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Antiguamente, el beauceron se criaba como perro pastor.
El robusto beauceron, con su pelo corto y tupido, tiene una gran seguridad en sí mismo y un carácter dominante. Por eso, necesita estar con alguien con experiencia que lo adiestre con mucho amor y perseverancia.
A este perro francés no le falta seguridad en sí mismo, y no es de extrañar. Este antiguo perro pastor controlaba sin pestañear rebaños de 200 o 300 animales y protegía al rebaño y al pastor intrépidamente. La independencia asociada a esta tarea y que perseguían los criadores antiguamente se muestra actualmente como testarudez y obstinación. De hecho, el beauceron tiende a presentar cierta dominancia, por lo que requiere, sin duda, una mano firme.
A pesar de todo, este perro quiere a su familia por encima de todo, particularmente al líder de la manada. Si aceptas sus peculiaridades y le proporcionas mucho ejercicio y entretenimiento, aparte de un adiestramiento consecuente, este puede ser un perro muy fiel y eficaz que defenderá a sus seres queridos a toda costa si es necesario. Un perro bien adiestrado y estimulado física y mentalmente es obediente y fácil de controlar. Capta las órdenes enseguida y realiza las tareas que se le encomiendan con una alegría casi contagiosa.
Su gran temperamento y su impresionante resistencia resultan útiles a la hora de adiestrarlo. Sin embargo, requieren a alguien activo y con aplomo que pueda lidiar con este torbellino. Si no está estimulado, su necesidad de pastorear innata y su tendencia a la independencia pueden traer problemas fácilmente. Es por esto que este perro figura en la lista de perros potencialmente peligrosos en algunos países. Si no se utiliza como perro pastor, de servicio y protección en la policía o de salvamento, es muy importante apuntarlo a un deporte canino. Si el perro puede retozar al aire libre y superar nuevos retos, será un animal más sereno. Además, esto refuerza el vínculo entre él y su cuidador.
Por muy unido que esté a su cuidador, el perro beauceron se muestra desconfiado ante los extraños. Sin embargo, no lleva en la sangre ladrarles a pleno pulmón, sino que más bien los observa desde lejos. Además, no se le escapa nada y siempre está preparado para plantarle cara con valentía a un atacante. Si está convencido de que su familia no corre peligro, se dejará acariciar de buena gana por el extraño. Eso sí, la condición es que vea a su cuidador como líder de la manada y confíe en su juicio.
En general, con un perro guardián tan valiente e impertérrito a tu lado, no correrás peligro. Probablemente, la mayoría de gente no quiera medir sus fuerzas con un beauceron. Los machos presentan una altura de cruz de hasta 70 cm y pesan hasta 50 kg. Además, su constitución fuerte y extremadamente atlética le confiere una apariencia realmente impresionante. Sus orejas semierguidas, nunca pegadas a la cabeza, y su mirada despierta lo dotan de una expresión atenta y asertiva.
El pelo corto con el tupido subpelo le proporciona una protección eficaz en cualquier clima. En cuanto al color, existen tres variantes del beauceron: 1. negro con marcas de fuego, 2. azul con marcas de fuego y 3. gris con manchas negras y fuego (variante arlequín). En las tres variantes, las patas son color fuego, lo que le ha valido el nombre bas rouge (calcetín rojo).
Tan característicos como los calcetines rojos son los espolones dobles del beauceron. Deben estar muy bajos, de modo que aumenten la superficie de las patas traseras. En sus inicios como perro pastor, le servían en las peleas y le proporcionaban un buen apoyo, por ejemplo, para caminar sobre la arena o cruzarse con las ovejas en el redil. Aunque han perdido su utilidad con los años, hoy día son testigo de la pureza de la raza. Además, son un rasgo que lo diferencia de otros perros.
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La historia del pastor de Beauce está íntimamente relacionada con la trashumancia de Francia. Hasta el siglo XIX, en el espacio francófono había tipos muy diferentes de perros pastores. Estos perros se cruzaban y criaban únicamente según su utilidad para el trabajo y su uso en el pastoreo. Cuando la industrialización se impuso a la trashumancia, el trabajo del beauceron se trasladó a las fincas de los campesinos. Aquí, este perro tan valiente y versátil vigilaba y defendía eficazmente los bienes.
Aunque sus antepasados ya se mencionaban en la Edad Media, la raza no devendría lo que es hoy hasta finales del siglo XIX. La historia de su estandarización está muy relacionada con la del pastor de Brie. En 1888, el cinólogo y veterinario francés Pierre Mégnin separó a los perros, hasta entonces considerados como la misma raza. El recién fundado Club Français du Chien de Berger redactó estándares distintos para el chien de berger de Brie (pastor de Brie), de pelo largo, y el chien de berger de Beauce (beauceron), de pelo corto.
Poco después de fundarse el primer club especializado, el Club des Amis du Beauceron, la FCI reconoció la nueva raza. Hoy en día se presenta con el número de estándar 44 en el grupo 1 (perros de pastor y perros boyeros). El beauceron, llamado chien de Beauce por su origen geográfico, se encuentra principalmente en Francia y la vecina Bélgica. En su patria se registran cada año entre 3000 y 3500 cachorros. Además, el American Kennel Club (AKC) reconoció la raza oficialmente en 2007. Sin embargo, fuera de Francia es una raza bastante poco frecuente.
