Bullmastiff

bull mastiff

El bullmastiff es una de las razas más recientes del mundo. Hubo un tiempo en el que este poderoso gigante les dificultaba la vida a los cazadores furtivos en su país de origen, Inglaterra, ahora el cuadrúpedo fiel y amante de los niños es, sobre todo, un popular perro de familia. Sin embargo, en algunos países, el bullmastiff está en la lista de perros potencialmente peligrosos.

Origen

Dado que el bullmastiff es una raza de perros relativamente joven, cuyos inicios se remontan al siglo XIX, su historia se puede estudiar con seguridad. A diferencia de muchas razas más antiguas, que son el resultado de cruces casuales en la antigüedad o la Edad Media, el bullmastiff fue criado a propósito desde el principio. Varios guardabosques ingleses buscaban crear un perro guardián ideal y fiable que los protegiese a ellos y a los animales de los cazadores furtivos. Para ello cruzaron un antiguo mastiff inglés con un antiguo bulldog inglés.

Aunque la caza furtiva se condenaba con la pena de muerte, para muchos esta era el último recurso. El aumento de la pobreza y la creciente desesperación de los cazadores furtivos hicieron que la situación de los guardas forestales, que debían defender las especies salvajes, fuera cada vez más peligrosa. Con el fin de evitar la pena de muerte en caso de ser arrestados por un guardabosques, algunos cazadores furtivos recurrían al asesinato.

Las grandes razas de perros de caza, como el lebrel irlandés, que los guardas emplearon en un comienzo contra los cazadores furtivos, no cumplieron con la tarea que se les asignó de la forma que se esperaba. Estos canes con un instinto cazador muy desarrollado a veces herían a los cazadores de tal forma que estos llegaban a morir a causa del ataque. Con esto, la ejecución pública, que se esperaba que sirviese para asustar a los cazadores furtivos, ya no tenía lugar. Así surgió la necesidad de un perro grande y fuerte, que procediera con calma y valentía, pero muy controlado, para mantener a los cazadores furtivos lo más ilesos posible.

La creación de una nueva raza

Parece que esto se logró mediante el cruce de un mastiff (aproximadamente un 60 %) y un bulldog inglés (aproximadamente un 40 %). Gracias a la selección de una cría enfocada se creó un excelente perro guardián con todas las características deseadas. Con un cruce posterior con un perro de San Huberto, el sentido del olfato y, por tanto, la capacidad de rastreo del bullmastiff mejoró de forma considerable.

La nueva raza fue reconocida por el Kennel Club de Gran Bretaña en la Nochebuena de 1924. El nombre de la raza nueva es el resultado de la unión de sus dos antecesores, el old english mastiff y el old english bulldog.

Con la mejora de la estructura social y un cambio general en las posesiones inglesas en el siglo XX, el bullmastiff pronto dejó de ser demandado como perro guardián de los guardas forestales. Sin embargo, gracias a sus excelentes habilidades de rastreo y su aspecto amenazante, pronto se convirtió en el perro policía inglés. Este perro de servicio tan versátil pronto se hizo muy popular también entre las autoridades americanas. En su país de origen, Inglaterra, así como en muchos otros países, el fiel y confiable bullmastiff se convirtió en un valioso perro de compañía y de familia.

Aspecto

Con una altura a la cruz de hasta 69 centímetros y un peso de hasta 60 kilos en los machos, el bullmastiff es, sin duda, un perro grande y voluminoso. A pesar de su figura corpulenta y su peso considerable, los canes de esta raza nunca parecen pesados. Al contrario, su cuerpo musculoso impresiona por su fuerza y agilidad. Esta imponente apariencia se ve reforzada por la forma cuadrada del cráneo y las orejas dobladas en forma de v y de implantación alta.

La frente del bullmastiff no tiene arrugas cuando el can está relajado. No obstante, en cuanto algo despierta su interés, se puede ver con claridad cómo arruga su frente. Estas arrugas características de la frente, que en silencio indican a su humano que algo ha sucedido, se han convertido en la marca registrada de esta joven raza de perro.

