{"url":"https://www.zooplus.es/magazine/perros/adoptar-un-perro/que-entienden-los-perros","title":"¿Qué entienden los perros?","mag_id":321513,"is_single":true,"cat_name":"Perros","sub_cat_id":236,"sub_cat_name":"Adoptar un perro","cat_id":225}
A veces parece que los perros entienden lo que decimos.
Muchos amantes de los perros están seguros de que su peludo los entiende. Sin embargo, muchas veces se producen malentendidos entre ellos en el día a día. Y es que lo que a nosotros nos parece lógico no siempre está tan claro para ellos. Entonces, ¿qué entienden los perros?
Cuando nos preguntamos qué entienden los perros, también debemos analizar cómo perciben el mundo. Lógicamente, no pueden hacer crucigramas, pero son expertos en olores. Con un olfato que percibe los olores un millón de veces mejor que el nuestro, ellos experimentan un mundo paralelo: el mundo de los aromas.
Además, pueden seguir rastros días después. Si perdemos una llave entre los arbustos, para la mayoría de perros es facilísimo encontrarla. Las tareas olfativas que para nosotros son imposibles las ejecutan en cero coma.
Los que tienen perro conocen esta sensación: «Mi perro entiende perfectamente lo que le acabo de decir». No obstante, la realidad es que lo que importa es el tono. Aparte de las palabras que aprenden, como siéntate, ven o aquí, el peludo no entiende nuestro idioma literalmente, pero percibe si estamos enfadados o contentos.
En 2016, un grupo de investigadores publicó los resultados de un estudio con trece perros. Los perros estaban entrenados para sentarse tranquilos en un aparato de TRM especial. Así los investigadores pudieron observar las reacciones de su cerebro a ciertas palabras.
Analizaron las reacciones a palabras de elogio dichas con neutralidad y alegría en comparación con palabras insustanciales dichas también con neutralidad y alegría. El elogio dicho con alegría fue el que más activó el centro de recompensa del cerebro. La palabra insustancial apenas provocó reacciones, ni siquiera dicha con tono de elogio.
Importante: El lenguaje corporal también es enormemente importante para los perros. Para ellos, hay una gran diferencia en el adiestramiento si su cuidador/a está mirando el móvil o le presta atención.
Comprensión de conceptos
Hay razas de perro, como el border collie, que se consideran animales de trabajo. Uno de ellos se hizo muy famoso: Rico, que era capaz de asignar 200 juguetes diferentes.
Si la cuidadora mencionaba un juguete, lo sacaba con total seguridad de una montaña de juguetes. Y lo que es más: si le decía un término que no conocía, como margarita, volvía con un juguete recién añadido por descarte. Esta es una capacidad mental impresionante para un animal. Así pues, los perros son capaces de entender conceptos sencillos.
La importancia de la fase de socialización
La fase de socialización del perro contribuye enormemente a qué entienden los perros y en qué medida. Hasta la duodécima semana, el cachorro debe pasar mucho tiempo con personas. De este modo, podrá evaluar mejor los gestos, el lenguaje corporal y los estados de ánimo en su vida.
Muchos perros callejeros que no han vivido una socialización positiva con personas perciben el lenguaje corporal humano como una amenaza. Un ejemplo de ello es el contacto visual directo. Para un perro acostumbrado a las personas desde pequeño, esto no supone ningún problema. En cambio, un perro callejero puede reaccionar poniéndose a la defensiva.
Algo similar sucede cuando se intenta juntar a un perro con un gato. Si no ha conocido a ningún gato, le costará mucho trabajo entenderlo. Desde su punto de vista, el ronroneo se convertirá rápidamente en gruñidos.
«¡Mi perro no me entiende!»
Durante la pubertad canina, particularmente, muchos cuidadores creen que su peludo de repente ya no los entiende. Hace un mes se abalanzaba hacia ti con las orejas al viento cuando lo llamabas. Ahora se limita a levantar brevemente la cabeza y sigue olfateando.
No te preocupes: el perro te entiende. Lo que no entiende es por qué tiene que acatar tu orden. ¡El mundo tiene tantas cosas emocionantes que ofrecer! Durante la pubertad canina es muy importante estructurar el adiestramiento correctamente. Es mejor dar un paso atrás que exigirle demasiado al perro.
No sufras. Una vez superada la fase difícil, la práctica paciente habrá valido la pena por duplicado.
Qué entienden los perros: tres malentendidos cotidianos
A menudo, los perros entienden nuestro comportamiento de manera diferente a la que pretendemos. Para ilustrar esto, hemos elegido tres malentendidos clásicos entre perros y personas. Verás que las hemos formulado con sentido del humor, ya que, al fin y al cabo, nosotros tampoco somos adivinos.
