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¡A la aventura! Al bernedoodle le encanta pasar mucho tiempo en la naturaleza.
Los bernedoodles son zalameros peludos que llaman la atención. Son perros de diseño, es decir, la descendencia de dos perros de raza pura que se han apareado intencionadamente. En el caso del bernedoodle, se trata de una mezcla de boyero de Berna y caniche.
En opinión de los amantes de los perros de diseño, una mezcla equilibrada de boyero de Berna y caniche es deseable en lo que al aspecto del bernedoodle se refiere.
Sin embargo, la naturaleza a veces te frustra los planes: este perro es casi igual que un caniche y tiene muy poco de boyero de Berna, o viceversa.
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Además, el tamaño depende en gran medida del progenitor caniche. En un cruce con un caniche grande, las crías salen con una altura de hombro de entre 45 y 58 centímetros. Si el caniche progenitor es más pequeño, el bernedoodle también será más pequeño.
Otras características de la mezcla son:
La inteligencia del caniche combinada con la bondad del boyero de Berna: suena bien, ¿no? ¡Cierto! Sin embargo, no todos los ejemplares de bernedoodle tienen un carácter que se corresponda con este ideal.
Algunos tienden, por parte del caniche, a la caza o son más vivarachos de lo que cabría esperar. Las dos razas son amantes de la naturaleza, aunque el caniche tenga fama de perro faldero mimado. Les encanta estar fuera, haga el tiempo que haga.
Además, la mayoría son cordiales con las personas y otros animales, aunque algunos se muestran algo distantes con los extraños. Como con cualquier perro, el adiestramiento requiere mucho tiempo. Sin embargo, el bernedoodle es bastante fácil de adiestrar, incluso para principiantes.
No solo los genes influyen en el carácter de los animales, sino también las fases de socialización e impronta. Un criador responsable valora mucho estos aspectos.
A pesar del aspecto de osito de peluche del perro bernedoodle, no subestimes sus exigencias de cuidado y tenencia.
Los cuidados del pelaje del bernedoodle son exigentes porque muchos tienen el pelo largo y ondulado. Lo mejor es acostumbrarlo a estos cuidados desde cachorro.
Cuantos más rizos tenga, menos pelos pierde el bernedoodle. Sin embargo, esto no facilita el cuidado del pelaje porque, si el pelo no se cae, hay que esquilarlo regularmente. O lo haces tú mismo o lo llevas cada tres meses a la peluquería canina.
Si el pelo es largo, puede enredarse y es habitual que el piso se llene de suciedad. Además, un bernedoodle sin cuidar no se siente bien y empieza a oler mal pronto.
Las orejas caídas también requieren controles regulares. En algunos ejemplares es necesario quitarles los pelos de los oídos. Es mejor que le pidas consejo a tu veterinario.
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¿Encaja el bernedoodle en una familia? ¡Claro que sí! Tanto los caniches como el bondadoso perro de montaña de Berna se llevan bien con los niños. Sin embargo, los niños pequeños nunca deben estar sin supervisión.
Por regla general, las razas mixtas también hacen amistad rápidamente con los gatos. Sobre todo, en el caso de los peludos que han tenido un contacto positivo con los gatos cuando fueron cachorros.
El bernedoodle no es un perro de ciudad y necesita mucho tiempo al aire libre cada día para sentirse cómodo. Si vives en la ciudad, deberías poder ofrecer a tu amigo de cuatro patas un jardín propio y largas excursiones diarias al campo.
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El nivel de energía de un bernedoodle puede variar mucho. Mientras que el caniche es un deportista versátil, el boyero de Berna se toma las cosas con más calma.
Por tanto, la actividad deportiva del bernedoodle dependerá de si tiene más de boyero de Berna o de caniche. En cualquier caso, cuando el perro sea adulto disfrutará con excursiones y paseos largos.
Además, la mayoría de ejemplares son aptos para varias formaciones, por ejemplo, como perro de salvamento o terapia. El mantrailing y otras actividades de olfateo también les divierten.
