Boyero de Berna

Boyero de Berna

Boyero de Berna, boyero de montaña bernés o dürrbächler en alemán: al antiguo perro pastor del Oberland bernés se lo conoce por muchos nombres. Hoy en día es un perro de compañía popular en todo el mundo. Tiene un trato muy cálido hacia sus humanos, aunque prefiere la nieve y el frío en la naturaleza.

Historia

Cuerpo macizo sin ser grueso ni gordo, sino fuerte y musculoso: este aspecto ya describía a los antepasados del boyero de Berna, que tenían los granjeros de los alrededores suizos de Berna para tirar de los carros y custodiar el ganado. No queda claro de qué perros procede exactamente este perro pastor tricolor. Se sospecha que entre sus antepasados figuran los molosos y mastines, que llegaron a la región alpina con los romanos.

La historia del boyero de Berna se puede contar con mayor precisión a partir de principios del siglo XX. En esta época, estaba íntimamente vinculado al pueblo de Dürrbach y la hostería que había allí. Estos grandes perros tricolores merodeaban por el patio de la hostería, un punto de encuentro para lugareños, viajeros y comerciantes. El nombre alemán antiguo dürrbächler hace referencia a esta región del cantón de Berna, donde esta raza estaba extendida originalmente.

Siguiendo el consejo de un mesonero bernés, los perros de Dürrbach se exhibieron por primera vez en 1902. El interés por estos preciosos perros, que hasta ahora solo unos pocos conocían en la región suiza, creció rápidamente con esta y las siguientes exhibiciones. En 1907 se fundó el Club del Boyero de Berna, que inició la cría pura de la raza. La propuesta de cambiar el nombre dürrbächler por boyero de Berna vino del Dr. Albert Heim. Este geólogo y cinólogo suizo colaboró en la elaboración del primer estándar de la raza. El motivo del cambio de nombre fue probablemente que el nombre nuevo no solo era más pegadizo, sino que subrayaba su parentesco con los boyeros suizos. Gracias a las excelentes características físicas y sociales y al precioso aspecto del boyero de Berna, este perro adquirió pronto una gran popularidad más allá de las fronteras suizas.

Aspecto

¿Cómo es el boyero de Berna?

No solo su carácter, sino también su aspecto agradable hace del perro boyero de Berna un invitado bienvenido y atractivo. Una característica destacable son sus tres colores. El predominante es el negro, que se extiende cual abrigo sobre el tronco, el cuello, la cabeza y la cola. El lucero blanco simétrico de la frente se ensancha hacia el hocico, donde puede alcanzar como máximo la comisura labial. También son características la cruz del pecho, las patas y la punta de la cola blancas. Las marcas rojo pardo en las mejillas, las patas y a los lados del pelo blanco del pecho aportan toques preciosos y completan su atractivo cromatismo triple. Justamente a las manchas de las mejillas rinde homenaje su apodo alemán gelbbäckler (mejillas amarillas). Además, las manchas rojo pardo sobre los ojos son típicas de este perro. De hecho, a ellas debe otro apodo: vieräugler (cuatro ojos).

A diferencia de los otros tres boyeros suizos, el boyero de Appenzell, el gran boyero suizo y el boyero de Entlebuch, el bernés es el único que tiene el pelo largo. Generalmente lo tiene lacio, pero puede estar ligeramente ondulado. El manto superior es suave y brillante, y lo protege eficazmente del frío y la nieve. En cambio, este perro tan peludo no soporta bien el calor. En pleno verano debe poder retirarse a una zona con sombra y evitar hacer esfuerzos físicos a mediodía.

Peso y tamaño

Con una altura de cruz de 64-70 cm en los machos y de 58-66 cm en las hembras, el boyero de Berna es indudablemente una raza de perro grande. Por desgracia, como perros de compañía suelen tener sobrepeso por la falta de ejercicio y una mala alimentación. Al igual que con las personas, no es infrecuente que la obesidad en perros provoque problemas articulares y otras enfermedades. El peso de un ejemplar sano y esbelto no debe superar los 55 kg en machos ni los 45 kg en hembras.

Boyero de Berna © Bianca / stock.adobe.com

Carácter

Su carácter bondadoso y cariñoso lo ha convertido en uno de los perros pastores más populares del mundo. Como perro de compañía, es fiel a sus seres queridos durante toda la vida y se muestra leal y apegado. Gracias a su alto umbral de excitación, reacciona con gran serenidad a los estímulos del entorno. El comportamiento agresivo es algo que desconoce este amigo de los humanos.

