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El sol brilla y el perro retoza en el jardín, pero hay manchas amarillas o marrones que enturbian tu felicidad. Estamos hablando de las manchas antiestéticas que aparecen por la orina de perro en el césped. Te ofrecemos algunos consejos para que haya paz entre el perro y el césped.
En primer lugar, no te alarmes: si tu perro hace pipí en el césped, no aparece una mancha amarilla inmediatamente. Solo cuando se acumula orina en el mismo sitio varias veces puede haber un problema. Las sales de la orina extraen el agua de la hierba mediante ósmosis y, como consecuencia, las briznas se secan.
Si llega orina sin diluir varias veces a las raíces, estas pueden incluso morir. Lo que queda son antiestéticas zonas amarillas o marrones en el césped. Estas suelen tener un marco verde intenso que permite distinguir las manchas de orina fácilmente.
La probabilidad de que aparezcan estas manchas aumenta cuando el perro orina repetidamente en el mismo sitio y llueve poco. La lluvia ayuda al césped a recuperarse más rápido porque suministra agua a la hierba y diluye la orina.
Lo mejor para prevenir las manchas amarillas es que el perro no orine nunca en el césped. Parece demasiado fácil y bonito para ser verdad, ¿no? Siendo perseverante, se puede conseguir.
Ofrécele a tu perro una zona alternativa para hacer pipí que le resulte atractiva. Esta puede ser una planta resistente a las sales que puedes plantar ampliamente en la zona que prefieras. Estas plantas son, por ejemplo:
También puedes colocar un poco de madera en el borde del jardín. Lo ideal sería que un perro ya haya orinado en el sitio. Lleva al perro siempre primero a esta zona en cuanto salgas al jardín con él. Elógialo mucho cuando haga sus necesidades ahí.
Si lo observas bien, puedes dirigirlo a ese sitio en cuanto muestre signos de hacer pis en el césped. Esto es un poco laborioso al principio, pero muchos perros aprenden dónde deben orinar tras pocas repeticiones
Especialmente los que quieren proteger su césped de perros ajenos recurren a plantas disuasorias u otros repelentes similares. En este sentido, existen plantas que algunos perros prefieren evitar. También hay gente que quiere proteger algunas zonas de su jardín de la orina de perro.
Con un césped extenso, esto es casi imposible de conseguir con repelentes. No obstante, puede valer la pena intentarlo con plantas disuasorias para mantener al perro alejado de ciertos arriates o bancales. Sin embargo, no hay que tener muchas esperanzas, ya que muchos perros ignoran estas plantas. Algunos prefieren cubrir el olor desagradable con su propia orina.
Otra opción son los repelentes para perros que se añaden al agua de riego y cuyo olor les resulta desagradable. Aunque no tienen por qué mantener al perro alejado, ocultan el olor a pis. Así, el perro no siempre busca la misma zona para orinar.
Hay quien confía en las llamadas Dog Rocks. Estas son piedras grises de unos seis centímetros de largo que se ponen en el bebedero.
No contienen sustancias químicas artificiales, sino que están compuestas por piedras volcánicas puras. Se supone que filtran y neutralizan los nitratos sin alterar el pH de la orina. De este modo, llegan menos sales a la orina y, por tanto, al césped.
No está claro si este método realmente funciona. Además, hay perros a los que no les gusta tener estas piedras en el agua. En cualquier caso, son naturales y, por tanto, inocuas para su salud.
Imagínate que estás tan tranquilo en la tumbona del jardín y pillas a tu perro haciendo pipí en el césped. Si eres rápido, puedes pararlo, por ejemplo, dando una palmada. Sin regañarlo, dirígelo a una zona alternativa. Elógialo si te hace caso. A continuación, coge la regadera y riega abundantemente el sitio donde ha hecho pipí. Si la orina está diluida, ya no puede dañar el césped.
Si ya tienes manchas amarillas de orina de perro en el césped, hay que reparar estas zonas. Retira todas las briznas y raíces secas. Ahueca un poco el suelo y vierte mucha agua. Ahora ya puedes esparcir nuevas semillas de césped en la tierra. A partir de aquí, asegúrate de que el perro no haga pipí en las zonas afectadas.
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