Su punto débil: las orejas caídas
Las orejas son el punto débil de estos perros. Debido a las largas y ceñidas orejas caídas, los conductos auditivos son muy angulosos y están mal ventilados.
Aquí, los insectos y los parásitos pueden esconderse y construir sus nidos fácilmente. Esto provoca otitis dolorosas y suele ir acompañado de un malestar general del perro.
Además, bajo las orejas puede acumularse suciedad en el conducto auditivo. Esto puede ocasionar inflamaciones del conducto auditivo externo y del pabellón cartilaginoso.
Detección de problemas en los oídos
Si tu braco de Auvernia contrae una enfermedad en el oído, debes actuar enseguida. Obsérvalo y fíjate en si presenta un comportamiento inusual. Un perro con dolor de oído sacude la cabeza, se rasca mucho o está fatigado por la inflamación.
Además, controla periódicamente si tiene los oídos bien y, en caso de duda, llévalo al veterinario.
Lugar caliente y acogedor
Como el braco de Auvernia no tiene subpelo, coge frío fácilmente. En efecto, su pelo fino apenas lo protege contra el frío y la lluvia. En días fríos y lluviosos, deberás ofrecerle una manta acogedora y un lugar calentito en casa.
En invierno, protégelo del frío con ropa para perros. Después de cazar en el agua o de darse un baño, debes secarlo de inmediato para que no se resfríe.
Sin embargo, este perro tolera muy bien las altas temperaturas. De hecho, se convierte en nadador olímpico y salta al agua sin pensárselo.
Esperanza de vida
Esta raza es muy poco propensa a enfermedades. Un braco de Auvernia bien cuidado y con una tenencia acorde a la especie puede vivir hasta quince años.