A pesar del instinto guardián innato de este perro, no hay que tener miedo de que ataque. Puede que algunos incluso saluden a los ladrones meneando la cola. Aún más popular es como perro de compañía, ya que se le puede dejar tranquilamente con niños pequeños. El griterío y el alboroto de los niños no alteran los nervios de este manso gigante. De hecho, disfruta jugando con ellos y recibiendo sus cariñosas atenciones. Únicamente los machos pueden llegar a pelearse con otros perros del mismo sexo si se sienten acosados en su propio territorio.

Adiestramiento

Se dice que este perro puede ser un poco terco. Por ejemplo, puede negarse a seguir órdenes si considera que no tienen sentido. Después de todo, tiene mucha autoconfianza e inteligencia, que le permiten poner en duda algunas órdenes. Sin embargo, con mucho amor y unas cuantas recompensas, este cachorro temperamental se puede convertir en un perro bien educado, que se deja motivar y entusiasmar por los ejercicios más dispares. Los deportes de tiro, los trabajos de salvamento y rastreo o la formación como perro de terapia también son indicados. Y es que el boyero de Berna es un animal sereno y perseverante. Con un adiestramiento básico y socialización, suele disfrutar de más privilegios que otras razas por su carácter amable y tranquilo. Se puede llevar a todas partes y puede incluso corretear libremente sin correa, ya que no tiende ni a la caza ni al callejeo.

Cría y salud

Como perro de pastoreo y trabajo, que, además de guardar la granja y los animales, se utilizaba principalmente como perro de tiro para los comerciantes ambulantes, al inicio de la cría se daba prioridad a características como la disposición para el trabajo, la atención, la fuerza y una salud de hierro. Con la llegada de la industrialización, estos perros de trabajo se empezaron a quedar sin ocupación. Fue entonces cuando muchos vieron pronto en el bondadoso y sereno bernés al perro de compañía perfecto. Los criadores cada vez ponían más énfasis en sus características sociales bondadosas y lo criaban bajo el punto de vista de la belleza.

Durante un tiempo breve, este hermoso perro fue uno de los perros de moda. La consecuencia fueron defectos de carácter y hereditarios debido a la reproducción incontrolada de criadores aficionados poco serios, que querían ganar dinero con este precioso perro. Por suerte, los amantes del tipo original pusieron fin a esta época. Los aspectos como la salud y la longevidad vuelven a ser decisivos en la selección de cría actual. Las normas para la cría del boyero de Berna son estrictas. Para reducir las enfermedades hereditarias y mejorar el estado de salud de la raza, se consultan valores de cría que no solo tienen en cuenta a los padres, sino también a los hermanos y otros parientes. No obstante, la esperanza de vida del perro boyero de Berna sigue siendo baja, de solo 7-10 años. Estos perros padecen frecuentemente problemas articulares (displasia de codo y cadera), enfermedades renales y cáncer.

La importancia del criador

Para conseguir un cachorro lo más sano posible que dé alegría a toda la familia durante mucho tiempo, es imprescindible acudir a un criador serio para el que la salud de sus peludos signifique más que dinero rápido. Un buen criador siente pasión por su labor y seguramente no se hace rico con la cría de perros. La cría cuidadosa de perros de raza no solo requiere muchísimo tiempo, sino que suele costar más dinero que el que se puede recuperar vendiendo los cachorros.

Por suerte, hay muchos amantes del boyero de montaña bernés que crían este perro tan especial con pasión y cautela. Si te interesa comprar un cachorro, no tienes de qué preocuparte: no es muy difícil encontrar criadores buenos y serios de esta raza. Suelen criar a los animales en una asociación registrada y se pueden encontrar a través de esta.

Tómate tu tiempo a la hora de elegir al criador. Es conveniente que lo visites a él y a sus perros para hacerte una idea amplia de su trabajo. Si la primera impresión es positiva y tienes una buena sensación respecto a la limpieza del lugar y la convivencia de las familias, ya puedes entrar en detalles. Es importante que los perros de cría estén vacunados y se hayan sometido a todos los exámenes médicos recomendados. Un buen criador nunca te endosará un cachorro, sino que te informará sobre la vida con el boyero de Berna. Además, se hará una idea sobre las condiciones en las que vivirá su animal contigo. De hecho, si no considera que se cumplen los requisitos necesarios para una buena convivencia, puede que te desaconseje que compres este perro.

