¿Cómo saber si mi perro es feliz? 10 signos de felicidad canina
¿Cómo puedo estar seguro de que mi perro es feliz? ¿Lo estoy haciendo bien y le estoy dando una vida con la que esté satisfecha? Todos nos hemos planteado estas preguntas alguna vez.
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Una casa de acogida para perros ofrece un hogar temporal lleno de amor para perros necesitados. A menudo son la última oportunidad para perros que, por el motivo que sea, no pueden alojarse en las protectoras. En general, estos centros los ofrecen particulares que colaboran estrechamente con organizaciones animalistas locales. Aquí te explicamos cómo convertirse en casa de acogida de perros.
Las casas de acogida son el vínculo indispensable entre la organización que salva a un animal y la persona que lo adopta definitivamente. En una casa de acogida, un perro puede vivir temporalmente y recibir todo lo que necesita: camas, comida, ejercicio, juegos y mucho amor de sus cuidadores de acogida.
Una casa de acogida de perros no es un centro oficial, sino una persona, pareja o familia que comparten su hogar con un perro necesitado durante un tiempo. A menudo, las asociaciones llevan a los perros a estas casas mientras tramitan su adopción.
El tiempo que un perro permanece en una casa de acogida puede variar mucho. A veces son solo unos días y otras veces semanas o incluso meses.
Aunque parezca impensable para los que amamos a los animales, es un clásico: las vacaciones familiares están a la vuelta de la esquina y el perro no puede venir. ¿Qué hacen algunos? Abandonarlo sin pestañear. Solo en España se abandonaron casi 300 000 perros y gatos en 2022, de los cuales más de 170 000 eran perros.
Muchos de estos animales acaban en las protectoras y refugios. Estas entidades están organizadas por socios que trabajan de forman voluntaria y su financiación depende de los donativos.
Ya te puedes imaginar la cantidad de trabajo y gastos que implican el cuidado y la adopción de estos perros. No hay suficientes recursos para ayudar a todos los perros como es debido. Además, a veces es imposible tener a un perro con otros en un refugio porque está enfermo o traumatizado. Por eso, las asociaciones y protectoras buscan desesperadamente casas de acogida de perros.
El trabajo como casa de acogida de perros se considera voluntariado. Algunas asociaciones colaboran con los gastos del veterinario y la comida, pero, más allá de eso, no esperes ninguna remuneración. Ni falta que hace, ya que recibirás mucho más de los perros que cuides de lo que les darás. Estas son las tareas que asumirás como casa de acogida:
Convertirse en casa de acogida de un perro conlleva una gran responsabilidad. Te convertirás temporalmente en su persona de referencia más importante y lo acompañarás en el camino hacia un futuro feliz. Lógicamente, lo más importante de este trabajo es amar a los perros. No obstante, hay algunas otras cosas que debes tener en cuenta si quieres dedicarte a la acogida de perros:kunft. Selbstverständlich ist das Wichtigste für diesen „Job“ ein großes Herz für Hunde. Aber es gibt auch noch ein paar andere Punkte, die Sie beachten sollten, wenn Sie Hunde-Pflegestelle werden möchten:
Cuidar a un perro puede ser todo un desafío. Por eso, la asociación querrá conocerte un poco para hacerse una idea de tu aptitud personal. Antes de presentar tu candidatura, reflexiona con autocrítica sobre si cumples los criterios siguientes:
Los perros necesitan espacio, unos más que otros. El tamaño de tu piso debe ser suficiente para las necesidades del perro en cuestión. Lo ideal sería tener incluso un jardín donde el perro pueda pasar el rato sin peligro.
Un perro te pone la vida patas arriba. Quiere salir varias veces al día y exige entretenimiento. Los paseos y juegos diarios, el adiestramiento y el entrenamiento de un perro consumen mucho tiempo. La cantidad de tiempo que necesitarás dependerá de la raza y de las circunstancias concretas.
Los perros de caza o pastores, por ejemplo, necesitan varias horas de ejercicio al día en la naturaleza. En cualquier caso, calcula dos horas al día como mínimo para los paseos de tu perro de acogida.
