El pelo rizado, que siempre vuelve a crecer, es típico del caniche real. Como apenas pelecha, no tiene subpelo ni pasa por ningún periodo de muda, suele considerarse como apto para alérgicos.
No obstante, que no peleche no significa que no necesite cuidados; al contrario. Hay que cepillarle el pelo varias veces por semana para mantenerlo libre de nudos y suciedad.
Además, conviene llevarlo a la peluquería canina periódicamente para esquilarlo o hacerle el trimming. Debe visitar al peluquero cada entre seis y ocho semanas para evitar enredos.
Esquileo de león
El esquileo de león, antiguamente tan típico, apenas se ve hoy en día. Se trataba de esquilar el vientre y las patas traseras y delanteras, dejando pompones voluminosos en los brazaletes. Este tipo de esquileo estaba muy de moda en las décadas de 1950, 1960 y 1970. En aquella época, el caniche grande se había convertido en un accesorio de moda para las damas de clase alta.
Además, este esquileo tan característico tenía una ventaja práctica: facilitaba la natación al perro de caza. Los pompones de pelo de los brazaletes hacían las veces de mitones y lo protegían del frío.
Alimentación
El caniche grande necesita una alimentación rica en proteínas, pero, por lo demás, es poco exigente. La mayoría no son tiquismiquis y comen tanto comida húmeda como pienso y alimentos crudos.
Los snacks masticables saludables favorecen la higiene dental y pueden prevenir la gingivitis.