¿Cómo saber si mi perro es feliz? 10 signos de felicidad canina
¿Cómo puedo estar seguro de que mi perro es feliz? ¿Lo estoy haciendo bien y le estoy dando una vida con la que esté satisfecha? Todos nos hemos planteado estas preguntas alguna vez.
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Lo tienes claro: quieres adoptar un can. Pero aún no has decidido si quieres un perro macho o hembra. Muchas personas que adoptan un animal por primera vez tienen esta duda. Te damos consejos para que te resulte más fácil tomar esta decisión.
¿Los machos son rudos y rebeldes? No es así de simple. Hay una clara distinción en cuanto al papel de cada can en la jauría. Los machos están a cargo de defender el territorio. No es de extrañar que tiendan a ser más desconfiados con otros perros. No solo defienden el territorio, también lo marcan. Así los supuestos intrusos saben que no son deseados allí. A los perros machos les gusta pelearse con otros canes, sobre todo, durante la pubertad. Pero esto no es porque sean agresivos. Necesitan determinar su rango y estar preparados para posibles peleas serias. Es decir, entrenan con estas peleas que no son más que un juego. La educación y la socialización son determinantes para las razas de perros más dominantes.
En general, los machos son más cercanos que las hembras. Además, los machos suelen ser juguetones incluso cuando son mayores, aunque esto también sucede con algunas hembras. Las perras suelen ser más cuidadosas cuando juegan con niños, mientras que los machos los ven como compañeros ideales para retozar y pelear. Pero todas estas declaraciones son solo tendencias. Con muchos perros no es posible saber si son macho o hembra por su comportamiento.
En muchas razas de perros los machos son visiblemente más grandes y pesados que las hembras. La complexión también puede ser bastante más musculosa. Aunque en las razas pequeñas, como el chihuahua, esto casi no se aprecia, en las razas grandes puede haber una diferencia superior a 10 kilos. Dependiendo de las razas y los cruces, también es posible que una hembra grande supere a un macho pequeño de la misma raza.
Dependiendo de la raza, las perras alcanzan la madurez sexual entre los seis y los doce meses. Es entonces cuando entran en celo por primera vez, el cual puede durar varias semanas. A partir de ahí entran en celo una o dos veces al año. Aquí se diferencian varias fases:
Mientras los óvulos maduran en el cuerpo de la perra, esta informa al entorno de que se aproximan sus días fértiles: marca el entorno y trae de cabeza a los machos con sus feromonas. Durante este periodo la hembra también mancha. Puede que te encuentres gotas de sangre por la casa. La cantidad de sangre que suelta depende de cada can. Algunos cuadrúpedos limpian la sangre de inmediato, por lo que es posible que ni te des cuenta. Otros, en cambio, pueden necesitar protección durante esta etapa. Es posible que la perra esté desconcentrada. Como máximo, el proestro dura unos 10 días.
La ovulación inicia la fase de calor, que puede durar hasta diez días más. Esta etapa puede suponer un reto para quienes tienen perras, pues, en general, no les interesan los snacks, ni los juegos o entrenamientos. ¡Solo quieren un macho! A estos les invita mostrándoles su trasero. Durante esta fase no les gusta rodearse de otras hembras. Muchas alejan a la competencia con insistencia. Algunas perras enamoradas marcan el entorno con intensidad para atraer aún más. Consejo: durante este periodo es mejor que uses la correa en lugar de dejar que camine sola, pues incluso la hembra más obediente puede no hacer caso en esta fase. Una vez superada la fase de calor, la hembra se va tranquilizando y deja de ser interesante para los machos.
Si la perra no se aparea y por lo tanto no está preñada, unas semanas después del celo puede tener un embarazo psicológico. Este es un proceso natural que resulta útil en la manada de lobos: las hembras con un embarazo falso producen leche y pueden ayudar a la líder a criar a sus cachorros. En la mayoría de las perras la falsa gestación casi no se nota. Muestran instintos de construcción del nido o lamen sus juguetes de peluche. No es necesario que hagas nada al respecto. No obstante, algunas hembras pueden tener problemas de conducta: se ponen nerviosas, agresivas o bajan de peso. Si la perra defiende su juguete con mordiscos o le baja gran cantidad de leche habla con tu veterinario.
El perro orina varias veces en todos los paseos. La mayoría de los que tienen un macho conocen este comportamiento. Las zonas de marcaje más populares son las esquinas de las casas, las bocas de incendio o las farolas. Pero con una buena educación el perro aprende con rapidez que los coches o las paredes, por ejemplo, están prohibidos. Impide con consecuencia que tu perro marque las propiedades de los vecinos. En cambio, anima a tu perro a orinar en los árboles y en las áreas verdes.
También en este caso hay excepciones, pero, en general, un macho y una hembra se llevan mejor que las parejas del mismo sexo. Estas suelen verse como competencia, lo que puede provocar desacuerdos. Sin embargo, muchos equipos de perros armoniosos demuestran que también es posible de otras formas. Los animales del mismo sexo, sobre todo, se llevan bien cuando se crían juntos.
Muchos de los que tienen perro quieren saber si mediante la castración se pueden evitar los posibles desafíos que el respectivo sexo trae consigo. Esto es muy poco frecuente y debe ser discutido en detalle con el veterinario y un entrenador de perros. La castración no es un remedio para todo, sino un procedimiento serio que puede cambiar el carácter del perro. Una castración solo tiene sentido por razones de salud, por un aumento de la agresividad o por un impulso sexual fuera de lo normal. En la actualidad, los veterinarios pueden comprobar con un implante hormonal los efectos que puede tener la eliminación de las hormonas masculinas en el carácter de un macho. Algunos perros se vuelven ansiosos e inquietos, por lo que una castración no es aconsejable. Para otros puede ser favorable.
La castración hace que el índice metabólico disminuya, con lo que muchos animales tienden a subir de peso. Sin embargo, la decisión de castrar a un perro nunca debe tomarse a la ligera.
Las diferencias de carácter entre una hembra y un macho tienen un papel mucho menos importante que las características relacionadas con la raza o la educación. En resumen, pero teniendo en cuenta que esto no se aplica a todos los perros:
Si te decides por un cachorro puedes pensarte bien qué importancia le das a estos aspectos. Lo mejor es que te dejes aconsejar por el criador sobre cuál es la cría de la camada más adecuada para ti. En caso de adoptar un perro de una protectora de animales u otro can adulto, ya es posible saber mucho sobre si el peludo tiene características típicas masculinas o femeninas. Los estereotipos de género tienen un papel secundario en la decisión. Mantén la mente abierta respecto a tu nuevo compañero canino, ¡no importa si es macho o hembra!
¿Cómo puedo estar seguro de que mi perro es feliz? ¿Lo estoy haciendo bien y le estoy dando una vida con la que esté satisfecha? Todos nos hemos planteado estas preguntas alguna vez.
Lo tienes claro: quieres adoptar un can. Pero aún no has decidido si quieres un perro macho o hembra. Muchas personas que adoptan un animal por primera vez tienen esta duda. Te damos consejos para que te resulte más fácil tomar esta decisión.
Mucha gente acaricia la idea de tener un segundo o tercer perro. Las ventajas de tener dos perros o más son evidentes: el peludo siempre tiene alguien con quien jugar y los perros inseguros pueden guiarse por su amigo.