Los colores del bullmastiff son el atigrado, el leonado y el rojo. Lo que tienen en común todos los canes de esta raza es la máscara negra, que se aclara un poco cerca de los ojos y se une con las características manchas negras alrededor de estos. El musculoso cuello resulta también muy impresionante, pues es casi del mismo tamaño que su cabeza. El pecho es amplio y se extiende entre las patas delanteras rectas y espaciadas. Según el estándar de la FCI (Federación Cinológica Internacional) las marcas blancas son indeseables, no obstante, se permite una en el pecho.

bullmastiff © volofin / stock.adobe.com

Carácter del bullmastiff

Sin duda alguna, este grande y fuerte peludo puede asustar a más de uno. Su mirada atenta y su poderosa estatura son testigos de su pasado como perro guardián, al cual es mejor no provocar. Por suerte, en la actualidad el bullmastiff tiene un umbral de paciencia muy alto, lo que evita que ataque a personas o animales sin motivo alguno. Esta cualidad unida a una buena socialización y una educación consecuente desde cachorro hace del bullmastiff un perro calmado, tranquilo y que se adapta con facilidad. Bajo estas condiciones es un can que se puede tener como perro de familia con niños sin ningún problema.

A pesar de su tamaño es muy flexible y delicado en el trato con niños. Gracias a sus nervios de acero y su desarrollada autoestima casi no se deja provocar por otros perros durante los paseos diarios. Los ladridos frecuentes o nerviosos no son comunes en esta raza de perros. Mientras que en el exterior se comporta como un perro vivaz, animado y juguetón, también disfruta de la paz y la tranquilidad entre sus cuatro paredes. Las horas que tiene que estar solo en casa las prefiere pasar durmiendo.

Un perro equilibrado pero tozudo

Aun con todo el equilibrio y la bondad, un bullmastiff también tiene un lado bastante tozudo. A veces cumple los comandos de su cuidador con un cierto retraso. Y se puede volver muy tozudo respecto a las órdenes que no tienen sentido para él. No es posible esperar una obediencia absoluta de un bullmastiff. Esto seguro que se debe a que es difícil que esta raza se deje subordinar. Su inteligencia y la capacidad de juzgar las situaciones a la velocidad de la luz hacen que estos canes sean compañeros con decisión propia. No obstante, están muy unidos a su familia y les serán leales en cualquier situación. A pesar de su autoestima suelen mostrarse bondadosos, amables y muy apegados a sus humanos.

Por otro lado, con los desconocidos se muestran escépticos y mantienen las distancias al principio. Debido a su rápida percepción, suelen reconocer bastante bien las intenciones de una persona. A las visitas inofensivas y tranquilas les dan la bienvenida a la familia en muy poco tiempo. Eso sí, los posibles intrusos descubrirán con rapidez que es mejor no meterse con el hombre de la casa. Según el estándar de la FCI su valentía, coraje y defensa hacia los intrusos es legendaria. El desarrollado instinto protector es innato del bullmastiff y no es necesario reforzarlo. Asimismo, no hay que entrenar su sentido de la atención, que, junto a su desarrollado sentido del olfato y del oído, le viene de nacimiento.

Perro protector y guardián

Visual, física y mentalmente, el bullmastiff tiene todo para ser un excelente perro protector y guardián por naturaleza. Esto es lo que hace que en algunos países se considere un perro potencialmente peligroso. Para destacar su carácter bondadoso y relajado y alejarse de la imagen negativa de perro de pelea, que para nada concuerda con este amable y polifacético cuadrúpedo, es necesario que reciba una socialización temprana y la educación de un cuidador experimentado.

Cría y salud

Gran parte de la popularidad mundial del bullmastiff es gracias al criador S. E. Moseley y su criadero Farcroft. Su macho Farcroft Fidelity se considera aún hoy en día uno de los representantes más famosos de la joven raza bullmastiff. Gracias a su calma, alto umbral de estímulo y confianza en sí mismos, los bullmastiffs eran populares como perros de trabajo en el sector policial, de rastreo, de rescate y como perros guía. Moseley, el primer presidente del National Bull Mastiff Police Dog Club, reconoció la fiabilidad y la buena disposición de los perros, condiciones también óptimas para la tenencia como perro de familia.