También debes preguntarte si puedes compaginar un perro con tu trabajo. Un perro propio no puede quedarse todo el día solo en casa. Pues bien, uno de acogida que todavía no conoces bien, aún menos.
Los perros con antecedentes complicados necesitan un punto de anclaje en su vida, más que los que han tenido buenas experiencias. En una casa de acogida para perros, ese punto eres tú. Para el perro de acogida, lo mejor es que tu compañía y presencia le transmitan calma y seguridad. Lo ideal sería tener una profesión que te permita trabajar desde casa a menudo. De lo contrario, podrías preguntar en el trabajo si puedes llevarte al perro a la oficina.
A menudo, la gente que quiere montar una casa de acogida de perros ya tiene otro animal. Esto, en sí, no es un problema. De hecho, otro animal podría incluso resultarle beneficioso al recién llegado. Sin embargo, la química entre los animales es la que decide si su convivencia temporal es posible.
Trata el asunto con tacto y dales tiempo al animal y al perro de acogida para conocerse a su ritmo. Al principio es conveniente que dispongan de habitaciones y refugios separados. De lo contrario, la situación podría agobiarlos a ambos y acabar en desastre. Debes estar siempre presente cuando dejes que se encuentren para mantener la situación bajo control.
Busca asociaciones en internet que estén buscando casas de acogida de perros o pregunta por teléfono. La mayoría estarán muy agradecidas por tu iniciativa.
Lo mejor es que busques una asociación de tu zona. Cuanto más cerca esté, mejor. Así, podréis hablar fácilmente de tú a tú. Si puedes aclarar las primeras cuestiones por teléfono o correo, conviene organizar un encuentro en persona de todos los implicados.
De este modo, puedes conocer mejor la asociación y decidir si hay conexión a nivel personal. Además, la asociación debe saber en manos de quién deja al perro. La confianza por ambas partes es superimportante cuando se trata del cuidado de seres vivos. Las organizaciones animalistas y sus colaboradores suelen dedicarse a esto en cuerpo y alma. Por eso, quieren asegurarse de que tú sientes lo mismo.
¿Os habéis puesto de acuerdo? En ese caso, la asociación te propondrá a un perro que encaje contigo y tu hogar para que lo acojas. Puede que te den varios para elegir. Es raro que te dejen elegir al perro de acogida a ti.
Si ya has elegido al perro, deberás firmar un contrato de acogida con la asociación. El objeto del contrato es el perro de acogida y el abanico de prestaciones asociadas. Las cláusulas siguientes son habituales en estos contratos:
Nota: Lee el contrato detenidamente y no tengas miedo de preguntar si tienes dudas. Sé concienzudo/a y no firmes nada que no entiendas ni quieras. Por un lado, la asociación podría reclamarte al perro si tiene dudas sobre tus capacidades. Por otro lado, podría hacerte responsable de los daños causados por negligencia.
Una vez firmado el contrato, pueden pasar unos días antes de que el perro llegue a tu casa. A veces te lo traerán, pero en la mayoría de los casos deberás recogerlo en la protectora o el refugio.
Los primeros días constituirán un cambio tanto para ti como para el perro. No esperes demasiado. Lo mejor es que te tomes unos días libres para estar con tu nuevo amigo. Una fiesta de bienvenida o muchas personas en la casa de acogida podrían asustarlo.
¿Has asumido la responsabilidad por un perro y después de un tiempo ya no puedes imaginarte la vida sin él? Habla abierta y sinceramente con la organización correspondiente. En la mayoría de los casos, podrás quedarte con él. No obstante, no te ofendas si no les entusiasma la idea. Al fin y al cabo, estas asociaciones dependen de ti como casa de acogida de perros profesional.
Eso sí, el objetivo siempre será alojar al perro en un lugar seguro y garantizar su bienestar. Este objetivo también se alcanza si el perro se queda contigo de forma permanente. En el peor de los casos, la asociación perdería una casa de acogida, pero daría un perro en adopción. Por eso, nadie se interpondrá entre tú y la felicidad de tu perro.
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