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El bergamasco, un pastor mediano de pura cepa y bien proporcionado con rastas, entabla un vínculo estrecho con las personas.
El bergamasco se criaba como perro pastor en los Alpes italianos y permanecía fiel a su rebaño y su pastor. Este vínculo estrecho, su fiabilidad y su bondad lo siguen caracterizando en la actualidad. De hecho, al llevarse tan bien con los niños, se ha convertido en un perro familiar cariñoso y sencillo. Le encanta formar parte de la vida cotidiana de su familia. Disfruta del contacto con su gente, le encanta jugar con los niños y brilla en compañía de sus seres queridos. Por ello, no le sienta nada bien estar solo.
Gracias a su inteligencia y apego a las personas, este perro es dócil y fácil de adiestrar, aunque tiene carácter. De hecho, no obedecerá todas las órdenes ciegamente. El motivo no es la tozudez, sino simple pragmatismo: debe verles el sentido a las órdenes de su cuidador/a. Lleva en la sangre actuar por su cuenta y la capacidad de pensar en función de la situación. Al fin y al cabo, tenía que asumir la responsabilidad de todo un rebaño. Así pues, hay que concederle cierto nivel de libertad. Esto también incluye mucho ejercicio y salidas al aire libre. Como perro pastor y de servicio que es, quiere trabajar. Los paseos largos, las salidas conjuntas en bicicleta y los juegos de inteligencia son imprescindibles para satisfacerlo.
Si está estimulado física y mentalmente, el perro pastor bergamasco se muestra muy tranquilo y paciente en casa. No solo es un compañero equilibrado y siempre de buen humor, sino también un canguro bondadoso para los niños y un perro guardián eficaz que defiende a su gente con valentía.
Sin embargo, poco tiene que hacer el bergamasco como perro guardián. Esto no solo se debe a su baja distribución, sino también a su aspecto impresionante. Con solo ver a este perro tan fuerte con grandes rastas, la mayoría de intrusos se lo piensan dos veces. Al igual que su región de origen, él también tiene un aspecto salvaje y castizo. Su pelaje extraordinariamente rústico, que lo protege de las inclemencias climáticas, le confiere una expresión impertérrita.
Los mechones largos y ondulados, fruto del entrelazamiento entre el subpelo y la lana, cubren toda la parte trasera. Sin embargo, nunca deben ser tan largos que limiten la libertad de movimiento del bergamasco. En la parte delantera, la cabeza, los hombros y la cola predomina la capa externa áspera. Esta se debe cepillar semanalmente, a diferencia de las rastas. A nivel cromático, el bergamasco presenta las variaciones de gris más dispares. No obstante, también puede ser negro, merlé o leonado con marcas blancas.
Pese a este pelaje imponente, este perro mediano nunca parece pesado ni torpe. Al contrario: es un perro extraordinariamente ágil y con una estatura proporcionada y atlética. Con una altura de cruz de 54-56 cm en las hembras y 58-60 cm en los machos, el peso oscila entre 26 y 38 kg.
Este perro pastor primigenio con sus características rastas es una de las razas más antiguas de Italia. Aunque aún no se ha podido aclarar su origen exacto, se sospecha que sus antepasados llegaron a Italia desde Asia hace unos 2000 años con el séquito de soldados fenicios y romanos. Lo que está claro es que el bergamasco vive en los Alpes italianos desde el siglo XVI. Este dato lo demuestran los registros escritos de los pastores trashumantes.
El bergamasco se hizo famoso entre los pastores que allí vivían por sus ganas de trabajar y su lealtad incondicional. Guiaba los rebaños de un pasto a otro y los protegía eficazmente a ellos y al pastor de cualquier ataque. Pese a sus cualidades positivas y sus méritos como pastor, permaneció en la sombra durante mucho tiempo más allá de los Alpes. Aunque el primer estándar se redactó en 1898, los cinólogos italianos no le prestaron atención hasta mediados del siglo XX. En 1959, la FCI lo reconoció como perro pastor y de trabajo, aumentando su visibilidad entre un público más amplio
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Este extraordinario perro sigue siendo muy raro en la actualidad. Durante mucho tiempo, los pastores de las regiones alpinas apartadas estuvieron encerrados con sus perros. De hecho, solo los criaban para cubrir sus propias necesidades. Aunque hay amantes de la raza en casi todos los continentes, solo existen unos 2000 ejemplares de bergamasco en el mundo. Únicamente 200 de ellos se utilizan para la cría.