Así, en 1925 comenzó a criar un perro de familia y de exhibición a partir del perro de protección. Después de la Segunda Guerra Mundial, la raza bullmastiff finalmente llegó Alemania, donde ha sido criada desde mediados de los años setenta. El responsable del estándar de cría sigue siendo Inglaterra, la madre patria de los bullmastiff.

El grupo de trabajo bullmastiff en el Club für Molosser e. V. (VDH) alemán (club para molosoides) ya cuenta con más de 300 miembros, 15 de ellos son criadores de bullmastiff reconocidos. El club es muy exigente con los perros que se admiten para la cría. Solo los cachorros que se corresponden completamente con el estándar de la raza en carácter y apariencia pueden ser utilizados como animales de cría. Además, los jueces de cría de la VDH le dan gran importancia a la salud de los animales en su evaluación. Con un número manejable de enfermedades específicas de la raza, en general, se considera una raza bastante saludable. Al igual que otros grandes molosoides, a cuyo grupo pertenece el bullmastiff, tienen una tendencia a la displasia de cadera y otras enfermedades del sistema musculoesquelético, así como a enfermedades del corazón.

Longevidad del bullmastiff

Con una tenencia adecuada y una alimentación sana los bullmastiff pueden llegar a tener entre 10-12 años.

bullmastiff © cynoclub / stock.adobe.com

Alimentación para perros bullmastiff

Independientemente de la raza, todos los perros necesitan una alimentación rica en carne y baja en cereales. La selección de la comida debe hacerse en función del peso, la edad y las características especiales del can. Un perro mayor debe tener una dieta diferente a la de uno adulto, pues con la edad aparecen muchos cambios. En caso de que tengas dudas puedes consultarlo con tu veterinario. Con los bullmastiff es importante prevenir el sobrepeso, pues a la larga supone una sobrecarga para las articulaciones y el corazón. Asegúrate de que reciba una alimentación sana y equilibrada. Los snacks deben ser administrados con moderación. Asimismo, tu peludo necesita tener siempre agua fresca a su disposición.

Además del pienso y de la comida húmeda, la alimentación BARF o ACBA (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada) es otra opción. Aquí, de acuerdo con la dieta originaria, el can se alimenta principalmente con carne cruda. Asimismo, los perros necesitan una determinada cantidad de vísceras, verduras, vitaminas y minerales. En caso de que seas nuevo en esto es importante que te informes bien antes de decidirte por el barfing. Si los cuadrúpedos no reciben la cantidad de nutrientes necesaria pueden producirse carencias peligrosas para su salud. Lo mejor es que le pidas consejo a tu veterinario, quien podrá informarte sobre qué nutrientes específicos necesita tu peludo.

Cuidados y tenencia

El cuidado del pelaje de los bullmastiff es muy fácil. Al ser corto, suave y ajustado es suficiente con un cepillado ocasional para deshacerse de la posible suciedad de los largos paseos al aire libre. Esto hace que te sobre tiempo para invertir en la educación de tu bullmastiff. El carácter independiente del tozudo can, su tamaño y su fuerza y el hecho de que en algunos países se considere un perro potencialmente peligroso, hacen que sea vital que su cuidador tenga experiencia y lo eduque de forma cariñosa pero consecuente.

En el mejor de los casos, la educación comienza después del nacimiento por la madre y el criador y es el nuevo cuidador el encargado de reforzarla durante el resto de su vida. Un buen complemento para la educación es el entrenamiento de subordinación. Este tipo de actividades suele alegrar a los originarios perros de trabajo más que los largos paseos. Debido a que tienen una necesidad de movimiento media también es posible tener a estos calmados cuadrúpedos en un piso en la ciudad. No obstante, cualquier bullmastiff necesita dar al menos uno o dos paseos largos al día para gastar su energía.

Al fin y al cabo, un perro que recibe suficientes estímulos físicos y mentales estará más dispuesto a seguir las órdenes de sus humanos. Con el entrenamiento adecuado y suficientes recompensas, el originario perro protector y de policía se convierte en un amable y leal miembro de la familia. No solo protegerá a sus humanos, sino que les será fiel durante toda su vida.

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