1. Ladridos conjuntos
Situación: el perro Brutus ve otro perro a cincuenta metros que se acerca a él y a su cuidadora. Reacciona con un ladrido fuerte: «¡Cuidado! ¡Viene un perro!».
Problema: para la cuidadora, esto es claramente desagradable. Le dice enérgicamente: «Brutus, cállate! ¡Ya vale!» y «¡Tranquilo!». La voz de la cuidadora va subiendo de volumen y se vuelve cada vez más nerviosa.
Qué entienden los perros: «Mi persona se está enfadando mucho. ¡Menos mal que he ladrado! ¡Qué bien! ¡Ahora ladramos juntos! Mi persona no ladra tan fuerte como yo, pero juntos haremos que el perro ese salga por patas».
Solución: tienes la opción de apuntarlo a un adiestramiento antiladridos, por ejemplo, en paseos con otros perros. Mantén la calma e irradia seguridad. Nunca ladres con él.
2. Tirones de correa
Situación: el paseo de turno se convierte en una prueba de fuerza. La perra Luna tira de su cuidador hacia cualquier zona donde haya un olor que le interesa. Este árbol, aquel árbol, una pared… ¡Oh! ¡Otro árbol interesante!
Problema: el cuidador la acompaña, pero mantiene la correa en tensión y piensa: «La resistencia le dejará claro a Luna que se está portando mal». De vez en cuando, pega un buen tirón con la correa y dice bruscamente: «¡No tires!». Veinte segundos después, el cuidador vuelve a estar al otro extremo de una correa tensa como la de un violín.
Qué entienden los perros: «Qué pesado mi cuidador, que no para de tirar de la correa. Pero bueno, llegamos igual. Cuanto más tiro, mejor llego a mi destino».
Solución: no cedas a los tirones, ya que estarás recompensando el comportamiento erróneo porque el perro se acerca a su objetivo. Es mejor que te quedes quieto/a hasta que la correa vuelva a estar floja. Otra opción es que lleves al perro en la dirección opuesta. En cualquier caso, el adiestramiento con correa requiere paciencia.
3. Modales a la mesa
Situación: a la perra Paca no le dan comida de la mesa de las personas. No quieren que mendigue.
Problema: la hija, Valentina, no quiere comerse la miga del pan y hace bolas que deja caer bajo la mesa. Un gesto rápido y discreto, y se esfuman. Nadie se dará cuenta.
Qué entienden los perros: «¡Yuju! ¡Por fin cae algo para mí! A partir de ahora, me pondré cerca de Valentina cuando coman y la miraré con ojos de cordero. Con cada miga de pan me doy cuenta de que es verdad: dando la gotera hace señal la piedra».
Solución: la mayoría de perros no entienden las excepciones. Basta con que te desvíes de las normas una sola vez y emplearán toda su energía en volver a llegar a su objetivo. Por eso, todos los miembros de la familia deben ir a una y mantenerse firmes.
El punto de vista del perro
Si intentas ponerte en la piel de tu perro en situaciones delicadas del día a día, puedes evitar malentendidos.
Por ejemplo, hay gente que tiene por costumbre incluir órdenes en frases enteras: «¡Nerón, haz el favor de sentarte! ¡Esto ya lo habíamos practicado!». ¿Qué entienden los perros aquí? Prácticamente nada. En cambio, un simple siéntate es una orden clara.
Además, con frecuencia no damos las recompensas en el momento adecuado. También es posible que humanicemos demasiado a los perros y, en realidad, no entiendan lo que queremos. Asistir a una escuela canina puede resultar útil. En efecto, a menudo se cuelan hábitos de los que no nos damos cuenta.
Los jadeos forman parte de un perro igual que lo es mover la cola, por lo que no suelen ser motivo de preocupación. Pero ¿qué pasa cuando mi perro jadea de noche tan fuerte que no puede descansar? Aquí descubrirás las posibles causas del jadeo en perros por las noches y qué puedes hacer para ayudarle.
Dar la pata, ponerse a dos patas o atrapar un snack en el aire... Con estos diez trucos para perros, tu perro y tú seréis populares. Lo mejor es que los trucos para perros no solo entretienen a quienes están cerca, sino que desafían a tu peludo física y mentalmente. Además, el entrenamiento fortalece el vínculo entre ambos.
Por muy adorables que sean, los cachorros pueden morder. En torno a las 6 semanas ya tienen unos 28 dientecitos listos para hincar. Aunque, al principio, esos pequeños alfileres tan solo molesten y apenas hagan daño, es necesario saber cómo enseñarle a un cachorro a no morder.