Encontrar un criador adecuado en tu zona te resultará muy difícil. Si realmente lo quieres y estás seguro/a de que puedes satisfacer su necesidad de ejercicio, entretenimiento y cercanía contigo, ningún camino ni ninguna espera deberían ser demasiado largos para conseguir un cachorro.
Un perro pastor bergamasco enriquece cualquier familia. No solo rezuma bondad y viveza, sino también robustez y vitalidad. No deberás temer facturas veterinarias desorbitadas con este perro tan sano. De hecho, no es raro que estos perros vivan quince años. Al fin y al cabo, el bergamasco se ha librado de convertirse en un perro de moda. A diferencia de muchos otros perros de su tamaño, que deben someterse a numerosas pruebas médicas antes de usarlos para la cría, con él basta con una radiografía de las caderas.
El cuidado del pelaje de este perro es prácticamente igual de sencillo. Para mantener las típicas rastas, no se debe peinar el pelo del cachorro. La excepción son las zonas de la cabeza, los hombros y la cola, que hay que cepillar semanalmente. El segundo año, el pelo del cachorro ya ha crecido y se ha enredado, entremezclándose el subpelo y la lana. Las grandes placas apelmazadas acabarán separándose para formar las típicas rastas. Para que la libertad de movimiento del perro no se vea restringida, hay que recortárselas de vez en cuando.
Gracias a los enredos, el pastor bergamasco apenas pelecha. No obstante, en la estructura enredada del pelo también se queda pegada mucha suciedad. Limpiarlo después de un paseo largo por el bosque de manera que no ensucie la alfombra o el sofá requiere bastante trabajo. Por lo tanto, no es un perro para fanáticos de la limpieza. El sol, la lluvia, el frío y el viento no afectan a este animal tan robusto. Sin embargo, hay que recordar que las rastas no se secan muy rápido. Esto implica que el pelaje permanece más tiempo húmedo por la lluvia y puede desprender el típico olor a perro.
Una alimentación equilibrada que contenga todos los nutrientes esenciales es importante para el desarrollo del bergamasco. De hecho, lo es para el de todos los perros. En general, este perro no es muy exigente. Si no quieres ni puedes prepararle la comida personalmente, comerá comida preparada sin rechistar. Tanto si le das pienso como comida húmeda o eliges el método barf o cocinar en casa, es importante que la composición sea adecuada y le proporcione todos los minerales y nutrientes que necesita. Cuáles son estos y en qué cantidades es algo que depende de muchos factores individuales. La edad, el peso y el nivel de actividad se deben tener en cuenta al elegir el alimento. Mucha gente que tiene un bergamasco recurre al pienso porque la barba se ensucia mucho con la comida húmeda.
Pese a los bajos requisitos de alimentación y cuidados, no subestimes la demanda de ejercicio físico y mental del bergamasco. Incluso como perro familiar, necesita que lo utilicen. Los paseos diarios no solo deben ser largos, sino también variados. Los trucos y los juegos de buscar y traer la pelota son buenas maneras de animarlo a usar la cabecita. Además, le gustan mucho los deportes caninos. Puedes probar el dog dancing, el mantrailing, el agility o cursos para perros de compañía, rastreo y salvamento.
Si está estimulado física y mentalmente, el pastor bergamasco muestra su lado tranquilo en casa. Sin embargo, no puede vivir en un piso pequeño. Para tenerlo, debes vivir en una casa con un jardín vallado grande donde pueda retozar, haga el tiempo que haga.
Como ves, se requiere espacio, tiempo y vitalidad para hacer feliz a este perro. A cambio, se te compensará con un compañero cariñoso y bondadoso que hará cualquier cosa por su familia.
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