Boyero de Berna © Lilli / stock.adobe.com

Alimentación

Antes de acoger un cachorro en casa, no solo hay que comprar numerosos accesorios, sino también reflexionar sobre muchas cosas. Un aspecto sobre el que tienes que pensar de antemano es, entre otros, la alimentación del perro. El criador te asesorará y te dará un plan nutricional extenso para las primeras semanas en tu casa. Deberás seguirle dando la comida que le da el criador habitualmente, ya que esta está perfectamente adaptada a las necesidades del joven boyero. Al fin y al cabo, los cachorros tienen necesidades nutricionales diferentes de las de los adultos. Si después quieres cambiar de alimentación, haz el cambio lenta y gradualmente, para que el estómago del perro se pueda acostumbrar a la nueva comida.

Importante: prevenir el sobrepeso

Para prevenir el sobrepeso y, con ello, problemas de salud, asegúrate de que haga suficiente ejercicio y de que tenga una alimentación equilibrada y acorde a la especie. Lo más adecuado es un porcentaje alto de carne mezclada con mucha fruta y verdura. La comida puede ser en forma de pienso seco o húmeda. Como alternativa a los productos preparados, hoy en día también se lleva la dieta BARF/ACBA, con la que se alimenta al perro solo con comida cruda. Los defensores del método BARF destacan sobre todo los componentes valiosos que siguen presentes en la carne y la verdura crudas y que se pierden al cocinarlas.

Si no estás seguro de qué alimentación elegir para tu boyero de Berna, habla con el criador o el veterinario. Ellos podrán crear una dieta personalizada para tu perro. Al fin y al cabo, lo que un perro necesita depende de muchos factores. Para encontrar la alimentación adecuada, no solo hay que tener en cuenta la raza y el sexo, sino también el peso, la edad y el nivel de actividad. Como es lógico, el peludo siempre debe tener suficiente agua fresca a su disposición en el bebedero.

Hogar y cuidados

Además de la alimentación del perro, hay otras cosas a tener en cuenta para su tenencia acorde a la especie. En primer lugar, el gran boyero de Berna necesita mucho espacio. Lo mejor es una casa con jardín o incluso patio. Un piso pequeño en la ciudad no es en absoluto adecuado para este amante de la naturaleza. Piensa también que los cachorros no deben subir escaleras en sus primeros meses de vida para cuidar sus articulaciones, aún no formadas del todo. Por eso, un piso con escaleras y sin ascensor no es indicado. Un acceso a la casa al nivel del suelo puede resultar práctico más adelante, cuando el perro sea mayor y ya no pueda subir las escaleras y tú no lo puedas coger en brazos porque pesa mucho.

El boyero de Berna necesita moverse y desfogarse mucho. Como cuidador, debes tener ganas y, sobre todo, tiempo para moverte con tu peludo. A esta raza suiza le encantan las excursiones largas con su humano y disfruta con los retos mentales. Los juguetes de inteligencia y una formación en actividades de tiro, salvamento o rastreo son perfectos para este inteligente animal. Sin embargo, el boyero de Berna está limitado en los deportes caninos. Los deportes demasiado rápidos con movimientos bruscos, como el agility, agobiarían al grande y pesado perro y lo sobrecargarían innecesariamente.

Cuidado del pelo

Unos cuidados suficientes también contribuyen al bienestar del perro boyero de Berna. Hay que cepillarle el largo y lacio pelo al menos dos o tres veces por semana para evitar enredos y mantener el brillo. Durante la muda de pelo, el cepillo y el peine deberán trabajar a diario. Examínale los ojos, las orejas, las almohadillas, la piel y los dientes todos los días y límpiaselos si es necesario. Con estos breves controles rutinarios también podrás detectar y tratar prematuramente alteraciones o úlceras, que pueden ser signos de cáncer. Una tenencia acorde a la especie y un cuidado completo del perro no solo contribuyen en gran medida a su salud y bienestar, sino que son decisivos para que tú y tu boyero de Berna podáis disfrutar el uno del otro durante mucho tiempo.

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