En general, el braco italiano es cordial y tranquilo a la par que sensible y paciente. Este perro sabe perfectamente cómo comportarse con los niños.
Aunque no es precisamente ligero, su carácter manso lo convierte en un buen perro familiar. Ya sea en un cumpleaños infantil o en la caza, el braco italiano soporta bien el revuelo.
Instinto de caza marcado
Aunque este perro encaje con una familia, su marcado instinto de caza puede hacer que el trato sea difícil.
Su naturaleza lo convierte en un perro muy vigilante que observa su entorno con atención. Detecta posibles presas en los matorrales, a las que puede dar caza en cuestión de segundos.
Este comportamiento se valora y desea en la caza, pero puede ser una molestia para la familia.
Si lo adiestras desde pequeño con perseverancia, encontrarás la manera de lidiar con su instinto de caza. Asistir a una escuela para cachorros y otra para perros adultos puede resultarte útil.
¿Es apto como perro guardián?
Como el braco italiano es tan abierto con las personas, no es apto como perro guardián. Esto no significa que no vaya a defender a su familia si sospecha de un peligro.