¿Cómo saber si mi perro es feliz? 10 signos de felicidad canina
¿Cómo puedo estar seguro de que mi perro es feliz? ¿Lo estoy haciendo bien y le estoy dando una vida con la que esté satisfecha? Todos nos hemos planteado estas preguntas alguna vez.
Las personas que llevan tiempo viviendo con un perro intuyen lo que los peludos quieren decirles. En cambio, el lenguaje canino puede ser difícil de entender para los principiantes, ya que es muy complejo. Desgraciadamente, los malentendidos pueden tener consecuencias graves, p. ej., si un perro no sabe qué más hacer y de repente muerde. Este artículo te ayudará a entender mejor el lenguaje de los perros.
Los malentendidos entre perros y personas pueden ser muy peligrosos. Por eso es tan importante entender bien el lenguaje canino. Antes de que un perro muerda, suele mostrar, a su manera, que algo le pasa. Sin embargo, estas señales de alarma se pueden pasar por alto o malinterpretar.
Otro ejemplo: no es lo mismo que un perro no obedezca porque no tiene ganas o porque le da miedo la situación. Puede que no quiera tumbarse en la acera porque tiene miedo de los coches que pasan. Si sabes cómo se siente realmente tu perro, puedes ahorrarle mucho estrés.
Importantísimo: el entendimiento mutuo genera confianza y afianza la amistad entre tú y tu perro.
Los perros se comunican de varias maneras con las personas y otros perros. Las manifestaciones como ladrar, gimotear, aullar, gañir o gruñir pertenecen a su lenguaje oral.
Sin embargo, los animales no solo emplean la voz para comunicarse, sino todo su cuerpo. Los gestos y la expresión facial son parte del lenguaje corporal. Un ejemplo de gesto es el meneo de la cola y un ejemplo de expresión facial es enseñar los dientes.
Los olores desempeñan un papel importante en el mundo canino. La nariz del perro cuenta con hasta 300 millones de receptores olfativos (las personas tenemos cinco millones). No es de extrañar, pues, que se utilicen perros para rastrear a personas desaparecidas.
Marcando zonas con orina y heces, los perros dejan mensajes importantes a otros perros. Esto también se considera lenguaje canino. ¿Una mancha de orina o un excremento en la acera? Allá que va el perro a olfatearlos para no perderse ni un mensaje. Para los perros es lo más normal del mundo oler o incluso lamer las necesidades ajenas durante el paseo.
Por desgracia, el lenguaje de los perros rara vez es unívoco. Para entender el significado de una manifestación, siempre debes tener en cuenta el contexto. Esto significa la situación en la que se encuentra el perro en ese momento. Si no le prestas atención, puede haber malentendidos.
Por ejemplo, los perros se lamen el hocico para tranquilizar a quien tienen delante. En cambio, si poco antes les han dado una golosina, probablemente solo se estén limpiando el hocico.
Los perros ladran por muchos motivos, p. ej., porque tienen hambre o sed, porque quieren salir o porque quieren jugar. Es frecuente que la causa sea el deseo de atención.
Los ladridos son un buen ejemplo de lo ambiguo que puede ser el lenguaje de los perros. Los perros también ladran para advertir a su cuidador de la presencia de un intruso. Aunque ellos mismos no se sientan amenazados, ladran igualmente.
Si la advertencia verbal no funciona, a veces recurren a los dientes. Por desgracia, el dicho «perro ladrador, poco mordedor» no siempre es cierto.
Entonces, ¿cómo distingues entre un reclamo de atención y una advertencia seria?
En general, si el ladrido es más bien agudo, probablemente sea cordial. Un ladrido profundo indica un perro muy enfadado o que se siente amenazado.
Los chihuahuas y otros perros pequeños ladran en un registro más alto, mientras que los grandes, como el san bernardo, tienen una voz más grave. Esto también debe tenerse en cuenta a la hora de evaluar la situación.
Hay perros que ladran por cualquier cosa y ponen a sus cuidadores de los nervios. No obstante, los perros que ladran excesivamente normalmente solo están aburridos.
Nuestro artículo Mi perro ladra mucho: ¿qué hago? explica qué se puede hacer en este caso.
Cuando los lobos aúllan, indican su pertenencia a la manada. Por lo tanto, el canto de los lobos fomenta la cohesión social. El aullido también sirve para comunicar a otros animales la ubicación propia o para advertirlos de un peligro.
Los perros domésticos también aúllan, aunque unos lo hacen más que otros. Por ejemplo, el basset hound, el beagle y el husky pertenecen a las razas cantarinas.
¿Tu perro aúlla cuando suenan las campanas de la iglesia o una sirena? Los expertos creen que los perros interpretan estos ruidos como aullidos de otros perros porque la frecuencia es similar.
