¿Cómo saber si mi perro es feliz? 10 signos de felicidad canina
¿Cómo puedo estar seguro de que mi perro es feliz? ¿Lo estoy haciendo bien y le estoy dando una vida con la que esté satisfecha? Todos nos hemos planteado estas preguntas alguna vez.
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Todo parece de color rosa cuando te has enamorado de un pequeño cachorro o de un simpático perro adulto de una protectora. Está claro que un compañero canino aporta mucha felicidad, pero también debes conocer los aspectos más agotadores de adoptar un perro, antes de decidirte a compartir tu vida con un cuadrúpedo.
Por desgracia, las protectoras de animales muestran una cruda realidad: a menudo, los que tienen perro no se lo pensaron suficiente antes de adquirir un compañero canino. La adopción de un peludo es una responsabilidad de, al menos, una década. Los perros grandes pueden llegar a vivir más de doce años, y las razas pequeñas son aún más longevas. Piensa bien si tienes suficiente dinero y tiempo durante un periodo tan largo. Por supuesto que nada es seguro en esta vida y pueden darse circunstancias inesperadas como una separación o una enfermedad, que obligan a entregar el perro. Pero sí debes tener en cuenta todo aquello que es previsible.
Muchos amantes de los perros, antes de adquirir un cachorro, piensan que la comida para perros no es tan cara. Pero, antes de decidirte, deberías estimar el coste que supone tener un cuadrúpedo:
A pesar de que el amor a los animales no tiene nada que ver con el dinero, asumir la responsabilidad de tener un perro incluye tener que ser consciente de la financiación que esto conlleva.
Si vives en una casa de alquiler necesitas tener, por escrito, el consentimiento del arrendador, antes de poder tener un perro. De lo contrario, el casero está en su derecho de obligarte a que el perro abandone el apartamento. Si te niegas puede significar la terminación del contrato de arrendamiento. Muchos convenios de alquiler incluyen la condición de que el perro no moleste a los demás inquilinos y vecinos. Por eso, pon atención a que tu peludo no haga sus necesidades dentro de la urbanización, ponle siempre la correa dentro del edificio e intenta que no ladre. De esta manera evitas los posibles conflictos y procuras una vida relajada para todos los implicados. Incluso si eres propietario debes aceptar que no a todos los vecinos les gustan los perros. Tenlos en consideración para que tanto tus vecinos como tú podáis estar bien.
Antes de adquirir un perro, piénsate bien qué raza o qué tipo de perro pega contigo y tus circunstancias de vida. Los border collie son preciosos, pero si no tienes un rebaño de ovejas o, como alternativa, mucho tiempo para hacer cosas juntos, no deberías tener uno. Por el contrario, si te gusta hacer largas caminatas, no adoptes un carlino. Muchas razas de perro requieren de muchos cuidados del pelaje, como por ejemplo el antiguo perro pastor inglés. Los perros como los munsterlander o los braco weimar están mejor con personas que pasan mucho tiempo al aire libre, que los llevan a largas excursiones y hacen mucho deporte en la naturaleza, que teniendo una vida como perro de familia. Muchas razas son más adecuadas para primerizos que otras. Infórmate bien y no subestimes la necesidad de ejercicio y de entretenimiento de los perros de trabajo.
No hay duda de que un cachorro peludo es de lo más bonito, pero muchos de los que tienen perros se asombran de lo peluda que puede llegar a ser la tenencia de un perro. Los finos pelos se pegan en la ropa, en el sofá y en la alfombra. Muchos amantes de los perros se deshacen de su vestimenta de pana o de terciopelo. Cómprate un buen quitapelusas y hazte con una aspiradora específica para pelos de animales. Para reducir la cantidad de pelo en tu casa, durante la época de muda debes peinar a tu cuadrúpedo a diario, pero nunca más tendrás un hogar libre de pelo. Si tienes un caniche u otro cuadrúpedo que casi no suelta pelo, no tendrás muchos pelos en casa, pero todos los perros traen suciedad. Si tienes una gran necesidad de limpieza debes pensarte en serio si puedes soportar eso a la larga.