Si te interesa el beauceron, sé consciente de que no conseguirás un cachorro sano de la noche a la mañana. Tan reflexionada como ha de ser la decisión de compra del perro debe ser también la selección del criadero. No es raro que tengas que esperar varios meses para que te den un cachorro sano. Si estás convencido/a de que esta raza es adecuada para ti y puedes ofrecerle todo lo que necesita este perro tan exigente, deberás tener paciencia.
En el club de la raza beauceron encontrarás criadores registrados y, por tanto, serios. No obstante, serio no significa necesariamente que un criador sea adecuado para ti. A diferencia de cuando compras un coche, lo ideal es que estés en contacto a menudo con el criador, incluso después de la compra. Los criadores experimentados ofrecen información y consejos sobre alimentación, adiestramiento y salud de buena gana. Así pues, no solo tiene que caerte bien el perro, sino también el criador. Los mejor es que visites a varios. Si la primera impresión ya es buena, visítalo varias veces antes de llevarte el cachorro a casa. Un buen criador te recibirá encantado, responderá a tus preguntas y te enseñará el criadero y los animales. No te sorprendas si él también te acribilla a preguntas. Después de todo, un criador que trabaja con pasión quiere saber a quién está entregando sus cachorros.
A la hora de elegir un cachorro, también es importante que el animal tenga toda la documentación y las vacunas. Asimismo, debe haberse sometido a todos los exámenes de salud recomendados. A diferencia de muchos otros perros, con el beauceron no tendrás que temer enfermedades específicas de la raza. Por suerte, se ha librado de convertirse en un perro de moda, por lo que ha conservado la robustez y resistencia de su pasado como pastor. No obstante, existen casos aislados de displasia de cadera o codo, torsión gástrica y epilepsia.
Para prevenir la aparición de problemas articulares, torsiones gástricas y otras enfermedades, es importantísimo darle una alimentación sana y equilibrada. Esta le brinda todos los nutrientes y minerales que necesita para desarrollarse bien y conservar la agilidad toda la vida.
La demanda nutricional es diferente en cada animal porque el consumo energético depende del ejercicio, la edad y el peso. Lo mejor es que pidas consejo al veterinario, al criador o a un experto en nutrición canina.
Para un perro adulto sin problemas de salud, la comida debe cumplir los requisitos siguientes:
Es recomendable dividir la ración diaria en dos comidas. Tu perro adaptará rápidamente su sensación de hambre a estos horarios fijos y dejará de pedir fuera de ellos. No le des demasiados snacks entre horas para evitar el sobrepeso. Por último, tu perro siempre debe tener agua fresca a su disposición.
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Los horarios fijos no solo son recomendables para las comidas, sino también para el cuidado del perro. Lo mejor es que lo acostumbres desde cachorro a estos rituales. Tómate un tiempo periódicamente para examinar y limpiar el pelo, oídos, uñas, dientes y encías de tu peludo. Gracias a que el pelo es corto y duro, basta con pasarle un paño una vez al día. Límpiale los oídos, los dientes y las encías una vez por semana. Además, deberás cortarle las uñas regularmente, incluidos los espolones, para evitar heridas.
Cuanto antes empieces con todos estos cuidados, antes aprenderá el perro a quedarse quieto. Lavarle los dientes a un beauceron adulto que no ha vivido la experiencia nunca o pocas veces podría ser complicadísimo.
El perro beauceron es grande y muy fuerte, por lo que necesita a alguien igualmente fuerte para contenerlo. Su cuidador debe poder seguirle el ritmo tanto mental como físicamente. Lógicamente, no hay casi nadie que sea capaz de recorrer tramos de 100 km al día como él. Sin embargo, el cuidador debe poseer una fuerza y resistencia suficientes para ofrecerle el ejercicio que necesita. Además, tiene que tener la capacidad de sujetarlo con la correa en caso de emergencia.
Como antiguo perro de trabajo que estaba acostumbrado a recorrer varios kilómetros al día y que realizaba las tareas que se le asignaban con alegría y autonomía, actualmente el pastor de Beauce también debe poder moverse y entretenerse como es debido. Sería ideal una formación para perros de servicio y protección, de rastreo o de salvamento en aludes y catástrofes. Por suerte, los deportes caninos también le proporcionan una actividad adecuada para desfogarse y satisfacer sus necesidades. Ya sea obediencia, agility o mantrailing, este habilidoso e inteligente perro disfruta con casi cualquier deporte. También le gusta acompañar a su cuidador cuando salga a correr, montar en bicicleta o montar a caballo. Sin embargo, no olvides que también hay que estimularlo mentalmente con regularidad.
Un perro estimulado física y mentalmente no necesita buscarse actividades por su cuenta, por lo que se integra en la familia obedientemente. Se dice que el beauceron no es fácil de adiestrar, pero esto no es del todo cierto. Está dispuesto a obedecer las órdenes y es capaz de captar las cosas rápidamente. No obstante, la condición es que disfrute de un ejercicio y entretenimiento suficientes. El beauceron no tolera conductas demasiado rudas ni una mano dura. De hecho, es tan orgulloso que no perdona ni un pequeño desliz.
La tenencia del beauceron requiere mucha fuerza, conocimientos y perseverancia en el adiestramiento, así como una buena dosis de empatía. Todo esto es necesario para lidiar con un perro tan exigente y saber cuándo hay que dejarlo descansar. El descanso os beneficiará tanto a ti como a tu perro.
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