En cuanto al agility y los deportes rápidos, todo depende de la constitución y el carácter del animal. Si la mezcla tiene más de boyero, sus articulaciones requerirán un entrenamiento con adherencia al suelo. Dado que a los caniches les gusta aprender cosas nuevas, se puede motivar a muchos bernedoodles con juegos de inteligencia.
Un problema frecuente del perro bernedoodle se debe a la estructura del pelaje diferente de los padres. Esta hace que algunos ejemplares tengan problemas de piel.
Además, la salud de las mezclas depende de los progenitores. A diferencia de la cría de razas seria, los padres de perros de diseño no necesariamente se someten a pruebas exhaustivas antes de usarlos para la cría. Sin embargo, los criadores responsables examinan a los animales para detectar enfermedades hereditarias.
Para la parte de caniche, el animal debe someterse a pruebas de displasia de cadera y atrofia progresiva de retina.
El boyero de Berna también puede tener predisposición a la displasia de cadera. Por eso, el criador debe someter a los ejemplares a pruebas de cadera antes de usarlos. Para detectar la mielopatía degenerativa, una enfermedad neurológica típica del boyero de Berna, hay que hacer pruebas genéticas.
El mayor problema de salud del boyero de Berna es la histiocitosis maligna. Esta enfermedad tumoral reduce enormemente la esperanza de vida media de la raza porque muchos perros la sufren.
Los criadores responsables trabajan para buscar perros que no transmitan la enfermedad por medio de un valor de cría genómico. Este valor no se puede determinar sin conocer exactamente los antepasados y las líneas genealógicas. Por eso, se requieren muchos conocimientos para criar boyeros de Berna, aunque sean mezclas.
El perro bernedoodle tiene una esperanza de vida media de entre seis y doce años. Este amplio margen se debe a que el boyero tiene una esperanza de vida mucho más baja que el caniche.
Dado que el bernedoodle es un perro de diseño, no existen criadores reconocidos por la FCI. Esto tiene varios inconvenientes: no obtendrás un pedigrí certificado y los vendedores no están sujetos al control de una asociación.
No siempre se utilizan perros de pura raza. Aunque lo sean, los inexpertos apenas reconocen si los animales son arquetípicos ni si realmente son aptos para la cría. Por eso, es difícil encontrar a un vendedor serio.
Aléjate de los criadores que venden estas mezclas a precios exorbitados de 1000 euros o más. Un precio aceptable por un cruce de caniche y boyero de Berna se sitúa entre 600 y 900 euros como máximo.
Además, asegúrate de que el criador no te dé el cachorro antes de la novena semana de vida. También debes cerciorarte de que te lo entregue desparasitado, vacunado y con el chip.
¿Buscas un perro grande y peludo, que no suelte pelo, sea inteligente y tenga una larga esperanza de vida? Ningún problema: una buena alternativa es el caniche.
Si te vienen a la cabeza imágenes de un perro de abuela, perro faldero mimado y peinados extravagantes, echa un vistazo a uno con un corte de pelo deportivo y conoce mejor a varios caniches.
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El caniche es la raza más antigua de las dos y proviene de los perros de agua, que se utilizaban en toda Europa para cazar aves. La cría del boyero de Berna empezó en 1907. Originalmente, eran perros versátiles para la guardia, el pastoreo y el arrastre de cargas en el cantón suizo de Berna.
El bernedoodle surgió a raíz de la moda de los perros de diseño. Los criadores aparean deliberadamente dos perros de razas diferentes para combinar las características positivas de cada uno. Tres de las mezclas más populares son el labradoodle, el cockapoo y el goldendoodle.
Detrás de los nombres con doodle se esconde a menudo una estrategia ingeniosa para vender mezclas a precios altos. Sin embargo, estos peludos son muy encantadores. Si están bien socializados y educados con cariño, son perros simpáticos y cariñosos. Sin embargo, su belleza no debe ocultar el hecho de que el cuidado del pelo requiere mucho tiempo y el nivel de energía es difícilmente predecible.
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