También el dolor, la soledad o el estrés pueden hacer que el perro aúlle.
Consejo: aúlla con él Aunque te parezca raro, los expertos recomiendan unirse al aullido del perro de vez en cuando. De esta manera, refuerzas el vínculo con el animal porque le muestras que perteneces a la manada.
Los aullidos y los gimoteos también son parte del lenguaje canino y pueden significar varias cosas. Los perros gimotean porque están contentos de dar largos paseos con la persona a la que quieren. No obstante, también lo hacen cuando tienen miedo o están frustrados.
Los perros son animales gregarios. Algunos sufren una enorme ansiedad por la separación si tienen que quedarse solos en casa mucho tiempo y aúllan durante horas.
«Hasta aquí hemos llegado». Cuando un perro gruñe, este es el último aviso antes de morder.
Aunque suene raro, alégrate de que tu perro gruña. Nunca se lo prohíbas ni lo castigues por ello. Es probable que un perro que no tenga permitido gruñir muerda sin avisar.
Por la postura de un perro, sus congéneres pueden deducir si viene en son de paz o si hay que andarse con ojo.
Los perros tranquilos también tienen una postura tranquila, mientras que los que están tensos se muestran rígidos.
Los perros dominantes se hacen grandes. La postura de un perro agresivo está orientada hacia arriba y hacia delante. Todo su cuerpo dice: «¡Estoy listo para atacar!».
En cambio, un perro defensivo orienta su cuerpo hacia abajo y hacia atrás. Esta postura expresa su deseo de huir y retirarse. Los perros inseguros y miedosos se hacen pequeños. En casos extremos, puede que incluso se tumben sobre el lomo para demostrar su sumisión.
El lenguaje corporal es otra parte importante del lenguaje canino. Además del lenguaje verbal, también debes saber interpretar el corporal para entender a tu peludo en todas las situaciones.
Un perro que menea la cola está contento. Sin embargo, esto tampoco es siempre así. El meneo de la cola solo significa que el perro está excitado y esta excitación puede ser positiva o negativa.
¿Vuelves a casa del trabajo y tu perro corre hacia ti moviendo la cola ampliamente de un lado a otro? En ese caso, se puede decir que tu perro se alegra de volver a verte.
¿Se acerca un perro desconocido corriendo con movimientos rígidos y mirándote fijamente? ¿La cola se mueve dibujando giros cortos? En este caso, debes ir con cuidado.
Una cola tiesa y erguida indica que el perro quiere provocar. Si la tiene horizontal y estirada hacia atrás, se trata de un gesto de amenaza.
Si el perro baja la cola, está inseguro y tiene miedo.
Si un perro mira al frente y fijamente a quien tiene delante, esto se debe entender como una amenaza. Con esta mirada, las pupilas están contraídas y las orejas señalan hacia delante.
En cambio, las orejas orientadas hacia atrás son signo de miedo, inseguridad o sumisión.
En un perro tranquilo, los rasgos están relajados y las pupilas, dilatadas. Un perro que no es agresivo y que quiere quitar hierro a la situación gira la cabeza a un lado.
Consejo para perros con orejas caídas ¿Tu perro tiene las orejas caídas? En ese caso, los movimientos de las orejas son difíciles de identificar, por lo que deberás observar la base.
Cuando un perro levanta el labio superior y muestra los dientes anteriores hay que tener mucho cuidado. Si también tiene el cuerpo tenso y mira fijamente a quien tiene delante, se trata de una amenaza seria.
Si el perro muestra todas sus armas enseñando todos los dientes, probablemente se trate de una amenaza defensiva. Mientras rechina los dientes, aparta la mirada una y otra vez. Tiene el cuerpo echado hacia atrás y hacia abajo, con la cola baja. En esta posición, el perro tiene miedo, pero está dispuesto a defenderse.
Tampoco aquí existe una regla sin excepciones: una forma servil de enseñar los dientes es la sonrisa sumisa. Va acompañada de una postura agachada y el meneo o retracción de la cola.
De la sonrisa sumisa surgió la sonrisa social, que, por cierto, los perros solo muestran ante las personas. La boca está ligeramente abierta y los labios, un poco retraídos. El perro acompaña esta sonrisa meneando la cola y adoptando una postura erguida y relajada.
Los perros suelen moverse muy rápido. Cuando retozan con otros perros al aire libre, es difícil detectar los pequeños matices del lenguaje corporal. ¿Están jugando pacíficamente o se está torciendo la situación?
Si quieres entender mejor a tu perro, grábalo con el teléfono la próxima vez que salgáis a pasear. Después, reproduce el vídeo a cámara lenta para descubrir cosas que no hayas visto.
En YouTube también hay un montón de vídeos que explican el lenguaje canino.
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