Alrededor del volcán, los antepasados de la raza se adaptaron a la caza de conejos en nichos y salientes de roca. El cirneco del Etna está representado en monedas, tallas y mosaicos de la región desde el siglo VI a. C.

En algunos sitios aún se ven las denominaciones perro del Etna o perro de lava. Además, más al sur se encuentran vestigios de perros muy parecidos al cirneco del Etna actual, como el del famoso mosaico Cave canem de Pompeya. 

Raza reconocida como independiente desde 1947

Actualmente, la teoría de que estos perros llegaron a Fenicia desde el antiguo Egipto está muy cuestionada. La FCI reconoció al cirneco del Etna como raza independiente en 1947.