¿Un espontáneo viaje a París el fin de semana o una ruta de tres semanas por Estados Unidos? Cuando tienes un perro debes considerar varias cosas antes de lanzarte a viajes de este tipo. Si tienes la suerte de tener algún familiar cerca que conoce a tu peludo y puede acogerlo sin problema, ¡genial! Pero, a menudo, es necesario usar una pensión para perros. Esta, por un lado, no es muy barata y, por otro, es bastante duro para algunos dejar a su fiel amigo canino en una pensión, mientras ellos están tomándose un cóctel en la playa. Por eso lo mejor es que, antes de la llegada del nuevo can, te plantees cuáles son las opciones en caso de que salgas de vacaciones. Te aconsejamos a que, antes de irte de vacaciones, pruebes dejar a tu perro una noche en la pensión. Aunque esto signifique pagar una noche más, muchos lo prefieren para tener una buena conciencia. De esta manera puedes probar si tu cuadrúpedo está cómodo. Hay quienes prefieren llevarse al perro de vacaciones. Esto es ideal si viajas en caravana o autocaravana. También hay muchos hoteles que permiten el alojamiento a perros educados.
Los perros son animales de manada, por lo que no les gusta quedarse solos. Un can adulto puede quedarse solo por un tiempo, si le acostumbras a ello poco a poco. Pero no debería estar solo durante más de cuatro a cinco horas. Por eso si estás estudiando, en paro o de baja por maternidad, debes planificarte en caso de que tengas pensado trabajar más de medio día en un futuro. Una residencia canina o los familiares cercanos que ya conocen al can pueden ser una buena alternativa. Son muy pocos los empleadores que permiten tener perros en el trabajo.
Todos los que quieren adoptar un perro deben saber que los cachorros se hacen grandes en algún momento. Pero parece que no siempre lo tienen tan claro, de lo contrario, no se podría entender que algunos estén entusiasmados cuando su cachorro les saluda saltándoles, pues en pocos meses el can pesará cinco veces más y ya no les hará tanta gracia que les salte con las patas llenas de barro. Lo mismo ocurre con dormir en la cama, pedir comida en la mesa, ladrar o dejarle solo. Debes ser consecuente con tu perro desde pequeño para encauzarlo y entrenarlo. Si vives en un hogar con varios miembros familiares, es importante que todos actúen de la misma manera.
¡Dar un paseo con tu perro cuando hace sol es maravilloso! Pero a tu nuevo compañero no le importa el clima. Un perro necesita salir varias veces al día. No importa que llueva, haga viento, esté nevando o la carretera esté helada. Algunas razas prefieren no salir cuando el tiempo es malo, pero la mayoría insisten en pasear largo y tendido. Esto también hace que tengas más trabajo en casa, pues antes de que tu cuadrúpedo pueda subirse al sofá, tienes que secarlo. Incluso los fines de semana tienes que levantarte temprano de tu confortable cama para sacar a tu perro, haga frío o calor. Por otro lado, adoptar un perro te proporciona muchos momentos bonitos en la naturaleza.
Hablando de salir: los perros hacen sus necesidades fuera. Si las hacen en caminos o en zonas comunes, estás obligado a recoger las heces de tu peludo. Muchas ciudades tienen dispensadores con bolsas para heces, pero ten siempre una a mano, por si estás en caminos públicos. Pero incluso en los campos o prados y en caminos de tierra no deberían quedar heces abandonadas. Sobre todo, en los campos, los deshechos del can pueden provocar problemas. Por ejemplo, cuando estos terminan en el heno para los caballos, que luego se niegan a comer. Acostúmbrate a recoger siempre las heces de tu cuadrúpedo.
En resumen, la vida con un perro requiere de mucho esfuerzo, pero si lo calculas bien desde un comienzo, al adoptar un perro ganas un compañero maravilloso que le dará un valor incalculable a tu vida.
¿Cómo puedo estar seguro de que mi perro es feliz? ¿Lo estoy haciendo bien y le estoy dando una vida con la que esté satisfecha? Todos nos hemos planteado estas preguntas alguna vez.
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